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DESAYUNO vp con la universidad europea

¿Cómo será el turismo en 2023? Retos y oportunidades en la Comunitat Valenciana

27/05/2019 - 

VALÈNCIA. ¿Cómo será el turismo en 2023 en la Comunitat Valenciana? Esta es la pregunta a la que se intentó dar luz este miércoles en un desayuno organizado por Valencia Plaza y la Universidad Europea de Valencia en el Hotel Valencia Palace. Al encuentro asistieron Josep Gisbert, director general de Turismo, Evarist Caselles, director del Patronat de Turisme de València, Toni Bernabé, director de Turismo Valencia y Enrique Vidal, director General de Cacsa. 

También estuvieron presentes José Luis Pérez, gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, Manuel Espinar, presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), Begoña Rodrigo, chef del Restaurante La Salita, Renato Peña, director de operaciones del área vacacional y grupos de Consultia Travel, Manuel Casanova, socio Fundador de Talentum, José Más, director de Viajes Transvia y Jesús Terrés, crítico Gastronómico y director Guía Hedonista. 

Para cerrar la mesa de profesionales asistieron MªÁngeles Torre, consultora en Estrategia y Gestión Sostenible de los Destinos Turísticos, David Sánchez, director de The Music Republic, Emmanuel Haze, director académico del Área de Traducción, Lenguas, Gestión Turística y del Ocio de la Universidad Europea de Valencia e Issa Torres, profesora del Grado en Gestión Turística y del Ocio de la  Universidad Europea Valencia.

Emmanuel Haze, director académico del Área de Traducción, Lenguas, Gestión Turística y del Ocio Universidad Europea de Valencia, habló a los asistentes de la puesta en marcha de un Grado de Gestión Turística y del Ocio para el que están perfeccionando el plan de estudios. "Hay muchos retos en todos nuestros sectores y tenemos que intentar aportar soluciones", señalaba. "Tenemos que trasladar estos retos a los jóvenes que no están alrededor de la mesa pero sí en las universidades porque pueden aportar nuevos puntos de vista". 

La necesidad de segmentar por producto

La Comunitat Valenciana ha volcado los esfuerzos en su estrategia turística y, como apuntaba el director general de Turismo, Josep Gisbert, la autonomía tiene argumentos "de sobra" para ofrecer productos complementarios al sol y playa. "Nunca hay que renunciar a él, es fundamental. Somos la primera comunidad autónoma con banderas azules, 135, y generar productos complementarios es nuestro reto", reconocía. 

Desde Turisme Comunitat Valenciana han puesto en marcha el programa Crea Turisme, donde definen productos en el marco del turismo rural, cultural o deportivo. "La Comunitat Valenciana es muy amplia y muchas zonas del interior ven el turismo como una esperanza", recordaba. "Hay que utilizar la ciudad de València para que accedan a otros productos". 

También salía a colación la necesidad de comunicarse con la nueva generación de viajeros. "Hay que conocer muy bien al nuevo turista, cómo comunicarse con él y a partir de ahí diseñar una estrategia para posicionarse en los elementos en los que seas más competitivos", señalaba Toni Bernabé, director de Turismo Valencia, quien insistía en la necesidad de trabajar más en clave de producto y de segmentar trabajando de forma más especializada. "La estrategia del territorio ha estado basada en marcas locales", reconocía. "Hay que darle un giro".

"Buen clima, gastronomía y cultura como potencialidades son los ejes del turismo", recodaba Bernabé. "Los territorios atraen por elementos de su cultura, de su naturaleza y su patrimonio que luego debe segmentarse por nichos, proceso en el que estamos inmersos", señalaba.  El director de Turismo Valencia hacía referencia a grandes eventos celebrados en la ciudad, como la America's Cup o la Fórmula 1. "Comunicábamos muy bien internamente pero se comunicaba mal fuera", lamentaba. "Cuando llegué a la fundación me encontré con que todos los folletos eran iguales, para vender el cine y para vender el deporte".

Evarist Caselles, director del Patronat de Turisme de València, apuntaba al género específico que supone el turismo 'urbano experiencial'. "La gente está buscando experiencias, actividades y la gastronomía se presenta como un terreno más que interesante", señalaba, mientras que Enrique Vidal, director general de Cacsa, incidía en la importancia de comunicar a los ciudadanos qué supone la industria turística para la autonomía, que en la actualidad muchos ven como un estorbo. "A mí me preocupa que para este producto que estamos creando ahora, no estemos pensando cómo lo vendemos al resto de nuestros ciudadanos. Debemos tener cuidado con la masificación. Por ejemplo, ¿qué ventaja tiene el turismo de crucero? Para Cacsa es una externalidad negativa", reconocía.

