VALÈNCIA. La Dana del 29 de octubre arrasó gran parte de la comarca de l’Horta Sud y otras zonas del área metropolitana de València. Los municipios afectados enfrentaron desbordamientos en barrancos, así como daños en infraestructuras clave y severos problemas de movilidad y comunicaciones, algo que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta no sólo de estos municipios sino también de otras administraciones a nivel autonómico y estatal, así como el nivel de dependencia de ayudas externas y la solidaridad entre poblaciones.
En ese sentido, el Ayuntamiento de València, que también sufrió los estragos de las inundaciones en tres de sus pedanías -La Torre, Castellar-l'Oliveral y Forn d'Alcedo- puso en marcha un dispositivo para echar un cable a otras localidades próximas. Este apoyo, de carácter altruista y coordinado desde la oficina única postemergencia que creó el consistorio el 4 de noviembre, se ha centrado en el envío de agentes de policía y bomberos y apoyo con camiones de limpieza, bombas de achique y otra maquinaria necesaria para restituir, poco a poco, la tan ansiada normalidad.
Por el momento, el gobierno municipal que dirige María José Catalá ha cifrado la ayuda prestada en 180.000 euros, sin contar los efectivos de Policía y Bomberos. El consistorio ha asumido el coste desde las arcas municipales y solicitará su compensación al Gobierno central en el marco de sus ayudas para la emergencia. Además, recientemente el gobierno local aprobó el protocolo para la cooperación con municipios afectados con medios personales y materiales, y que fue criticado por los socialistas al recoger que el Ayuntamiento no pagará los servicios que se contraten a empresas externas.
Con todo, lo cierto es que la disposición del ejecutivo local, que ha contado con la cooperación del grupo socialista para algunos municipios de l'Horta Sud, ha llegado a localidades como Aldaia, Xirivella, Massanassa o Sedaví, pero otros, como Alaquas, Benetússer, Torrent o Quart de Poblet muestran indignación, decepción o incluso desconocimiento sobre el ofrecimiento de la capital del Túria hasta ahora.
Aunque Xirivella no se ha visto apenas afectada por la Dana, las intensas lluvias sí han dejado daños en infraestructuras públicas y caminos rurales del municipio. En ese sentido, la prioridad del ayuntamiento fue atender las necesidades inmediatas, mientras apoyaba la redistribución de recursos hacia las localidades más castigadas por el temporal. Fuentes del Ayuntamiento de Xirivella señalan a este diario que el panorama en el municipio no fue “tan dantesco” como en otros lugares y, por ello, optaron por solidarizarse y priorizar que la ayuda se dirigiera a otras zonas donde el impacto fue mucho mayor.
Sin embargo, el Ayuntamiento de València desempeñó un papel relevante en el municipio como mediador para facilitar apoyo desde otros puntos de España, como Getafe (Madrid). Además, la colaboración con la Diputación de Valencia y la Generalitat Valenciana ha permitido garantizar las labores de limpieza y reparación en Xirivella, municipio que dirige la alcaldesa popular Paqui Bartual. “Nosotros sí que hemos mantenido todo tipo de comunicación por parte de las administraciones, con formularios para que indicásemos nuestras necesidades”, explican las autoridades locales a Valencia Plaza.
En Massanassa la opinión también es positiva aunque el alcalde, el socialista Paco Comes, relata cómo la ayuda llegó "tarde" en general por parte de todas las administraciones. Sin embargo, reconoce que del Ayuntamiento de València le llamó la alcaldesa para ofrecer "toda la ayuda que hiciera falta". "El ofrecimiento de Catalá lo tengo desde el primer momento", asegura, si bien explica que el consistorio no ha tirado de este apoyo pese a estar en un proceso de "limpieza de alcantarillado, colectores y garajes".
