VALÈNCIA. Las elecciones autonómicas de este domingo concluyeron con una victoria del bloque de izquierdas -PSPV, Compromís y Unides Podem- frente al de derechas -PPCV, Ciudadanos y Vox- por una diferencia reducida de 52 escaños a 47 que, indudablemente, deja por delante una legislatura delicada para un futuro gobierno del Botànic II en el que, además, habrá nuevas fuerzas políticas dentro del Gobierno valenciano que a priori presidirá el socialista Ximo Puig.
Ahora bien, el recorte de distancia logrado por la derecha implica también una encarnizada lucha dentro de este bloque tras el buen resultado logrado por Ciudadanos frente al PPCV liderado por Isabel Bonig, que estuvo a punto de verse superado por la formación naranja. Así, los 19 escaños conseguidos por el partido de la gaviota con un 18,9% del respaldo se vieron respondidos por los 18 diputados y el 17,4% de apoyo cosechados por la fuerza política encabezada en la Comunitat por Toni Cantó, que aumentó en cinco representantes en relación a 2015.
Una diferencia mínima que pocos sondeos captaron y que evidencia que la irrupción de Vox con 10 escaños castigó únicamente al PPCV y no así a Ciudadanos. Es más, los populares han continuado en esta cita con las urnas con la particular caída libre que iniciaron en 2015: en aquel momento pasaron de 55 escaños a 31 y, en esta ocasión, a 19 diputados. Una cifra que pone en tela de juicio su liderazgo dentro del bloque, más aún cuando en el ámbito estatal la diferencia entre estos dos partidos también ha quedado notablemente enjugada.
En este punto, uno de los pocos consuelos que le queda a Bonig es que no hay gran diferencia entre su voto y el logrado por su jefe de filas, Pablo Casado, en la Comunitat. De hecho, incluso la candidata a la Generalitat logró unos 5.000 votos más que el aspirante a La Moncloa. Precisamente, el desastroso resultado obtenido por el PP en España puede dar oxígeno a la líder valenciana, quien no viene manteniendo una estrecha sintonía con Génova. Si las cosas hubiera rodado bien en el ámbito nacional, Bonig tendría un pie fuera del liderazgo en la Comunitat con este mal resultado, pero ahora todo apunta a unos días de reflexión y análisis en la formación popular para digerir el enorme varapalo sufrido este 28A.
Por otro lado, la entrada de la extrema derecha en Les Corts con diez diputados ha sido, sin duda, notable aunque inferior a la que muchos esperaban y varios sondeos auguraban. Ahora, tras el éxito, la formación que lidera José María Llanos tendrá que hacer arrancar a su grupo parlamentario debutante: o lo que es lo mismo, no pagar la novatada en el trabajo político diario en el hemiciclo frente al resto de partidos que ya tienen experiencia en la cámara.