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el botánico presenta un libro sobre la flora, la fauna y los fósiles de la zona

La naturaleza responde: Alfredo Marín pone en valor la biodiversidad de la Torre del Pirata de Godella

8/12/2021 - 

VALÈNCIA. Descubrir, redescubrir o, simplemente, disfrutar de un recorrido por plena naturaleza por uno de los pocos parajes vírgenes que quedan en Godella. Estas son algunas de las sensaciones que cualquier persona que pase por la Torre del Pirata de la localidad de l'Horta Nord puede experimentar. Sin embargo, son solo algunos privilegiados los que saben qué secretos esconde esta zona verde en cuanto a flora, fauna o incluso fósiles. Hasta ahora.

El experto en botánica Alfredo Marín nos ofrece un paseo por este paraje natural, del cual presenta este viernes un estudio o "guía", como él lo define, sobre la biodiversidad de la Cañada de Trilles -así es su nombre oficial-. Acompañado del prestigioso botánico Gerardo Stübing, Marín resaltará la riqueza de esta zona verde. Se trata de una clasificación "para profanos en el tema botánico, amantes de la curiosidad y la naturaleza", en la que el autor cataloga las distintas plantas que él mismo ha ido recogiendo del entorno para, a posteriori, clasificarlas por colores e indicar, por cada una de ellas, su nombre científico y común, una pequeña descripción, el hábitat en el que crecen, los usos que se les puede dar -por ejemplo, para infusiones o ungüentos- y si existe algún grado de toxicidad.

"Tengo alrededor de dos centenares de plantas recolectadas, al principio tenía simple curiosidad porque paseaba con mi perrita por aquí y al ver la diversidad de la zona decidí hacer un herbolario, sin ninguna pretensión", comenta el autor. No obstante, lo cierto es que este libro nace en medio de la polémica. Y es que esta guía sale a la luz cuando el PAI de la Torre del Pirata sigue vigente. En este sentido, el experto lo tiene claro: "siempre digo que esto no va de colores políticos. No se trata de izquierdas o de derechas, se trata de defender uno de los pocos pulmones verdes que quedan en Godella".

Fue en junio del año pasado cuando, al entrar unas máquinas excavadoras en el paraje, los vecinos y vecinas se empezaron a movilizar con la intención de conservar la zona tal y como está ahora. En ese momento se formó la asociación 'Salvemos la Torre del Pirata, pulmón verde', la cual preside el mismo Marín. "Hemos hecho algunas acciones para que la gente conozca y valore lo que tenemos, como una excursión en la que fui explicando a la gente del pueblo la biodiversidad que hay. Actualmente estamos recogiendo firmas para presentarlas al ayuntamiento próximamente", declara.

Crónica de un polémico PAI

La historia del PAI de la Torre del Pirata comienza hace más de treinta años, ya que desde entonces está calificado como suelo urbanizable y se trata de una propiedad privada. Pero la crisis del 2008 llegó y en los siguientes años no se vio ninguna intención de edificar la zona. Por eso, diez años después el consistorio de Godella declaró la nulidad del PAI. Fue ahí cuando la promotora reclamó su derecho a construir y, en 2020, el pleno del ayuntamiento desestimó lo que había votado anteriormente: se aprobó la caducidad de la caducidad del PAI y la empresa volvió a tener permiso para urbanizar.

 

A pesar de ello, el terreno sigue intacto, ya que el vecindario se ha movilizado no solo con la recogida de firmas o las distintas excursiones, sino que la asociación presentó un contencioso administrativo contra el ayuntamiento, en el cual la formación vecinal salió perdiendo. "Para sufragar costes, el 25% de la recaudación del libro está destinado a la asociación, que puede suponer un granito de arena, además de poner en valor la biodiversidad del paraje", declara Marín. 

Además, otra de las alegaciones que tanto las asociaciones como los partidos defensores de la nulidad del PAI han puesto sobre la mesa son los problemas de inundabilidad, ya que cuando hay aguas pluviales el barranco se desborda y la Torre del Pirata hace de barrera para que el agua no llegue al pueblo. Así lo ha expresado el autor y vecino afectado: "si edifican, no va a haber nada que impida que se inunden las calles. Ahora ya tenemos problemas con esto, imagina si se quitara parte de la naturaleza de la zona".

A pesar de ello, el ayuntamiento ya recordó el año pasado que el terreno no se encuentra protegido bajo ninguna ley específica y concretó que el permiso de construcción sigue vigente. Es más, el equipo de gobierno ha manifestado en reiteradas ocasiones que, en el caso de que el PAI no se ejecutara, las arcas públicas tendrían que lidiar con el coste de las alegaciones presentadas por los propietarios del terreno. Así, el proyecto sigue adelante pero, según han concretado desde el ayuntamiento, esto no significa que la constructora tenga rienda suelta: piden que se ajuste a los criterios de sostenibilidad vigentes y que controle los problemas de inundaciones sin que afecte al barranco del municipio.

 

Los otros puntos fuertes: fauna y fósiles

Conforme avanzamos en el paseo, el autor nos indica con ímpetu distintas plantas que resaltan y que están explicadas en el libro, como las orquídeas, las algarrobas o la hierba oliva, además de algunos árboles muy característicos por su forma como el pino carrasco y el piñonero. Asimismo, el estudio de Marín se sustenta en dos pilares más aparte de la botánica: los animales que habitan en la Torre del Pirata y los fósiles que allí se encuentran. De esta forma, el autor destaca los erizos morunos o los conejos, pero también los reptiles o las aves como el búho real, residente del paraje de l'Horta Nord. Así, esta zona verde deja pistas a quien la visite sobre sus habitantes, ya que se puede ver desde la piel de una serpiente hasta una familia de zorros. 

Lo que no se imagina el senderista común es que en esta cañada de Godella también se pueden encontrar fósiles. Una parte de la guía de Marín está dedicada al yacimiento paleontológico del municipio, que cuenta no solo con la descripción de los fósiles, sino con una investigación de la zona por el biólogo Francisco Sanchis sobre su geología. Es por eso que en un punto determinado de la cañada Marín nos muestra algunos fósiles y su plasmación en el libro. Es más, también nos indica que al final de la obra hace un pequeño homenaje al Clot de Barrabás y a la investigación que realizó el experto José Ortega antes de que se edificara.

 

Como sentencia el autor, "todos los expertos coinciden en que no tirarían el paraje, pero no hay nada que nos avale su protección pese a su valor ecológico. Por lo menos, con el libro pretendo que se ponga en valor la biodiversidad de la Torre del Pirata, aunque puede que la mitad de ella desaparezca con la aprobación del PAI". Ya en el final del paseo llegamos a lo que queda de la famosa torre, de la que actualmente solo se encuentra la base. Nuestro guía particular cuenta que junto a su mujer y unos vecinos fueron poniendo las piedras sueltas y construyeron, en la medida de lo posible, una pequeña muestra de lo que fue esta edificación del siglo XIX, como calcula Marín.

 

Al final del trayecto, el autor del libro expresa que la intención de la asociación no es quitarle el derecho a la promotora, pero a su vez se niega a dar por perdido uno de los últimos pulmones verdes de Godella. Según especifica, con la ejecución del PAI se perderían muchas de las especies animales y vegetales de la zona. Pese a que inicialmente el libro empezó como un pasatiempo para él, actualmente forma parte de la lucha vecinal por proteger esta muntanyeta. Como él mismo concluye, "lo importante es conservar la biodiversidad de nuestro entorno, que cada vez está más amenazada, pero con más apoyo que nunca".

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