NOSTÀLGIA DE FUTUR / OPINIÓN

Ciudades donde se decide el futuro 2. La humana Pontevedra

17/03/2022 - 

Hace ya unos meses me propuse ir explicando experiencias, estrategias y decisiones, de ciudades que se enfrentan a desafíos de los que podemos aprender. Empecé por Frankfurt, retratando sus desconocidas contradicciones, su espíritu creativo y su capacidad integradora. 

En este segundo capítulo hablaré de Pontevedra, una de las historias más brillantes del urbanismo próximo, que sigue sin ser del todo conocida, probablemente por las dinámicas centrípetas de nuestros ecosistemas político y mediático. 

En Pontevedra se escucha a los niños jugar en la calle desde el tercer piso del Ayuntamiento, donde su alcalde tiene el despacho. Pontevedra ha ido ganando población mientras otras ciudades gallegas la perdían. En Pontevedra el comercio local tiene una salud de hierro. En Pontevedra se ha abierto un antiguo convento de clausura con infraestructura social con una discusión abierta sobre el futuro del espacio público.

En 1999, cuando Miguel Anxo Fernández Lores fue elegido alcalde después de 12 años en la oposición, se inició inmediatamente el proceso de peatonilización del centro. En un abrir y cerrar de ojos la ciudad se transformó. Dicha transformación requirió de una substancial inversión, pero mucho más modesta que lo que se ha hecho en otras ciudades al crear infaestructura viaria (tuneles, puentes o autopistas). Sin prohibir el uso del coche, garantizando la accesibilidad, pero priorizando a los peatones, se invirtió la pirámide de la movilidad urbana. 

En Pontevedra los accidentes fatales de tráfico son prácticamente inexistentes y las emisiones de CO2 han descendido en un 70%. En Pontevedra no hay centros comerciales. Las familias de Pontevedra se han acostumbrado a la ausencia de ruido de motores, y a la seguridad de las calles, hasta el punto que tienen que redoblar las precauciones cuando visitan otros lugares para no ser atropellados

La ciudad gallega es un referente para arquitectos (David Chipperfield, por ejemplo), urbanistas (Carlos Moreno, quien ideó el modelo de ciudades de 15 minutos impulsado por París), y para gestores de otras ciudades que buscan inspiración para crear ciudades caminables.    La transformación de Pontevedra fue guiada, a principios de este siglo, por un profundo análisis de los clásicos del urbanismo a escala humana (de William White a Jane Jacobs) y por un decidido liderazgo institucional.

En un contexto como el actual, donde las ciudades medias optan a tener un rol importante en la nueva economía, permitiendo que sus jóvenes se queden y sus mayores envejezcan con salud y servicios, donde la inclusión es un pilar del desarrollo, donde se discuten alternativas para las regiones vaciadas, Pontevedra se enfrenta a su siguiente desafío. 

¿Cuál es la próxima iteración de una ciudad a escala humana? ¿Cuáles son las siguientes encrucijadas cuando las calles ya son de todas y todos? ¿A qué aspirar cuándo la calidad urbana es casi perfecta? Pontevedra quiere ser faro otra vez para otras ciudades medias, definiendo sus aspiraciones para los siguientes veinte años. A eso queremos contribuir, la fundación Placemaking Europe, que llevaremos allá nuestras jornadas internacionales Placemaking Week en septiembre de este año. Allí nos vemos.