El municipio de Aldaia también se muestra satisfecho con la actuación del Cap i Casal. El ejecutivo local, que dirige el socialista Guillermo Luján, señala que sí ha llegado ayuda desde el consistorio de la capital del Túria. En ese sentido, las fuentes consultadas del Ayuntamiento de Aldaia explican que la ciudad de València ha enviado ayuda "con maquinaria de Fovasa", una de las contratas de limpieza de la ciudad. Asimismo, València va a arreglar un muro perimetral del polideportivo que quedó afectado por las inundaciones.
También la localidad de Sedaví, ha tenido acceso a efectivos prestados por parte del Ayuntamiento de València. Así lo reconoce su alcalde socialista José Francisco Cabanes, quien a preguntas de Valencia Plaza explica que durante más de una semana, su consistorio ha tenido acceso a "unos 15 peones y tres cubas del Ayuntamiento de València". Sobre ello, se muestra agradecido y preguntado sobre si ha sido suficiente, se muestra comprensivo: "Es lo que nos han mandado, imagino que dentro de las posibilidades que han tenido".
Por su parte, en la localidad de Catarroja, las consecuencias del temporal fueron devastadoras, sobre todo en viviendas y polígonos industriales, donde el agua alcanzó hasta dos metros de altura en algunos puntos. Este fenómeno climatológico dejó a numerosos trabajadores en el polígono de El Bony, uno de los más importantes en la región, al mismo tiempo que los vecinos del municipio enfrentaban daños materiales significativos en sus domicilios y comercios. La magnitud del desastre obligó al Ayuntamiento de Catarroja a habilitar sus instalaciones como centro de emergencia para coordinar los rescates y brindar apoyo a las personas evacuadas.
El paso de la Dana en Catarroja evidenció una infraestructura insuficiente para afrontar precipitaciones extremas, lo que complicó todavía más la gestión inicial de la emergencia. Aunque la corporación municipal, que encabeza la alcaldesa socialista Lorena Silvent, solicitó bombas de extracción y maquinaria al Ayuntamiento de València, las autoridades locales aseguran desconocer si la llegada de estos recursos se demoró más de la cuenta. Según fuentes municipales consultadas por Valencia Plaza, “ha habido una clara falta de coordinación estos últimos días y eso está complicando el avance de las tareas de recuperación en el municipio”. Pese a estos obstáculos, Catarroja ha recibido el apoyo de otras administraciones y entidades locales, que han ayudado a paliar las consecuencias inmediatas del temporal.
En cambio, los municipios de Torrent, Benetússer, Alaquàs y Quart de Poblet poseen una opinión totalmente dispar sobre la gestión de la ayuda por parte del Ayuntamiento de València. Por ejemplo, la Dana ha golpeado duramente al municipio de Torrent, donde las intensas lluvias han desbordado el Barranco del Poyo, con lo que provocó la muerte de ocho personas, incluidas dos menores de 3 y 5 años. Las inundaciones anegaron barrios enteros, garajes y viviendas; arrastraron vehículos y dejaron a muchos vecinos incomunicados por cortes en las telecomunicaciones y en el suministro de agua y electricidad. Más aún, infraestructuras clave para el municipio, como la pasarela del Xenillet y tramos de la CV-36, han quedado inoperativas, dificultando los accesos y la movilidad en el municipio.
La respuesta municipal, dirigida por la alcaldesa popular Amparo Folgado, se activó de forma inmediata con el Centro de Coordinación Operativa Municipal (CECOPAL), movilizando recursos locales y coordinándose con la UME y el resto de servicios de emergencia. Las tareas iniciales incluyeron el rescate de personas atrapadas, la limpieza de escombros y el restablecimiento de servicios esenciales. Sin embargo, fuentes municipales consultadas por este diario han expresado su “indignación” por la falta de comunicación y apoyo del Ayuntamiento de València. Según denuncian, "no hemos recibido ni una llamada ni una oferta de ayuda en 20 días", algo que les ha sorprendido, ya que recuerdan que la alcaldesa de València, María José Catalá, también fue primera edil en este municipio entre 2007 y 2012.
