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la caída de la facturación no se refleja de momento en el censo de actividades económicas

La hostelería y el comercio de València, ante un “momento clave” tras año y medio de aguante

12/09/2021 - 

VALÈNCIA. La crisis desatada por la covid-19 lleva cerca de un año y medio midiendo la fortaleza del tejido económico de València, donde el comercio y el sector servicios aglutinan más del 65 % de la actividad productiva. Los meses de parálisis inicial y la posterior coyuntura arrastran así un notable impacto sobre la facturación que, por ahora, no se ha reflejado en el censo de actividades económicas del consistorio, en el que figuran todas las iniciativas económicas realizadas en la ciudad. Una situación que podría cambiar tras este último tramo del año, ya que desde las asociaciones de hosteleros y comerciantes avisan del riesgo de cierre que padecen muchos negocios.

“Estamos en un momento clave”, reconoce el presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), Manuel Espinar, quien subraya que de no recuperarse el volumen de facturación “la situación puede ser catastrófica”. En el padrón económico municipal, publicado recientemente por la Oficina de Estadística del Ayuntamiento con datos referentes a enero de 2021, las nuevas altas todavía superaban a las bajas en las ramas de actividad que hacen referencia al comercio, la restauración y los hospedajes, excepto en casos muy localizados.


Pero tras casi dieciocho meses de aguante, en estos sectores advierten de que la parte más dura de la crisis podría estar por llegar. “El tiempo apremia”, reconoce Espinar, quien mantiene que dos de cada tres concursos de acreedores corresponden ahora al sector de hostelero. “Muchos de ellos son de empresas que tienen menos de diez trabajadores”, asegura.

Según apuntan desde la FEHV, las ayudas del Plan Resistir Plus no han llegado todavía a los comercios, y a partir del próximo marzo los negocios tendrían que empezar a devolver los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Recuperar la facturación anterior a la crisis es por tanto fundamental, y ante este escenario los hosteleros reiteran su petición de relajar el horario de cierre, fijado a las 00.30 horas, y los aforos en interior, limitados al 50 %.

Los comercios valencianos se han encontrado además con el problema añadido de la subida de la luz, que pese las últimas treguas todavía deja hoy el domingo más caro de la historia. Como ya informó este diario, desde la patronal del comercio en la Comunitat Valenciana, Confecomerç, se prevén subidas medias del consumo del 25 %, lo que supondría a los locales comerciales unos 1.000 euros más de gasto anual. Así, y en declaraciones a Valencia Plazael presidente de la asociación, Rafael Torres, reconocía que el pequeño comercio sumaba “un nuevo escollo”.

La reducción de la actividad hostelera se aprecia en Ciutat Vella

Por otro lado, y aunque en líneas generales las consecuencias de la covid-19 no se han trasladado al último censo de actividad económica, sí existen casos concretos en los que el cambio de tendencia es muy reseñable. Ocurre así en el distrito de Ciutat Vella, donde el balance de inscripciones de los servicios de alimentación, entre los que se encuentran restaurantes, bares y cafeterías, está en negativo por primera vez en una década. El padrón económico, elaborado con los registros del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) del Ministerio de Hacienda, recoge así una caída de la actividad hostelera del 1,7 % en el distrito más céntrico de la ciudad.

De esta manera, el número de iniciativas de servicios de alimentación registradas en Ciutat Vella, un área donde el turismo tiene un papel fundamental, es ahora de 870. En este sentido, colectivos sociales y asociaciones vecinales ya avanzaron en junio, con el 'Estudio sobre el Impacto de la Crisis de la covid-19 en el Centro Histórico', que el impacto de la pandemia sobre los negocios era bastante o muy negativo para el 90 % de los encuestados. Ello convertía a las consecuencias económicas del virus en el problema más grave de la zona, ya que, según reconocían, había provocado cierres definitivos y problemas de supervivencia.

El comercio de productos farmacéuticos y del hogar, la otra cara de la moneda 

En el lado opuesto, la expansión del coronavirus habría podido influir en el crecimiento explosivo de determinadas actividades laborales, como es el caso de la venta de productos farmacéuticos, de perfumería y para el mantenimiento del hogar. Tras la conclusión de 2020, el volumen de iniciativas económicas vinculadas al comercio al por mayor de estos artículos creció casi un 16 % en València, lo que supone su mayor crecimiento en diez años. En el caso del comercio al por menor, su aumento fue también reseñable, del 5,1 %.

Del mismo modo, y por lo que respecta a la alimentación, la pandemia no ha ayudado a detener la caída de la actividad en aquellas modalidades en las que ya se reducían las cifras en años anteriores, como ocurría en el comercio de pescado, pan, tabaco o carne. Ello contrasta, no obstante, con el incremento del comercio al por menor de alimentos y bebida en general, donde están incluidos los supermercados, que encajan su mayor subida desde 2014 (4,6 %). A la vez, la venta de productos correo o catálogo, que incluye al comercio electrónico, se apunta también un aumento del 25,1 % respecto a enero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia.

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