VALÈNCIA (EFE). El Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) trabaja en el desarrollo de un método de detección de Sars-CoV-2 en muestras de saliva, un procedimiento fiable, económico y no invasivo, que permite detectar infecciones en estadios muy tempranos o con baja carga viral.
Test de saliva similares han sido aprobados de urgencia por la FDA estadounidense, y otros centros españoles y europeos de referencia realizan también estudios parecidos a partir de muestras de saliva, cuya ventaja sobre la PCR nasofaríngea es que son menos invasivos y más económicos.
Otra ventaja importante de emplear muestras de saliva para realizar las pruebas PCR es que minimizan la interacción física de los trabajadores del sistema sanitario con posibles personas infectadas, ya que el propio paciente puede tomar su muestra y entregarla en su centro de salud dentro de un recipiente cerrado y de forma segura.
Además, al ser no-invasiva no supone ningún dolor ni molestia para los pacientes, lo que puede facilitar una mayor participación en programas de rastreo, mientras que permite realizar más pruebas a más personas en menos tiempo, siempre con el objetivo de cortar las cadenas de contagio, según un comunicado de la Generalitat.
El jefe del Laboratorio de Inmunología Molecular y Celular del CIPF, Enric Esplugues, uno de los investigadores que lidera el equipo covid-19 del CIPF, explica que los test de PCR para la detección del SARS-CoV-2 se basan en analizar muestras biológicas donde ya se sabe que reside el virus, por ejemplo en muestras nasofaríngeas o muestras de saliva.
La obtención de muestras nasofaríngeas "puede ser complicada y molesta si la comparamos con la obtención de muestras de saliva", señala Esplugues, que precisa que, además, la prueba de detección de SARS-Cov-2 en saliva mantiene "una alta sensibilidad".
La saliva es una firme candidata para el diagnóstico de covid-19 porque su recolección es mínimamente invasiva y ha mostrado una sensibilidad comparable a los hisopos nasofaríngeos. Además, la metodología usada por los investigadores del CIPF no requiere de la purificación de RNA.
La directora del CIPF, la doctora Deborah Burks, considera que es una forma de avanzar con las pruebas de cribado, incluso a gran escala: "Es un método muy apto para niños, porque esta metodología se adapta perfectamente a un programa de screening masivo".
Según señala la doctora, es posible detectar pacientes de covid-19 "en estadios muy tempranos o con cargas virales bajas con resultados comparables a las pruebas de PCR a partir de muestras nasofaríngeas.
Por su parte, el doctor Francisco J. Iborra, junto al doctor Fernando Almazan del CSIC, llevan a cabo un estudio sobre las modificaciones que induce el SARS-Cov-2 en el metabolismo celular, ya que los virus, cuando nos infectan, modifican el metabolismo celular en su beneficio, para optimizar su crecimiento y expansión.
"Si descubrimos dianas metabólicas, podremos actuar de manera farmacológica, impidiendo o al menos interfiriendo en la progresión de la infección", señala el doctor Iborra, quien añade que, usando dicha estrategia, han identificado "varias dianas" y están en proceso de validar su impacto en el curso de la infección.
Asimismo, el laboratorio de la doctora Mar Orzáez estudia el papel que desempeñan en la activación del inflamasoma las distintas proteínas que conforman el virus. Este grupo investiga las estrategias farmacológicas que resultarían más adecuadas para inhibir la inflamación inducida por el virus.
“Es ya un hecho demostrado que la activación del inflamasoma ocurre en pacientes graves de covid-19 y existen evidencias que relacionan la magnitud de su activación y su progresión durante la hospitalización, con la evolución clínica del paciente”, señala la investigadora.