VALÈNCIA. El cine es joven y está lleno de vida, aunque ya sea centenario. 107 años después de producción, una película de John Ford, The Scarlet Drop, se estrena en España y con ella se reabre un capítulo olvidado en la filmografía del director. El largometraje inédito, descubierto por el investigador y restaurador chileno Jaime Córdova, se pudo ver ayer en la Universidad Católica de València, en el marco del pre-congreso de Cine y Filosofía, que se celebrará en previsiblemente en octubre.
El descubrimiento invita a revivir la magia de un director consagrado pero sobre todo permite apreciar en carne propia los inicios del lenguaje visual y narrativo de Ford. The Scarlet Drop fue su decimotercera película, producida el año que empezó a hacer cine, 1918. Entonces los filmes no necesitaban tanto tiempo de producción. De hecho, The Scarlet Drop se rodó en apenas cinco días.
Según el descubridor, la obra fue impactante en su estreno por la violencia, la composición y la acción de sus imágenes. De acuerdo con sus palabras, "la película tuvo mucho impacto en el público, tanto que en 1959 Howard Hawks estrenó Río Bravo con John Wayne y Dean Martin, incluyendo una escena que rendía homenaje a este film”. Concretamente la imagen que da título al film: unos policías buscan a un bandido; entra en una casa a preguntar por él, el dueño le encubre mientras él sangra escondido en el altillo; policía y dueños de la casa brindan y la casualidad hace que una gota de sangre caiga del techo a la copa del sheriff y la tiña de rojo escarlata.
También esta película revela las influencias de John Ford en su etapa más temprada: “los primeros 10 minutos son literalmente un homenaje a El nacimiento de una nación y David Walker Griffith en la composición de los planos. Hay que recordar que Ford trabajó en como ayudante de dirección en esa película”.
“Se nota que no hay nada improvisado; se evidencia la seguridad en el trabajo de cámara, la composición del plano y el ritmo trepidante de las imágenes. Ford ya está presente desde el comienzo, marcando su huella en una época donde aún se definía la forma de contar historias en el cine”, comenta el experto. Pero sobre todo, demuestra ya el interés de Ford por los marginados, por la violencia sobre las clases en Estados Unidos, por la redención, por las consecuencias de la guerra.
“Descubrir que Ford ya es Ford, desde su décimo tercera película, es una suerte que se traduce en la posibilidad de reconstruir y comprender los orígenes de un estilo que ha marcado generaciones”, explica Córdova, y marca la diferencia con otras obras del director, como Upstream, de la década de los 20, que decepcionó a muchos por ser una comedia ligera y no transmitir ese sello inconfundible.

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El proceso de restauración
El redescubrimiento de The Scarlet Drop no es un caso aislado en la trayectoria de Córdova. El investigador ha coincidido en varias ocasiones que encontrar este tipo de material es, en gran medida, cuestión de suerte. En este caso, un hombre se quería deshacer de unos trescientos rollos de películas porque tenía que vaciar un bajo comercial. A punto de tirarlas a la basura, busco en internet a quién podía dárselas, y las películas llegaron al investigador.
Muchos rollos no estaban catalogados, pero Córdova encontró evidencias en los fotogramas de que podía ser una película de John Ford. A partir de la investigación de los personajes y la trama que se deducía de la exploración de los fotogramas se llegó a determinar que se habían recuperado cuatro de las cinco latas de The Scarlet Drop, que sí tuvo un estreno comercial en Estados Unidos y países de Latinoamérica, pero nunca en España.
Perdida su pista hace décadas, como la inmensa mayoría del cine de la época silente, no se conocía que hubiera una copia disponible en todo el mundo. La original se quemó en uno de los incendios en los archivos de las grandes productoras que ha enterrado a millares de otras películas de las primeras décadas del cine. Sin embargo, la copia encontrada no solo era un hallazago, sino que la copia estaba en condiciones muy buenas. “No se ha llevado a cabo ninguna restauración, solo un escaneo en 4K, dejando incluso las marcas del paso del tiempo, de los hongos, porque John Ford lo querría así. El cine está vivo, las películas son algo orgánico, y quería que eso se mantuviera”, cuenta a este diario.
La película se reestrenó en Chile, en el marco del Festival de Cine Recobrado, en septiembre de 2024. Ayer, el Salón de Actos de la Sede Trinitarios de la UCV, con apenas una decena de asistentes, fue la primera exhibición pública de esta película en España, 107 años después.
La importancia de las instituciones fílmicas
El redescubrimiento, sin embargo, va más allá del mero hallazgo de una cinta perdida. El proceso integral de tratamiento y escaneo se llevó a cabo en la Cineteca Nacional de Chile, en un esfuerzo colaborativo para preservar el legado cinematográfico. Jaime Córdova recuerda con cierto pesar los riesgos y desafíos que enfrentan estas instituciones en contextos políticos inestables: “En Latinoamérica existen casos de cierre de instituciones esenciales para la preservación del patrimonio fílmico. Por ejemplo, en Brasil, durante la pandemia, se cerró la Cinemateca Brasileña de Sao Paulo y se produjo un incendio que terminó con miles de rollos de película”, advierte, haciendo un llamado a la importancia de contar con apoyos estatales sólidos.
Ahora, Argentina ve amenazada la preservarción y promoción de su patrimonio fílmico por las hostilidades del gobierno de Javier Milei. Como ejemplo, la cancelación del programa de Fernando Martín Peña Filmoteca, en Televisión Pública, una ventana que servía para recuperar títulos imprescindibles (fueras más o menos conocidos) de la historia del cine argentino. En Chile, afortunadamente, la Cineteca Nacional ha pasado a depender del Ministerio de las Culturas, lo que augura una mayor estabilidad y recursos para garantizar la conservación de estos archivos históricos.
Un nuevo descubrimiento
Además de The Scarlet Drop, Córdova ha dado a conocer otro notable descubrimiento: una película alemana de 1925 titulada Liebe macht blind, posteriormente retitulada en Sudamérica como Moulin Rouge. La cinta, dirigida por Lothar Mendes y protagonizada por el reconocido Conrad Weiss junto a Emil Jannings, es una sátira con referencias a otras grandes obras del cine expresionista como El gabinete del doctor Caligari. “He corroborado con la Federación Internacional de Archivos Fílmicos que esta podría ser la única copia existente a nivel mundial”, agrega, dejando entrever nuevas proyecciones en el Festival de Cine Recobrado de Valparaíso, previsto para octubre de este año.