Nuestra vida, como una mesa, está soportada por diferentes patas, que dan equilibrio y sostienen nuestros estados emocionales. La familia, la pareja, los amigos, la salud, el dinero, el trabajo… Cuando más patas tengamos y cuanto más sólidas sean, mayor será nuestra felicidad. Cuando alguno de estos soportes desaparece o se hace más débil, sentimos que nuestra vida se tambalea o que se desmorona. Una de las áreas más importantes de nuestra vida y a la que dedicamos más horas, es nuestro trabajo.
¿Eres feliz en el trabajo?
Si la respuesta es afirmativa, eres un afortunado. Si, por el contrario, la respuesta es negativa, te diré que, según el INE, te sientes como la mayoría, ya que 6 de cada 10 trabajadores aseguran no ser felices en su puesto de trabajo. A continuación, te muestro algunas claves para alcanzar la felicidad en la jungla laboral.
"las personas con amigos en el trabajo son más efectivos en sus tareas"
Existe la creencia que, con un buen sueldo, un horario que se ajuste nuestras necesidades y unas funciones estimulantes está todo resuelto. Es innegable que ayuda, pero investigadores de la Universidad de Harvard nos proponen otros ingredientes para alcanzar la felicidad en el contexto laboral, y estos se alejan bastante de lo que creíamos. Arthur C. Brooks, profesor de Harvard, señala dos aspectos fundamentales para disfrutar en el trabajo: la sensación del trabajo bien hecho y la capacidad de ser útil a los demás.
Cuando nos esforzamos en hacer nuestro trabajo con esmero, y le ponemos cariño y dedicación, es fácil que nos sintamos satisfechos y felices. Brooks remarca que, para llegar a ese punto, es pieza indispensable el reconocimiento de nuestros superiores. Una valoración positiva es algo sencillo y que no cuesta dinero, y pese a ello, se hace difícil de obtener en un entorno cada vez más individualista, egoísta y competitivo.
El segundo pilar bajo el que se sustenta la felicidad en el trabajo, según Brooks, está relacionado con la creación y mantenimiento de relaciones personales positivas, tanto con clientes, compañeros, o con los jefes. Es decir, según el profesor, dar prioridad al entorno, en lugar de a uno mismo, y centrar la atención en los demás ayuda a sentirnos más a gusto en el trabajo.
Para complementar estas dos recomendaciones propongo algunas ideas más para alcanzar el nirvana laboral.
Encuentra un significado a tu trabajo: sentir que este tiene un propósito y contribuye de manera positiva a la sociedad es importante para nuestra satisfacción profesional. Busca conexiones entre tus tareas diarias y el impacto que tienen en tu entorno.
Establece metas claras: tener objetivos claros y alcanzables permite medir tu progreso y celebrar tus logros. Establece metas que te motiven y te impulsen a superarte. El sentido de logro al completar tus metas te brindará una sensación de satisfacción.
Cultiva relaciones positivas: las personas que tienen amigos en el trabajo son más efectivos en sus tareas. Trabaja una buena amistad con tus compañeros que te haga sentir cómodo en tu puesto de trabajo. Levantarte de la silla, de vez en cuando, para "tomar un café" mientras charlas con tus compañeros ayudará a despejarte, a reorganizar tus pensamientos y a retomar el trabajo con energía renovada.
Cambia los hábitos de trabajo: haz tu trabajo de maneras diferentes. Trata de no caer en una rutina y que esta te agote. Sé creativo para alcanzar el resultado esperado, de maneras diferentes.
No dejes de aprender: para mantener la motivación no solo ayuda enfrentarse a nuevos retos, abandonar la zona de confort y seguir aprendiendo. Sentir curiosidad e interesarte por lo que hacen tus compañeros, ayudarles con alguna tarea que normalmente no sea tu cometido te ayudará a aprender algo nuevo, y descubrirás aficiones e inquietudes que no conocías.
"Un cuerpo y una mente sanos son fundamentales para tu felicidad"
Aprende a manejar las expectativas: a veces, los trabajos no son lo que esperábamos y es mejor asumirlo. Si llevas años esperando un ascenso que nunca llega, es normal que te sientas triste y sin ganas de ir a trabajar. En vez de dejar que te venza el abatimiento, piensa en qué está en tus manos y que siempre hay algo que puedes hacer para cambiar tu situación. Tener un plan, aunque sea encontrar un nuevo trabajo si no estás conforme con el que tienes, te mantendrá motivado y te dará el empujón que necesitas para no abandonar tus sueños.
Aprende a desconectar: es importante encontrar un equilibrio entre el trabajo y tu vida personal. Por mucho que te guste ir a la oficina, cuando tienes otras aficiones, abres tu mente, te vuelves más creativo y flexible, y aprendes a valorar lo bueno que aporta tu trabajo. Dedica tiempo a tus pasiones y hobbies. El descanso y la desconexión son fundamentales para recargar energías y mantener un estado de ánimo positivo.
Practica la gratitud: apreciar las cosas positivas de tu trabajo, por pequeñas que sean, te ayudará a mantener una actitud positiva. Practica la gratitud por las oportunidades, los logros y las relaciones en tu entorno laboral. La gratitud permite enfocarte en lo positivo y cultivar un estado de ánimo feliz. La idea es que si al final de tu jornada laboral, además de hacer correctamente tu trabajo, lo has hecho con amor, y lo has desempeñado desde una actitud de servicio amable hacia los demás (jefes, compañeros y clientes), con toda probabilidad estarás en el camino hacia la felicidad en el trabajo y, en consecuencia, en la vida.
Cuida de ti mismo: no olvides tu bienestar físico y mental. El autocuidado, la alimentación saludable, el ejercicio y el descanso cuidarán de tu salud emocional, mejorando tu resiliencia y la gestión del estrés. Un cuerpo y una mente sanos son fundamentales para tu felicidad.
Aunque hay trabajos en los que se hace difícil seguir estas pautas, cuantas más recomendaciones de las citadas anteriormente seamos capaces de alcanzar, más felices seremos en una de las áreas más importantes de nuestra vida. Así que, mucho ánimo, y a buscar nuestro bienestar.