VALÈNCIA. La actuación urbanística en el bosque de la Torre del Pirata de Godella comenzará a finales de este mes. El Plan de Actuación Integral (PAI), aprobado el pasado jueves en el pleno extraordinario convocado por el Ayuntamiento, supone la construcción de 447 viviendas en las que se instalarán 1.500 personas.
Tras dos décadas de incertidumbre y entramados judiciales que parecían no tener fin, este jueves se ha firmado el acta de reinicio de las obras, lo que supone un gran avance en el proceso administrativo. Ahora, solamente falta que el agente urbanizador, responsable de la gestión, aporte la fianza necesaria para proceder a la firma del convenio. Según han explicado desde el área de Urbanismo del Consistorio, siguiendo los plazos indicados, se dispone de un máximo de 10 días para finalizar los trámites, de manera que este mismo mes de octubre empezarían las excavaciones.
A lo largo de todo este tiempo, la situación ha despertado las críticas de la ciudadanía y de asociaciones ecológicas que intentan salvar el "pulmón verde" del municipio. Colectivos como "Asociación Vecinal Salvem la Torreta del Pirata", "Godella en Lluita" y "Natura Godella" temen la destrucción de un entorno de 15 hectáreas del que destacan su biodiversidad en fauna y flora.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Godella insiste en que no les queda otra opción. Cabe recordar que el PAI se aprobó en 2002, hace 20 años, pero la inactividad del antiguo urbanizador supuso el origen de esta problemática. El retraso y la paralización de la intervención conllevaron a declarar la caducidad en 2018. No obstante, las alegaciones presentadas por los propietarios concluyeron en la nulidad de la caducidad en 2020. Se trata de una montaña rusa de vaivenes que se siguen cuestionando en la actualidad. Por el momento, la Agencia Valenciana Antifraude ha instado al Consistorio a imponer una sanción de 2,2 millones de euros al primer agente urbanizador por el incumplimiento del plazo de ejecución de las obras.
Respecto a la puesta en marcha actual, el concejal de Urbanismo, Carles Duran, afirma: "Hemos hecho un proceso totalmente garantista, los procedimientos que estamos siguiendo son los marcados por la legislación y por nuestros técnicos. No estoy dispuesto a jugarme la vida y el futuro del pueblo en muchos ámbitos, en el educativo, social, deportivo o cultural. Es una decisión difícil, pero responsable". Según sostiene, revertir el PAI supondría un coste millonario y un bloqueo absoluto.
En el último pleno, la formación de Unides Podem-EU fue la única que se posicionó en contra de la aprobación del PAI. Tras conocer las intenciones de comenzar las obras en breves, la concejal y portavoz, Irene Ferré, expresa: "El gobierno (Compromís + PSOE) ha intentado acelerar la urbanización viendo que se acercaban elecciones, impidiendo un nuevo plan general. Apoyar a las grandes empresas, Bertolín en este caso, mentir a la ciudadanía, esconderse de la opinión pública y argumentar la ruina del pueblo, es el modus operandi de los políticos que gobiernan Godella. No hay que olvidarlo".
"Se ha decidido seguir adelante, a escondidas del público y engañando incluso sobre el lugar de la firma, mediante un acta de replanteo de obras que citaba a las partes en la calle Montgó cuando lo hacían en el ayuntamiento", añade Ferré. Este jueves, los vecinos y vecinas acudieron al lugar indicado con una hora de antelación, pero, según declaran, nadie apareció.
Además, los habitantes sienten que su opinión no se ha tenido en cuenta en ningún momento. Han presentado más de 2.000 firmas y más de 400 alegaciones, todas desestimadas. De hecho, Alfredo Marín, presidente de la Asociación Salvem la Torreta del Pirata, indica que han recibido una respuesta genérica a las alegaciones el mismo día de la firma del acta de replanteo, una vez que la cuestión ya se había aprobado en el pleno municipal. Por ello, buscan ponerse en manos de profesionales con el fin de encontrar una solución a la ejecución que está cada vez más cerca.
Es cuestión de días que llegue el momento que marcará la historia de la localidad para siempre. Una historia de luchas internas durante dos décadas, de sentencias, de manifestaciones y de irregularidades que concluirán con la llegada de un nuevo barrio residencial al bosque. Porque, a pesar de que han hecho falta dos décadas para verlo de cerca, ahora la actuación avanza a un ritmo frenético casi imposible de parar.