VALÈNCIA. Entre los Encuentros Creativos celebrados esta semana por Barreira Arte+Diseño, destaca la charla y taller impartidos por Elsa Yranzo, una de las estilistas gastronómicas más conocidas a nivel nacional. El diseño gastronómico o food design es una disciplina que engloba el diseño, moda y gastronomía para crear una experiencia y transmitir emociones a través de la comida.
El estilismo gastronómico o food design es una disciplina relativamente nueva que surge de utilizar los alimentos y la gastronomía para comunicar de una manera visual y a través de experiencias creativas. Los estilistas gastronómicos dominan la fotografía de un bodegón con distintos alimentos, la selección de la vajilla adecuada para cada plato, la iluminación del espacio, la presentación de un catering para que resulte sorprendente, crear un concepto a partir de la combinación de alimentos con distintos objetos... No son cocineros pero sienten pasión por la comida y son capaces de generar a partir de ella un mundo sensorial y realizar obras de arte para la vista y el paladar.
Los food designers utilizan la gastronomía como medio de expresión y también, en algunos casos, para hacer crítica social. Se inspiran en el arte, las tendencias, la moda o la arquitectura para dar forma a sus creaciones vinculando así gastronomía y cultura.
Elsa Yranzo, es una de las food designer o food artist más importantes de nuestro país. Para ella la gastronomía es un medio de comunicación con el que transmite conceptos, ideas y emociones a través de las experiencias sensoriales y creativas que produce. Es una diseñadora de interiores reconvertida en artista cuyo modo de expresión es todo lo relacionado con la comida y la gastronomía. Su evolución desde el diseño al estilismo gastronómico fue, en su caso, algo muy natural y podría decirse que casi casual. “Estudié diseño de interiores y trabajaba en un estudio que se dedicaba íntegramente al diseño de cocinas, durante ese tiempo trabajé con algunos cocineros y fue ese mi primer contacto directo con la gastronomía. Después, me asocié con una amiga que tenía un catering donde mi función era conseguir que los platos y los eventos que organizábamos fueran más creativos”
A partir de ahí, las posibilidades para construir un concepto y transmitir con la comida crecieron para Elsa de modo exponencial por lo que decidió comenzar su proyecto personal convirtiéndose en una estilista gastronómica que, rodeada de un equipo de expertos en distintas disciplinas, es capaz de generar una experiencia completa en torno a la comida. Elsa Yranzo ha diseñado conceptos gastronómicos para clientes muy distintos: marcas de moda, cosmética, automóviles... y también ha colaborado con artistas plásticos generando un diálogo entre sus obras y los platos pensados para la ocasión.
-¿Cómo es el proceso para generar una experiencia gastronómica a partir de la demanda de un cliente?
-Comienza con el briefing propuesto por el cliente y luego siempre parto de un concepto concreto realizando, poco a poco, un mapa mental donde voy uniendo ideas hasta que puedo definir desde la invitación del evento, el packaging de los platos, cómo se comeran, la iluminación, el espacio o la manera en la que deben ir vestidos los camareros. Cuento con un equipo de profesionales expertos en distintas materias que me ayudan a materializar mis ideas, sobre todo, desde el punto de vista gastronómico.
Yranzo viene de una familia de artistas, su padre es el escultor Antoni Yranzo y su madre es ceramista, por eso no es extraño que parte de su inspiración esté muy vinculada a las artes plásticas.
“Con mi padre, además de compartir espacio, siento que hablamos el mismo idioma a la hora de crear y por eso muchas veces son mis padres los primeros con los que comparto una idea. Siento que forman también parte de mi equipo”
-¿De qué manera influye la moda y las tendencias en tu trabajo?
-No sé si me influye la moda directamente pero sí la tengo en cuenta. Intento mantenerme informada de las tendencias de todos los campos creativos.
-¿Hay algún alimento o comida que por sus características te resulte más atractivo visualmente? ¿Cuál es el que menos fotogénico te parece?
-El mundo de las gelatinas siempre me ha apasionado. Parece fácil pero es, en realidad, muy complicado y muchas veces me imagino colores, formas o texturas que luego me cuesta conseguir que se hagan realidad.
La carne es posiblemente la comida con la que menos me gusta trabajar y no únicamente porque sea vegana. Sin embargo, si el cliente lo pide no me queda otra que incluirla en el proyecto.
Es casi ya un acto compulsivo en nuestros días, fotografiar la comida con el teléfono y compartir la imagen en las redes sociales. Los smartphones sobre la mesa en los restaurantes, a la derecha del cuchillo, como si se tratara de un cubierto más. En la era de Instagram parece que si no se cuenta lo que uno come es que no se disfruta.
-¿Qué importancia tienen las redes sociales para ti como estilista gastronómica? ¿Qué te parece la costumbre de fotografiar los platos en los restaurantes y compartirlo al instante en las redes sociales?
-Las redes sociales son muy importantes, no le dedico mucho tiempo pero sí intento mantener mi perfil de Instagram cuidado y actualizado. Casi todas las marcas me han encontrado a través de esta red social aunque no tengo muchos seguidores.
No te voy a negar que yo a veces soy una de esas personas que fotografía la comida. Sin embargo, me parece muy bien que algunos restaurantes como, por ejemplo Mugaritz, te inviten a dejar el teléfono en la taquilla para poder disfrutar del momento con los cinco sentidos.
Aunque el trabajo de Elsa Yranzo como diseñadora gastronómica cuida el aspecto estético al máximo, no se queda únicamente en la superficie. También utiliza su trabajo para intentar mejorar nuestra relación con la comida y concienciar acerca de muchos problemas sociales que giran en torno a ella como, por ejemplo, el despilfarro de alimentos, el consumo excesivo de plástico en su comercialización o los hábitos alimenticios actuales. La Imperfecta Belleza y Food Design Collective son dos iniciativas de las que forma parte Elsa Yranzo y con las que busca, por medio del diseño, dar visibilidad a problemas relacionados con la alimentación y explorar las fronteras entre la comida, la creatividad, el diseño y la innovación a través de la creatividad femenina.
¿Cómo utilizas tus diseños gastronómicos para concienciar acerca de los problemas sociales que se generan en torno a la alimentación en la actualidad?
-Soy cofundadora de La Imperfecta Belleza, una iniciativa que tiene como objetivo dar visibilidad al problema del despilfarro alimentario. Como diseñadoras hemos explicado un problema, el despilfarro alimentario debido a cuestiones estéticas, de una manera diferente, más visual y artística que es lo que podemos aportar como diseñadoras e intentar así influir en los consumidores.
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