Alaquàs también ha padecido la virulencia de la Dana. Con calles sepultadas bajo el lodo y garajes inundados, este panorama ha generado una urgente necesidad en el municipio por contar con maquinaria pesada para retirar escombros, drenar el agua acumulada y limpiar las calles. El alcalde de la localidad, el socialista Toni Saura, asegura a este diario que el Ayuntamiento de Alaquàs intentó gestionar rápidamente sus necesidades más inmediatas; por ejemplo, a través de peticiones de apoyo al Ayuntamiento de València. Recibió la visita de los concejales socialistas de València, que estaban operando como nexo de unión con el gobierno de València, pero las ayudas no se han materializado. “Nos dijeron que trasladaron nuestras necesidades, pero, después de dos semanas, no hemos recibido respuesta”, lamenta el alcalde.
Entre las solicitudes más urgentes se incluyeron camiones y palas para recoger los enseres destrozados en la vía pública y bombas de extracción para los garajes inundados. Sin embargo, la propuesta del Ayuntamiento de València consistió en pasar a Alaquàs un presupuesto para contratar servicios externos. Saura califica la respuesta de “lamentable” y alejada de cualquier gesto de solidaridad, obligando a la localidad a buscar recursos propios o depender de la ayuda de otros municipios como Mislata y Paterna, que sí respondieron rápidamente al grito de auxilio de Alaquàs.
Por su parte, Benetússer también vive una de sus etapas más críticas como municipio tras la Dana. El desastre generó pérdidas materiales significativas, y las primeras horas fueron cruciales para evitar que los daños aumentaran. Sin embargo, la respuesta del Ayuntamiento de València, según la alcaldesa socialista Eva Sanz, ha sido decepcionante. “Pasados diez días contactamos con el grupo socialista de València, pero la respuesta que recibimos fue un presupuesto en lugar de ayuda directa”, explica Sanz, al mismo tiempo que enfatiza que esperaban una respuesta más solidaria de una administración vecina.
El municipio necesitaba con urgencia brigadas de limpieza y contenedores para retirar los escombros acumulados en las calles. A diferencia de València, la ciudad de Sagunto, en la comarca del Camp de Morvedre, respondió rápidamente a la llamada de Benetússer, enviando apoyo desde el primer día. La alcaldesa subraya esta comparación para evidenciar la falta de implicación del Ayuntamiento de València, cuya capacidad logística y recursos habrían sido fundamentales en los momentos más críticos del desastre.
En el caso de Quart de Poblet, el municipio ha percibido los daños de la Dana en su área industrial. Los trabajadores quedaron atrapados durante la noche en instalaciones empresariales, y las conexiones viarias colapsaron, interrumpiendo no solo el acceso, sino también la entrega de suministros esenciales. La magnitud del desastre ha dejado daños en vehículos, infraestructuras y sistemas de comunicación, lo que ha complicado aún más la respuesta ante la emergencia.
El Ayuntamiento de Quart de Poblet, con el apoyo de la UME, bomberos y recursos propios, gestionó las primeras fases de recuperación. Sin embargo, fuentes del gobierno local que dirige la socialista Cristina Mora señalan la ausencia de ayuda por parte del Ayuntamiento de València. "No sabemos de qué manera se ha ofrecido su ayuda, ya que a nosotros no nos consta tal ofrecimiento", apuntan desde la corporación local a este diario. A pesar de las carencias, la colaboración con otros ayuntamientos como el de Almenara y organismos nacionales ha permitido atender las necesidades inmediatas del municipio.
El paso de la Dana por la provincia de Valencia ha evidenciado las vulnerabilidades de los municipios del área metropolitana ante fenómenos climáticos extremos. Mientras algunos aplauden la mediación del Ayuntamiento de València en la crisis, otros denuncian su inacción o falta de coordinación para hacer efectiva la ayuda que solicitan. Pero más allá del color político, estas experiencias subrayan la importancia de fortalecer las estrategias de emergencia y la solidaridad intermunicipal para futuras catástrofes.