Con la excusa de su nuevo rumbo, repasamos la trayectoria gráfica y evolución del cartelismo de un festival que se dejará influir por el diseño como declaración de intenciones
VALÈNCIA. En apenas tres semanas arrancará una nueva y renovada edición del Festival Internacional de Cine de València, Cinema Jove, que en 1986 celebraba su primera edición y cuyos carteles narran parte de la historia gráfica reciente valenciana.
Carlos Madrid se estrena como director de esta 32ª edición, con nuevo equipo gestor y un cartel que es toda una declaración de intenciones para este cambio de volante del festival. El diseño, en forma de collage, lo firma la valenciana Patricia Bolinches, con una visión y estética más poéticas que nunca, una línea exenta de referencias obvias al cine que posiciona el festival en los circuitos más artísticos, y distingue sin duda a Cinema Jove con un marcado punto y seguido que resalta por su calidad desde esta carta de presentación.
La nueva propuesta artística de Cinema Jove pasa por contar con el diseño como elemento diferenciador. De hecho, esta fue una de las grandes bazas de Carlos Madrid en su etapa anterior al frente del Festival Internacional de Mediometrajes La Cabina, donde tras 10 ediciones ya es tradición la expectación generada con cada nuevo cartel. Así pues, aunque Cinema Jove ya cuenta con una trayectoria de nombres destacados al frente de sus carteles, profesionalizar el diseño es uno de los rasgos identitarios del nuevo director quien apostará de ahora en adelante por profesionales valencianos que se ciñan al concepto concreto de cada nueva edición, una declaración de intenciones que alineará a Cinema Jove con otros festivales culturales tanto de ámbito local como internacional, y este cartel de Bolinches es buena muestra de ello.
Para esta nueva etapa, Cinema Jove ha apostado no sólo por el cambio de equipo de diseño y línea de carteles sino por un cambio en su imagen corporativa y logo, que aunque mantiene la síntesis del ojo de las dos pupilas que MacDiego instauró en 1997, se han ordenado y jerarquizado de nuevo todos los elementos gráficos. Un nuevo espíritu transmitido desde todas las aplicaciones gráficas del festival.
Este minimalismo estético, a cargo de Patricia Bolinches, refuerza la idea de renacimiento del festival en un proceso de creación que ha servido de engranaje y motivación para todo el nuevo equipo, lo que resalta el auténtico valor estratégico y cultural del diseño desde dentro de los procesos, más alláde la parte meramente estética, una labor que tiene como responsable del diseño y maquetación a Julia Valencia ( a la directora de arte del certamen) y de su ilustración a BYG.
Mucho ha llovido desde los carteles de las primeras ediciones, donde se ve una clara evolución a través del sello personal de unos cuantos diseñadores e ilustradores de la terreta. Como festival de índole visual, artística y creativa, no es casualidad que haciendo un recorrido por su trayectoria gráfica encontremos algunas tendencias del momento o dar cabida a excentricidades como un ojo de doble pupila que cumple ahora veinte años.
Los primeros años, de líneas más difusas desde el punk al cómic, dieron paso al cartel de 1991 a cargo de J. Ballester, quien pintó a algunos grandes directores de la historia del cine observados por un niño, y entre 1992y 1996 fue Pablo Llorens quien con su sello inconfundible de la animación en plastilina firmó esta continuidad, hasta que en 1997 cambia el director y con José Luis Rado entra en escena MacDiego para rediseñar por completo toda la comunicación del festival, desde el logo al característico trofeo.
En 2001 y años sucesivos, el cartel de Cinema Jove se dedicó a homenajear películas célebres, como el de Enrique Villalba inspirado en Kubrick, Somnis Animació en 2002 o el de Remi Hueso sucesivamente en 2003 y 2004.
Para el 20º aniversario del festival, en 2005, MacDiego volvió a encargarse de toda la imagen y contó con el ilustrador Paco Roca para adaptar la idea de los ojos de doble pupila creando una serie de retratos de cineastas que habían pasado por esos veinte años de Cinema Jove. Para 2006 la misma idea la desarrolló Cento Yuste también bajo la batuta de MacDiego y a partir de 2007 toda la dirección artística y diseño pasaron al estudio valenciano Casmic Lab creado por Amadeo Castroviejo y Roser Miquel. Casmic Lab crearon durante los últimos diez años toda la imagen de Cinema Jove, evolucionándolo a base de su característico colorido y superposición de elementos, siempre con referencias al cine a través de un buen puñado de juegos gráficos.