VALÈNCIA. Aún sale el humo de las 40 velas que sopló La Mostra de València hace apenas unas semanas y, desde el Palau de la Música, ya se empieza a proyectar la edición de 2026. Esta será, previsiblemente, en la que se pueda conocer ya la totalidad de la propuesta de su nueva directora, Sara Mansanet, tras un año en el que hacen un balance positivo, sin dejar de recordar que los tiempos de organización no han ido en favor del festival.

En un encuentro de Mansanet y el director del Palau de la Música, Vicente Llimerá, con la prensa, ha habido una batería de anuncios que empiezan a proyectar algunas de las novedades que tendrá la edición de 2026. Una de las más importantes será la fecha, que aunque “no se moverá mucho”, sí evitará solaparse con otras citas como la Seminci de Valladolid, una de las citas más importantes del cine español que acaba haciéndole sombra al festival valenciano en dos de los ámbitos en el que La Mostra quiere crecer.

Estos serían la industria y el impacto en medios de comunicación. Sobre el primero, el festival plantea un evolución del foro de co-producción de València Film Afers para convertirse en un evento de industria mucho más amplio y con dos ámbitos de actuación muy focalizados; seguir avanzando en la consolidación de nodo del cine mediterráneo y, sobre todo, convertirse en el punto de encuentro del audiovisual valenciano.

Más estructura

El encuentro no solo implicaba hacer balance de la gestión de la primera edición dirigida por Sara Mansanet, sino también de la primera edición de La Mostra en la estructura del Palau de la Música, que tantas sospechas levantó en un principio por la posible pérdida de autonomía del festival de cine.

La propia Mansanet ha querido destacar “el papel fundamental del Palau de la Música en este crecimiento que hemos experimentado, gracias a su músculo económico y de recursos humanos, que se han sumado a la organización y desarrollo de Mostra”. El presupuesto para este edición ha sido el mismo que el del año pasado en su organismo autónomo, pero el ahorro en personal y estructuras duplicadas ha permitido reinvertir parte de ese presupuesto en más programación.

Llimerá, por su parte, ha aprovechado para anunciar que las plazas relacionadas con La Mostra ya están en la nueva RPT del Palau de la Música y que estas tendrán prioridad para empezar a cubrirse y así que la edición de 2026 ya funcione a su capacidad esperada.

Archivo, publicaciones y La Cabina, otros cambios pendientes

Más allá del marco, el encuentro con la prensa ha servido para que Mansanet anuncie, con once meses de antelación, cuáles serán sus líneas de trabajo para la próxima edición. Una de ellas será el replanteamiento de la Sección Oficial de La Cabina, integrada en La Mostra. “Para mostrar la diversidad en un formato que es tan específico, vamos a revisar la limitación de que sean producciones de países de la cuenca mediterránea, invitando a otros a que puedan participar”, ha señalado.

La poca antelación con la que se diseñó esta edición no ha permitido que este año siguiera el proyecto de Quaderns de La Mostra ni otras publicaciones. Pero tanto Llimerá como Mansanet quisieron ubicar esto como una de las prioridades del próximo año. “Ya hay propuestas que tenemos que estudiar”, adelantó Mansanet, sin especificar si se aparcará Quaderns y se hará a través de otros formatos, como el libro co-editado con la Filmoteca Valenciana sobre la figura de Helena Cortesina.

Paralelo a esto, Mansanet ha querido anunciar también que se va a abordar la tarea de reunir, catalogar y digitalizar el archivo del festival, que por sus múltiples vidas, está disgregado en diferentes localizaciones. El Institut Valencià de Cultura, que tiene un fondo importante, ya ha mostrado la intención de hacer una cesión de los materiales que custodia.