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Lledó subraya que "no hubo ocultación de nada" 

Ciscar lamenta la "polémica creada artificialmente" con Rueda y confía en la justicia: "Soy inocente"

Foto: ROBER SOLSONA
23/11/2021 - 

VALÈNCIA. (EP) La exdirectora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) Consuelo Ciscar ha vuelto a declarase inocente del presunto fraude en la compra de obras de Gerardo Rueda por parte del museo y ha pedido justicia. También ha lamentado: "He permanecido estoicamente ante un linchamiento mediático de una polémica creada artificialmente y, lo que es peor, incomprensible y superada en el mundo del arte".

Así se ha pronunciado Ciscar en la última sesión del juicio que se sigue contra ella en la Audiencia de Valencia por la pieza 2 del caso IVAM, en el que comparte banquillo junto al ex director económico administrativo del museo Juan Carlos Lledó, y el hijo y heredero del artista, José Luis Rueda.

La pieza principal del procedimiento, centrada en presuntas irregularidades de Ciscar para promocionar la carrera artística de su hijo, Rafael Blasco, conocido como 'Rablaci', acabó en septiembre con una conformidad: Ciscar reconoció que malversó y aceptó la pena de un año y medio de cárcel --frente a los 12 que le pedían--.

En la pieza de Rueda, la Fiscalía ha elevado a definitivas sus conclusiones y reclama para Ciscar la pena de seis años de prisión y multa de 144.000 euros por un delito continuado de prevaricación administrativa, de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público y malversación de caudales públicos en su modalidad agravada. Para Lledó pide cinco años y seis meses de cárcel y multa de 63.000 euros; y para Rueda, cinco años por un delito continuado de malversación. El resto de acusaciones, la popular --Acción Cívica contra la Corrupción-- y particular --Generalitat Valenciana--, también mantienen sus escritos. Las defensas han reclamado la absolución para sus representados.

Ciscar, en el último turno de palabra, ha reiterado su "inocencia" respecto de los hechos enjuiciados y ha destacado varias cuestiones: "las obras adquiridas de Gerardo Rueda por el IVAM son auténticas, legales y válidas; el procedimiento administrativo para la compra ha sido conforme a ley en todo momento; el precio está entre las operaciones más ventajosas para el IVAM desde el punto de vista artístico y económico; y el balance para el museo ha sido espléndido y resulta ridículo confundir valor y prestigio".

"Me siento muy orgullosa de haber contribuido a uno de los periodos más brillantes del IVAM en mis 10 años de dirección. No solo confío en la justicia, sino en que el veredicto sirva para restituir la memoria y el crédito artístico de Gerardo y del museo", ha apostillado.

Ciscar ha destacado que la justicia "comporta reparación" y ella la espera: "Y lo digo desde la humildad debido a tanto sufrimiento como he padecido junto a mis familia y mis amigos durante muchos años", ha asegurado visiblemente emocionada.

Por su parte, Lledó también ha reiterado su inocencia y ha subrayado que los expedientes fueron legales y que "no hubo ocultación de nada". "No he colaborado para defraudar ni un euro del dinero público. No he malversado ni he consentido que se haga", ha apostillado.

Por otro lado, José Luis Rueda se ha mostrado "indignado" por haberse cuestionado la autorización de su padre para reproducir obra y ha asegurado que "no necesitaba el IVAM" en su vida porque su padre ha hecho 600 exposiciones en el mundo. "No he cometido ningún delito y el contrato con el IVAM lo hizo el IVAM. Las obras son auténticas y originales", ha apostillado.

Las defensas

El abogado de Ciscar ha fundamentado su informe en una idea principal: la ejecución por parte del heredero --José Luis-- de la obra --de su padre-- es legal. Así, ha insistido: "Las obras que ejecutó José Luis de forma póstuma son legalmente obras de Gerardo y los peritos de propiedad intelectual lo dejaron meridianamente claro", ha expuesto. "Si algo es legal, entiendo que no cabe que se considere delito", ha apostillado.

En todo caso, ha aseverado que en el hipotético supuesto en el que se pensara que las obras fueron reproducciones, tampoco ve delito. Lo primero, porque es algo habitual en museos. Y, lo segundo porque no le correspondía a Ciscar hacer constar en el contrato que se trataba de reproducciones. "Ni tampoco era la competente en el registro de obras en el museo", ha añadido.

Y ha ido un paso más: "Si tras 20 días de debate entre nueve operaciones jurídicos --durante el juicio-- no hemos conseguido ponernos de acuerdo, ¿por qué vamos a pensar que Consuelo, en 2004 y 2006, estaba absolutamente segura de que estaba adquiriendo reproducciones y decidió ocultarlo deliberadamente al museo?", se ha preguntado.

En esta línea, se ha seguido preguntando: "¿Todo esto es porque Consuelo tuvo el capricho de beneficiar al hijo de un amigo? ¿Ciscar arriesgó su recién estrenado puesto como directora, su prestigio y su libertad por beneficiar al hijo de un artista? ¿No es más lógico pensar que compró obras por estar convencida del valor que tenían y la proyección para el museo?".

Así mismo, ha cuestionado el "plan urdido" por Ciscar y José Luis Rueda al que se refieren las acusaciones: "Si se hubiera dado el milagro de que ambos engañaron al museo y a los expertos, ¿es lógico que se dedicaran a hacer 22 exposiciones itinerantes para dar publicidad a unas obras que habían conseguido encasquetar al IVAM? No tiene ninguna lógica", ha manifestado.

El letrado ha indicado, así mismo, que existían autorizaciones de Gerardo Rueda hacia su hijo para que pudiera reproducir su obra y las acusaciones "nunca lo han impugnado". Y ha señalado que se siguió el procedimiento adecuado para la adquisición de la obra: "Se utilizó el contrato privado y la decisión la tomó la responsable de gestión administrativa. Además, ésta dijo que no hubo injerencia por parte de Ciscar", ha puntualizado.

Sobre el precio, el letrado ha coincido con las acusaciones en que no existió una valoración de las obras en los informes de adquisición pero ha hecho una matización: "fue una operación económicamente ventajosa para el IVAM". Al respecto, ha dicho que el museo pagó unos 3,5 millones por las obras de Rueda pero si se tiene en cuenta lo que se donó, tras las valoraciones de los peritos, habría un superávit para el centro de tres millones: "¿Dónde está el perjuicio patrimonial? ¿Dónde está el delito de malversación?".

Por su parte, el letrado de Lledó, Francisco de Antonio, que ve "malicia" en las acusaciones, ha desvinculado a su representado de cualquier actuación en estos hechos: "Se sienta aquí por ser el director financiero, no por su participación. No pone los precios, no redacta el contrato ni lo firma y no conforma la factura. No ha tenido nada que ver", ha insistido.

Así mismo, se ha referido a que Lledó, como director financiero del IVAM entre 2004 y 2014, ya fue condenado por un delito continuado de prevaricación y malversación, con lo que no puede volver a ser juzgado por lo mismo. "Se está pervirtiendo" la ley, ha dicho.

Por último, el abogado de José Luis Rueda ha indicado que este caso es una burbuja que se ha pinchado y ha explotado. Ha lamentado el "poco rigor" de las acusaciones y ha criticado a la fiscal porque "no le ha importado nada saber la verdad y ha puesto en duda todo lo practicado". Ha asegurado que se vendió al IVAM la obra intelectual de Rueda y que no hubo engaño.

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