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opinión

Cómo prepararse ante la llegada de una posible crisis de deuda

Si los políticos no rectifican, la próxima crisis será de deuda y la única duda entonces será cuándo se perderá la confianza en los bonos

1/12/2023 - 

MADRID. Si los políticos no rectifican, la próxima crisis será de deuda. La única duda entonces será cuándo, cuándo se perderá la confianza en esos papelitos que son los bonos que emiten los países. Todas las crisis anteriores se han debido a algún tipo de exceso. En el 'crash del 29' fue la euforia que convirtió a la bolsa en un casino; en la crisis de las 'puntocom' las expectativas temporales porque los inversores pensaban que Amazon iba a ser ya en el año 2000 el gigante en el que se convirtió en 2021; en 2008 con las hipotecas subprime fue un exceso de avaricia mezclado con la confianza en los bancos y la de la renta fija; en 2022 fue fruto de la estupidez por comprar bonos en los que el inversor pagaba por prestar a los estados...

Si finalmente estalla una crisis de deuda será por un exceso de incompetencia política. La deuda se ha convertido en el bálsamo de Fierabrás que resuelve todo tipo de problemas y cualquier atisbo de recesión se solventa, por parte de los políticos, a base de seguir emitiendo dinero o deuda sin intentar soluciones más creativas o valientes. Ya lo hicieron con la pandemia de la covid-19 y ahora con los fondos Next Generation en Europa o a base de gasto en infraestructuras, como sucede en Estados Unidos. En el año 2005 había 7 billones de deuda en EE UU, ahora son 33,8 millones. En apenas un año Estados Unidos ha duplicado su déficit e incluso países que tenían superávit como Alemania ya están en zona de déficit.

La caída del bono americano ha llevado los precios a niveles que no se veían desde 1980. Estamos ante un síntoma muy malo o ante una gran oportunidad, pero ¿cómo podemos saber si estamos en el desinflamiento de la burbuja de los bonos o algo peor como una pérdida de confianza? La clave está en los tipos de interés reales, que se miden por la diferencia entre la rentabilidad del bono menos la inflación. Estos tipos están a un nivel elevado, comparable al de 2006 y eso está muy bien para el inversor porque el bono es un activo seguro sin riesgo de impago. Sin embargo, ¿qué pasa si baja la inflación y siguen subiendo los tipos de interés reales de los bonos?, en ese caso ya no sería un movimiento tan normal y podría ser el primer síntoma de pérdida de confianza y de la consiguiente crisis de deuda.


La clave de cualquier crisis es que siempre que cae el precio de un activo sube el de otro. Es lo que se llaman correlaciones. Cada crisis tuvo una serie de activos que lo hicieron mejor que el resto:

  • Crash del 29 (1929): Oro
  • Empresas 'puntocom' (2000): Oro, bonos, el franco suizo y posiciones cortas sobre renta variable.
  • Hipotecas subprime (2008): Oro, Bonos, el franco suizo y posiciones cortas sobre renta variable.
  • Burbuja de la renta fija (2022): materias primas y posiciones cortas sobre renta fija.
  • Hipotética crisis de deuda: todo lo que no dependa de la confianza en los bancos centrales y otros activos que ya estamos valorando.

Como inversores hay que estar preparados ante la crisis de deuda y eso se hace con dos herramientas: un asesor independiente, libre de conflicto de interés, y una plataforma de inversión multiproducto que trabaje con un catálogo lo más amplio posible donde elegir los productos adecuados.

Crecimiento artificial

La crisis de deuda puede llegar mañana, dentro de un mes, dos años o no llegar a hacerlo. Mientras tanto, los inversores no pueden ni deben sentarse a esperar. Es posible sacar partido de los tipos altos y la forma de hacerlo es buscar el equilibrio entre el riesgo y la rentabilidad. Al final se trata de aprovechar que los políticos disparan con 'pólvora del Rey' y que ese endeudamiento también genera crecimiento, aunque sea artificial. Este crecimiento se traduce en ingresos para las empresas, lo que cristaliza en subidas de bolsa. Mientras las empresas ganen, se reflejará en sus cotizaciones y podemos incluso ver un rally alcista. En otras palabras, no hay problemas en invertir en bolsa y renta variable si los gobiernos siguen gastando mientras les funcione el truco de apagar todo con dinero.

En esta situación, hay que estar muy preparados porque, si bien las crisis de deuda no siempre avisan, cuando lo hacen es con un debilitamiento de la divisa y el aumento de los tipos de interés de los bonos sin que aumente la inflación, como ocurrió con la crisis del euro. Hasta entonces, lo más importante estar preparados, saber a qué atenernos, conocer las señales y los refugios, contar con el asesor que nos puede avisar y decir qué hacer. Y, mientras tanto ya que los políticos se endeudan y van a hacernos pagar tipos altos, por lo menos aprovecharlo. Un buen asesor financiero independiente puede ayudarte a hacerlo.

Víctor Alvargonzález es director de estrategia de la firma de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance

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