VALÈNCIA (EFE). El presidente del Centro Investigación sobre la EconomíaPública, Social y Cooperativa (Ciriec internacional), Alain Arnaud, ha advertido este lunes en Valencia de que el mundo se encuentra en un "periodo traumático" y se enfrenta a "grandes dificultades" que van a dejar "grandes daños desde el punto de vista económico, social y humanitario".
Arnaud, que ha hecho estas afirmaciones durante la inauguración del 33 Congreso Internacional del Cooperativismo, Economía Social y Economía Pública, ha insistido en que la crisis de la covid-19 y la invasión rusa de Ucrania han tenido "consecuencias humanas desastrosas y podrían serlo aún más a escala mundial".
También ha advertido de las "consecuencias nefastas" del sistema económico procedente de las teorías norteamericanas de los 80 "enarbolando la libertad de los mercados" y ha indicado que las crisis "no son fruto del azar, sino consecuencia del exceso de libertad de los mecanismos económicos y de la carencia de cohesión social".
A su juicio, el modelo neoliberal "de que el mercado lo arregla todo" genera "más desigualdad, porque no sabe compartir con igualdad la riqueza, se preocupa poco por proteger el bien común y el medio ambiente. Se preocupa por los beneficios sin reparar en la calidad de vida de la población".
Ha abogado por apoyar modelos económicos que representen los derechos humanos y sociales, y protejan el medioambiente, así como por potenciar una economía que busque el interés colectivo y desarrollar la cooperación entre los distintos agentes económicos para impulsar una economía al servicio de la humanidad.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Cooperativas de la Comunitat Valenciana, Emili Villaescusa, ha considerado fundamental maximizar la contribución de la economía social como agente de cambio para combatir los grandes desafíos de Europa.
"El reto de la economía social es crecer para generar entornos favorables en todos lo países, tener más capacidad de influir en la elaboración de políticas públicas y desarrollar más la economía social".
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha abogado durante su intervención por el estado de bienestar, un modelo social europeo más allá de la economía que protege la dignidad de cada persona y donde el empleo decente es la piedra angular.
Puig ha apostado por la "sociedad de la inclusión" como nuevo modelo social tras la pandemia, basado en la sostenibilidad y el respeto a la igualdad real, y ha defendido la inversión social para "combatir las causas de la desigualdad" y "proteger la democracia".
También por la transformación industrial "inclusiva" basada en innovación, sostenibilidad y un gran pacto energético, y ha urgido a modificar el "relato catastrofista" y ha dicho que hay "base para el optimismo".
Ha subrayado el papel decisivo de Europa y ha indicado que la crisis económico de 2008 eliminó derechos y los populismos de hoy “viven de esa ineficiencia de ayer. Se constata que ninguna política es neutra”.
El alcalde de València, Joan Ribó, ha advertido de que se percibe, tras la covid, una “situación de incertidumbre, con aumento sin precedentes de la inflación y con una perplejidad creciente tras el estallido de la guerra” de Ucrania.
“Ante una crisis económica, la economía social y colaborativa son la receta eficaz para avanzar hacia una sociedad más justa y redistributiva”, ha indicado.
Por su parte, el Premio Nobel de Economia 2008, Paul Krugman, ha advertido de que nos encontramos en un momento en el que hay "demasiadas crisis", aunque "transitorias", pero si en una o dos décadas "no abordamos" cuestiones "gigantes" como la desigualdad y el cambio climático, "nos vamos a enfrentar a un mundo irreconocible, mucho, respecto al de hoy en día".
"Hay tantos problemas en el mundo", ha asegurado Krugman al iniciar la conferencia inaugural del 33 Congreso Internacional del Cooperativismo, Economía Social y Economía Pública que se celebra en València, para referirse a las crisis "transitorias" como las de la inflación, energía, alimentaria o bélica, y ha dicho que, aunque "parece difícil, Europa controlará la inflación".
Se ha mostrado preocupado "no tanto por la energía, pero si por la crisis alimentaria en el mundo. Me preocupa que se produzcan hambrunas" y aunque señala que pasarán, advierte de que quedarán "desigualdades extremas" que están destrozando sociedades".
"Si no estáis aterrorizados, no estáis atentos a lo que ocurre en este mundo", ha dicho Krugman al referirse al cambio climático, del que ha advertido de la necesidad de que las acciones internacionales de los gobiernos estén coordinadas.
"Las políticas públicas deben cambiar, es cierto, pero las piezas que conforman el puzzle pueden colocarse también en acciones más locales geográficamente y con grupos de población más reducidos", ha dicho, para añadir que "los daños al medio ambiente harán que este planeta sea cada vez mas inhabitable para todos".
Ha puesto como ejemplo la parte oeste de EEUU, en la que la falta de lluvia y la sequía está secando los pantanos, que están el 30 por ciento de su capacidad, una situación "extraordinaria" que no se sabe bien cómo afrontar.
Ha mostrado su "esperanza con el milagro" de la tecnología y el progreso de las energías alternativas -fotovoltaica, eólica y del carbón- para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. "Asistimos a esa transición de un entorno de combustibles fósiles a uno de energías renovables, y eso se acrecentará en el futuro".