La gastronomía y la necesidad de replantear el modelo 

Manuel Espinar, presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), insistía en que hay turistas que vienen a la ciudad atraídos por la gastronomía y los cifraba entre el 16 y el 18%. "La gastronomía es el producto estrella que tiene la ciudad", señalaba. "El elenco de cocineros está bien posicionado. Hay que apostar duramente por la gastronomía y hacerlo un elemento tractor del turismo en la Comunitat Valenciana". Pese a la petición, Espinar aseguró tener la sensación de ser los hosteleros empresarios de segundo nivel.

"Hay que poner barreras de entrada, un nivel mínimo de cualificación", señalaba. "Somos asignaturas marías tanto en la formación como en la administración", recalcaba, a la vez que pedía una concejalía únicamente para el sector. Mientras, Begoña Rodrigo, chef del Restaurante La Salita, opinaba que València es "una ciudad muy aburrida"al no tener lugares a los que ir a tomar una copa o ver un concierto de rock, por ejemplo. "Esto genera que haya un cierto tipo de gente que no se acerca porque, cuando vamos a un sitio, lo queremos todo, el pack completo", apuntaba.

"Los modelos de negocio están totalmente obsoletos. Los restaurantes se abren para comidas y cenas, no se presentan opciones alternativas", apuntaba y señalaba a la administración la necesidad de cambiar convenios para explotar en mayor medida los espacios, como poder alargar las horas en los restaurantes, que actualmente cierran a la 01:30. También apuntaba a las instalaciones. "Los hoteles en València están empezando a cambiar, pero hasta ahora tenía un perfil rancio que no era atractivo para determinado tipo de clientela", insistía.

Jesús Terrés, crítico Gastronómico y director Guía Hedonista, recordaba que es en la Comunitat Valenciana donde los turistas internacionales realizan un mayor desembolso en productos alimenticios respecto al total del gasto del viaje, según un informe de KPMG. "Tenemos un complejo valenciano con el que cuesta ver este dato, sorprende que seamos la comunidad en la que más gastan en gastronomía los turistas respecto al total del viaje", señalaba. No obstante, insistía en el problema de los modelos. "Tenemos un pequeño problema de tejido gastronómico. Tenemos afluencia de gente, tenemos huerta,... lo que no tenemos son los suficientes modelos para ofrecer todas las soluciones".

"En la gastronomía tenemos una gran oportunidad y la Comunitat Valenciana tiene un plus respecto a otros territorios. Está calando cada vez más nuestro lema de Mediterráneo en Vivo", recordaba Gisbert. "La gastronomía no es un producto complementario, es un producto íntegro y el resto de subproductos giran alrededor de ella", insistía Espinar.

¿Y el turismo deportivo?

José Más, director de Viajes Transvia, opinaba que la asignatura pendiente de la ciudad es decidir cuál será el segundo sello fuerte tras el sol y playa. "¿Nosotros vamos a competir con la gastronomía de Madrid o el País Vasco? ¿Es gastronomía que los restaurantes de los hoteles estén vacíos?", señalaba. "Mi apuesta es por el deporte. Tenemos todos los factores a favor para que, si queremos que la Comunitat Valenciana se diferencie del resto de comunidades, se posicione en turismo deportivo", insistía.

Renato Peña, director de operaciones del área vacacional y grupos de Consultia Travel, también recalcaba que el turismo deportivo abarca todo el territorio."Se puede apostar fuera de temporada por las estancias deportivas de fútbol o de ciclismo, por ejemplo, al poderse practicar en la Comunitat Valenciana por sus condiciones climáticas". Peña hacía referencia a escuelas de tenis como las de David Ferrer o Juan Carlos Ferrero en sus academias. "Tenemos que definir qué queremos, pero es difícil aunar la estrategia de la ciudad de València con la del resto de territorio", apuntaba.

"Vivimos en una ciudad fantástica y se está trabajando mucho para definir qué se quiere de València", apuntaba Manuel Casanova, socio Fundador Talentum. "Nos falta una comunicación más especializada por producto. Tenemos muchísimos activos, eventos, pero nos falta organizarlo, ordenarlo y, sobre todo, comunicarlo". Casanova insistía en que cuando hubo un premio de la F1 no se sabía ni que era aquí. "València es un cañonazo con todo lo que tenemos y tenemos mucho que contar y vender". Además, recalcaba el caso de éxito que supone el running. "La gente identifica que València es una buena ciudad para correr y eso ayuda mucho a comunicar de forma especializada".

