CASTELLÓ. Los concesionarios Cobelsa y Aubasa, pertenecientes hasta finales del pasado año a Obinesa, sociedad que sucedió a la extinta Lubasa, y hoy en manos de Inherva del Mediterráneo, cerraron el ejercicio económico del 2017 con sendos balances en positivo, con incrementos en su cifra de negocio del 15,29 y 4,96%, respectivamente, según la información aportada por ambas empresas al Registro Mercantil.
Mientras que los beneficios de la primera de estas compañías -concesionaria de la marca automovilística Toyota y Lexus- superaron los 1,1 millones de euros, una cifra ligeramente inferior a la que registró un año antes, la segunda de las empresas, que comercializa Opel y Saab, cerró el año con 603.291 euros de beneficio.
Estas dos sociedades castellonenses cierran así el último ejercicio bajo la marca heredera de Lubasa -Obinesa- antes del aterrizaje de Atitlan, grupo valenciano que finalmente optó por desprenderse del área de negocio del motor que venía regentando desde hace décadas la compañía fundada por el histórico empresario Luis Batalla. Posteriormente, Atitlan volvería a dar un giro empresarial para convertirse en Mosaiq y prescindir de otro de los emblemas del antiguo conglomerado Batalla al vender la empresa Cerámicas Saloni a la británica Victoria PLC por 97 millones de euros.
Así, Cobelsa cerró 2017 con una cifra de negocios de 16,5 millones de euros, frente a los 14,3 que registró un año antes. Además de destacar el incremento de personal y la ampliación de plantilla hasta alcanzar los 40 empleados, las prioridades de la compañía para este ejercicio pasan por seguir manteniendo su posición de liderazgo en su zona de influencia con una mejora de la los ratios de crecimiento y rentabilidad. En este sentido, a lo largo del pasado año la sociedad tuvo un beneficio de 1,1 millones de euros, lo que le ha permitido que su patrimonio neto haya aumentado con respecto al periodo anterior, ascendiendo a los 1,9 millones de euros.
En lo que concierne a Automóviles Luis Batalla, SA (Aubasa), la cifra de ventas a lo largo del pasado año se ha incrementado un 4,96% con respecto al ejercicio anterior, lo que le ha permitido obtener un resultado de explotación positivo de 236.725 euros, cuando un año antes fue de 46.329 euros. A finales del 2016 el accionista único de esta empresa era Obinesa y el 31 de diciembre del 2017, pasó a manos de Inherba del Mediterráneo, que mantiene el vínculo familiar a través de Luis Enrique Batalla, el mayor de los tres hijos del fundador del grupo empresarial castellonense.