ALICANTE.- Parece que en los últimos tiempos Alicante se ha dejado llevar por una inercia de iniciativas que han tomado la viñeta por bandera. Se percibe un nuevo ecosistema cultural, pero no solo como contenedor de nuevos proyectos sobre el arte secuencial, sino también como lugar de lanzamiento y consolidación de autores alicantinos que dejan hoy sobradas muestras de su buen hacer. Prueba de ello es sin duda el reconocimiento a Pablo Auladell, ilustrador e historietista alicantino galardonado recientemente con el Premio Nacional de Cómic 2016, por su recreación de El paraíso perdido, de John Milton. Con un estilo medido y con una exquisita sensibilidad para el trazo y el dibujo (prueba de ello son las siguientes páginas) se muestra un magnífico contador de historias personales que al mismo tiempo pueden resultar universales. Un león majestuoso en su pedestal añora las maravillas del Edén vivido, a las que un día se asemejó nuestra ciudad.
Pero volviendo a ese ecosistema de viñetas que asoma cada vez más en Alicante, hay que decir que sería injusto colgarse medallas sin hablar de grandes dibujantes como Jordi Franch Cubells (1936-1980), que distribuyó sus dibujos por todo el mundo a través de la Agencia Bardon Art, o por supuesto Francisco Fuentes Manuel (1929-1994), conocido artísticamente como Fuentes Man, que dibujó historietas para la editorial Bruguera, además de dotar a El Capitán Trueno de una personalidad propia, gracias a su estilo y madurez. Tras ellos llegaría una nueva generación encabezada por Juan Soler o Antonio Escolano, a los que seguirán autores como Juaco Vizuete o el citado Auladell y más recientemente Pablo Durá o Carles Esquembre.
(Lea el artículo completo en el número 1 de la revista Plaza de Alicante)