VALÈNCIA. El PPCV liderado por el inminente presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, se encuentra barajando distintas posibilidades de cara al nuevo Gobierno valenciano que relevará al Ejecutivo del Botànic presidido por el socialista Ximo Puig a lo largo de ocho años. Una vez alcanzado el acuerdo con Vox para asegurarse la mayoría a cambio de la Presidencia de Les Corts, la Vicepresidencia Primera y tres áreas (Cultura, Agricultura y Justicia), los populares meditan la estructura y los principales protagonistas que tendrán la misión de gestionar los distintos departamentos.
Un diseño y unos nombramientos en los que, lógicamente, Mazón tendrá la primera y última palabra, si bien algunas de sus personas de confianza también tienen voz en estos fundamentales debates internos que decidirán el devenir del próximo ejecutivo. Uno de ellos es el portavoz adjunto en Les Corts y vicesecretario de Organización, Juan Francisco Pérez Llorca, quien este miércoles en À Punt dejó entrever la posibilidad de que los populares propusieran la continuidad a algunos de los altos cargos del Botànic con el objetivo de asegurar posibles inversiones que están en proceso de negociación.
En unos tiempos políticos de tanta crispación y polarización, suena extraño, aunque quizá no debería serlo. El razonamiento en la formación popular es que existen procesos que se encuentran en marcha liderados por altos cargos del segundo escalón del Botànic, que han conseguido ganarse la confianza de inversores extranjeros y que conocen a la perfección en qué punto están las conversaciones, cuáles son los pasos a seguir y las condiciones que exactamente se vienen negociando. Un relevo abrupto de estos perfiles por otros nuevos, aunque sean competentes, podría ralentizar o entorpecer el aterrizaje de las inversiones debido a la necesaria actualización de los dirigentes recién nombrados. En definitiva, un riesgo de problemas de interlocución que podría ser perjudicial y que, a juicio del PPCV, no hay por qué correr.
Una manera sutil de admitir, por parte del partido de Mazón, que hay varias operaciones iniciadas por el Botànic que son más que interesantes para la Comunitat Valenciana y que han sido bien conducidas por los altos cargos elegidos para ello. Dos ejemplos claros son la llegada ya comprometida de la gigafactoría de baterías de Volkswagen y otro, todavía muy en fase embrionaria, la posibilidad de que Tesla instale una fábrica de coches eléctricos también en tierras valencianas.
Sobre esto, en la formación popular consideran que existen altos cargos del Botànic como la directora general de Internacionalización, María Dolores Parra, de Compromís, cuya labor ha sido muy valorada en estos procesos y en otros relacionados con inversiones de grandes empresas en la Comunitat Valenciana. También es reconocido el papel en estas gestiones de la secretaria autonómica de Modelo Económico, Mako Mira, independiente nombrada por el PSPV, un perfil que algunos dirigentes del PP consideran interesante, si bien en otros sectores de la formación popular aparecen muchas más dudas respecto a si podría encajar en el Ejecutivo de Mazón.
Estas ideas que circulan en el PP no son descabelladas, especialmente si se tiene en cuenta que el propio Carlos Mazón, meses antes de las elecciones, llegó a mostrar su sintonía con el secretario autonómico de Turismo, el socialista Francesc Colomer, por su gestión y, especialmente, por su oposición a la tasa turística. Algo en lo que coincidían plenamente. "Le propondría seguir en mi gobierno", llegó a comentar el entonces candidato del PP en una entrevista. A día de hoy, al parecer no hay propuesta oficial para esta continuidad y se antoja muy difícil que Colomer, militante destacado del PSPV y miembro de la Ejecutiva, pudiera aceptar, pero el interés fue proclamado públicamente.
Lo mismo puede decirse de las mencionadas Parra y Mira. No ha habido contactos con oferta oficial y parece complicado que acabaran diciendo que sí, pero la estrategia resulta clara: a pocos días de la conformación de un Gobierno con Vox y de la celebración de unas elecciones generales, el PPCV quiere demostrar esa imagen centrada de la que ha hecho gala ya con gestos reales, como ha podido comprobarse con el acuerdo con Compromís para su entrada en la Mesa de Les Corts.
A ello se une que realmente le convendría, en la práctica, dar una imagen de continuidad con aquellos cargos que han gestionado las inversiones más relevantes de la pasada legislatura para la Comunitat. De hecho, no sólo se habla de Parra o Mira, sino de los equipos que ambas tienen detrás.
Por otro lado, un perfil que algunas fuentes populares admiten que les interesa es el del director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca. Designado por los socialistas aunque sin carné, se ha hecho cargo durante ocho años de una entidad que arrastraba muchos y variados problemas dejándola en una buena situación. La coincidencia de que su labor ha sido eficiente es generalizada, por lo que para algunos dirigentes del PP podría ser un perfil perfectamente idóneo para la continuidad, especialmente si, como todo apunta, se dota de diversos liderazgos de carácter más bien técnicos en la Conselleria de Hacienda. La gestión en la llegada de fondos europeos y otras -y muy diversas- operaciones que el IVF tiene en marcha, podrían verse dificultadas o ralentizadas por un cambio en la dirección general que, para algunas fuentes populares, no sería necesario por el carácter técnico del puesto tal y como lo ha aplicado Illueca estos años.
Cabe destacar que los altos cargos del Consell no cesan automáticamente cuando se produce el relevo en la Presidencia de la Generalitat, para evitar un vacío de poder. Es el nuevo Consell el que, una vez nombrado, debe aprobar la nueva estructura de gobierno y decidir quiénes ocuparán el segundo y tercer escalón.