MADRID. La clave de esta cuestión es el hecho de que el mercado potencial total de la inteligencia artificial (IA) es abierto y resulta muy difícil de calcular en relación con ciclo tecnológicos previos. Tal y como podemos ver en el gráfico siguiente, era relativamente fácil hacer una estimación sencilla del mercado total al que podían dirigirse los smartphones o los vehículos eléctricos, por ejemplo, si se conocían la población adulta total o las ventas mundiales totales de vehículos. En el caso de la IA, dada su omnipresencia potencial en tantos sectores de la economía, resulta extremadamente complicado dimensionar ese mercado.
Lo que sí podemos decir es que el ciclo de la IA parece avanzar con más rapidez que los ciclos anteriores. Podemos compararlo con el ciclo de la computación en la nube, que comenzó en torno a 2008. Más de diez años más tarde, calculamos que la nube alberga aproximadamente el 30% de la carga de trabajo de las empresas.
En gran parte, ello se debe a que la sustitución de la arquitectura ya existente es un proceso muy lento y complejo. En comparación, la IA es muy diferente en este sentido. En algunos casos se trata únicamente de incorporar una nueva función. Por ejemplo, si un proveedor de software desea introducir una función de IA en uno de sus productos, dicha función podría quedar instalada en cuestión de días o semanas, no años.
Otra diferencia importante del ciclo tecnológico de la IA con respecto a los ciclos anteriores es que las compañías grandes y consolidadas tienen la posibilidad de implantar la IA a gran escala y obtener así las ventajas que benefician a las primeras empresas en actuar. Las grandes compañías tecnológicas cuentan ya con datos propios, importantes cantidades de capital para gastar y algunos de los ingenieros más brillantes.
Algunas de ellas también tienen la costosa infraestructura de computación en la nube necesaria para entrenar los modelos de IA, y cuentan con enormes bases de usuarios a los que pueden vender productos y servicios de IA. Aunque algunas compañías emergentes de IA podrían acabar teniendo éxito en el futuro, los operadores tradicionales gozan de un punto de partida muy sólido.
Equipo de Análisis de Capital Group