ALICANTE. La constructora alicantina CHM Obras e Infraestructuras, principal firma del sector en la provincia, sufrió en 2022 el alza de los costes de los materiales en las obras públicas, su principal campo de actividad. A pesar de que la constructora de la familia Martínez Berna elevó su facturación un 8%, el incremento muy superior de los aprovisionamientos y otros gastos de explotación provocó que la empresa cerrase el ejercicio con unas pérdidas cercanas al millón de euros, cuando un año antes, con menos cifra de negocio, había arrojado beneficio.
Según recogen las cuentas anuales de CHM Obras e Infraestructuras, depositadas en el Registro Mercantil y consultadas por Alicante Plaza, la firma facturó en 2022 un total de 115,3 millones de euros, un 8% más que en 2021, cuando la cifra de negoció alcanzó los 106,8 millones de euros. Sin embargo, los aprovisionamientos se dispararon casi un 20% hasta los 77,8 millones de euros, y los trabajos realizados por otras empresas un 17% hasta 40 millones. Combinados con un mayor gasto en personal (con la misma plantilla) y el repunte en otras partidas, estas alzas terminaron provocando un resultado de explotación negativo de 1,7 millones de euros.
Al cierre del ejercicio, CHM Obras e Infraestructuras arrojó un resultado después de impuestos de 950.000 euros de pérdidas, cuando un año antes había obtenido un beneficio de 1,5 millones. En su informe de gestión, los administradores de la empresa señalan que "el aumento de los costes de los materiales ha ocasionado un estrechamiento de márgenes en las obras, finalizando el ejercicio con un resultado negativo del 0,8% sobre la cifra de ventas". A ello se ha sumado el mal comportamiento de su contrato en Argelia, donde solo ha ingresado 206.000 euros (1 millón el año anterior).
"En España, la tasa de variación anual del IPC está afectando negativamente a muchos sectores productivos, el de la construcción entre ellos, cuyos márgenes de beneficio distan mucho de esos valores y donde, además, se fijan precios para proyectos que generalmente, tardan años en construirse", explica el informe como principal causa para el mal resultado de 2022. Asimismo, señala que aunque se contemple la revisión de precios, se excluye expresamente el de la energía, "a pesar del extraordinario aumento de los precios y su peso en la estructura de costes de las obras".
En todo caso, la compañía se muestra optimista sobre la evolución a corto plazo de los negocios, ya que la cartera de obra contratadaa 31 de diciembre de 2022, sin incluir la actividad en Argelia, para los ejercicios 2023 y siguientes, ascendía a 310,9 millones de euros, un 33% más que al cierre del ejercicio anterior. Un incremento que se explica por la diversificación de las fuentes de ingresos de CHM: "A la recurrencia de contratos con clientes de calidad como el Mitma, ADIF, comunidades autónomas y entidades locales, así como fondos de inversión y otras empresas de reconocida solvencia, se unen las nuevas líneas de negocio, como la ingeniería, suministro y construcción de plantas fotovoltaicas".