MªÁngeles Torre, consultora en Estrategia y Gestión Sostenible de los Destinos Turísticos, apuntaba al potencial de la Comunitat Valenciana para explotar el turismo de salud y bienestar, que atrae a turistas con un alto poder adquisitivo. "Sobre todo en la parte de Alicante, pero también puede ser en Castellón y València y también deportivo", recalcaba.

La cultura y los conciertos

José Luis Pérez, director gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, señalaba que el 25% de sus visitantes son extranjeros. "Nuestra experiencia es que la cultura es un motor de atracción para la ciudadanía y si algo había en València era hambre de cultura, de manera que hemos pasado de 71.000 visitantes a 343.000 en tres años en el Centre del Carme", recordaba. "Se ha puesto en marcha todo un producto de cultura y turismo y estamos teniendo un retorno bastante importante. Por ejemplo, pusimos un espacio de bebés de 0 a 3 años en el museo, algo pionero. Hemos encontrado una gran respuesta italiana y francesa en prensa y muchos turistas llegan preguntando por este espacio", señalaba Pérez.

"Cuando las personas viajamos a otras ciudades buscamos experiencia y nos define esa cultura. Algunas ciudades se han convertido en no lugares, igual que una estación o un aeropuerto. Las marcas se han expandido de una forma global y la cultura es uno de los elementos que nos identifica. La gente que produce cultura en la ciudad no es aburrida. Si algo tiene la ciudad es una capacidad de crear un producto cultural importante".

"Tenemos una atmósfera perfecta para que el producto musical triunfe pero esto es peor que un parto", apuntaba David Sánchez, director de The Music Republic. "Tenemos que decidir qué queremos ser de mayor. No podemos hacer un festival grande porque no hay espacio, no hay grandes salas para invierno. La administración tiene que decidir qué espacios quiere destinar para acoger grandes eventos como conciertos y prepararlo", insistía. "Si esto no se soluciona, València nunca se va a hacer líder". De hecho, aseguraba que las ventas de entradas en Cataluña desde el punto de vista cultural han caído hasta en un 40%. "Es una gran oportunidad si definimos espacios para traer productos de calidad", insistía y señalaba al retraso en el proceso de otorgar licencias del Ayuntamiento de València. "La administración sigue limitando mucho el que València sea punta de lanza por la parte técnica".

Un turismo sostenible

Issa Torres, profesora del Grado en Gestión Turística y del Ocio Universidad Europea Valencia, insistía en la necesidad de saber qué modelo de crecimiento quiere tener València para poder poner en marcha un turismo sostenible. "Hay que aprender de errores como Venecia, Barcelona o Amsterdam, donde han quitado incluso las letras de 'I love Amsterdam' para no molestar a los ciudadanos que van a la estación porque los turistas se paraban a hacer fotos", recordaba. "Podemos crecer, pero hay que hacerlo con las experiencias y mirar al 2030". También apuntaba a la importancia de la formación, a la que históricamente no se le ha dado demasiada importancia, sobre todo a las soft skills y a las lenguas.

"Tenemos que ser muy conscientes de que puede provocar rechazos en algunos lugares, pero para eso estamos, para dialogar, y ver qué modelo es el mejor", señalaba Gisbert. "En València nos hemos planteado la imagen que queremos trasladar de la ciudad, otra cosa es que todavía no lo hayamos hecho público", señalaba Bernabé. "Hemos sentado las bases. El relato cultural gira en torno a la vanguardia mediterránea y tiene que ver mucho con la cultura en permanente ebullición. Ahora vamos a pasar la fase de darle todo ese trabajo a una empresa de comunicación para que construya toda la comunicación", reconocía.

"Hay que hacer un debate social para definir qué queremos. La masificación no es buena pero sí se puede producir en algunos barrios de València conatos", señalaba Espinar. "Los turistas vienen a impregnarse de nuestra cultura. Venecia ya no tiene cultura, es un parque temático, y eso no podemos consentirlo con València", insistía. Eso sí, insistía en las restricciones que ha puesto la ciudad para el sector de la hostelería.

"Somos la ciudad de España con más metro de zona ZAS. La conflictividad de los vecinos con el ocio nadie ha salido a solucionarlo y los que más lo sufrimos somos la hostelería. Queremos apostar por modelos sostenibles pero tampoco podemos. Tienes un restaurante y no lo puedes convertir en puf después de las cenas. Hay una serie de cosas en las que tenemos que ser capaces de avanzar y no quedarnos estancados. El vecino juega un papel fundamental y si el vecino no está a gusto no podemos avanzar. Hay que generar herramientas para acabar con esa conflictividad", recalcaba.

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