VALÈNCIA. Savia Campanar y la Fundación Asindown han unido fuerzas para llevar a cabo una iniciativa única y muy beneficiosa para ambos coletivos. Un grupo de aproximadamente 15 personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual, pertenecientes a la Fundación Asindown, se reúnen una vez al mes en la residencia de Savia Campanar. Este encuentro especial tiene un propósito claro: la formación en el apasionante mundo de la hostelería y la convivencia intergeneracional entre ellos.
El objetivo de esta colaboración va más allá de la creación de recetas, trabajo en sala y delicias culinarias. La actividad se concibe como un programa de formación diseñado para fomentar la inclusión sociolaboral de los miembros de la Fundación Asindown. El grupo, compuesto por individuos llenos de energía y entusiasmo, se centra en adquirir habilidades prácticas en el ámbito de la hostelería. A través de esta experiencia, se busca destacar y poner en valor las capacidades de estos jóvenes, demostrando que son capaces de contribuir significativamente al mundo laboral.
La rutina mensual comienza con una cálida bienvenida en la residencia de Savia Campanar, donde los mayores esperan con expectación la llegada de los que son sus compañeros de cocina. La interacción entre generaciones es un elemento clave en esta actividad, ya que se rompen barreras y se crean lazos especiales entre personas que se encuentran en diferentes etapas de la vida. Este intercambio generacional es fundamental no solo para la formación de los jóvenes de Asindown, sino también para el bienestar emocional de los mayores.
Una vez que todos se han reunido en las diferentes mesas, comienza la verdadera magia. Bajo la dirección de educadores de Asindown, profesionales de Savia y la guía de las personas usuarias, el grupo de Asindown se sumerge en la preparación de recetas diversas y deliciosas. Desde platos tradicionales hasta creaciones más innovadoras, cada sesión se convierte en una experiencia gastronómica única y educativa. En la última sesión elaboraron unas deliciosas trufas de coco.
La colaboración no se limita a la preparación de las recetas; también incluye momentos de interacción y socialización entre todos los participantes. Los jóvenes de Asindown comparten risas, historias y experiencias con los mayores, creando un ambiente enriquecedor y de mucha conexión. Además, esta relación proporciona a los mayores la oportunidad de interactuar con un grupo más amplio de personas de lo que suelen hacer en su rutina diaria.
Después de una hora de trabajo en equipo y creatividad, llega el momento más esperado por todos: la degustación. Sentados alrededor de una mesa, previamente montada por los miembros de Asindown, los participantes comparten las trufas de coco que han creado juntos. Este acto simboliza no solo el resultado del esfuerzo conjunto, sino también la culminación de una experiencia que va más allá de la preparación de alimentos.
Esta iniciativa no solo tiene beneficios evidentes para los miembros de la Fundación Asindown, sino que también deja una huella significativa en las personas usuarias de Savia Campanar. La actividad mensual se ha convertido en un momento de alegría y diversión para todos los involucrados. La sonrisa compartida y el aprendizaje mutuo crean un ambiente donde la inclusión y la complicidad son un hecho real.
La colaboración entre Savia Campanar y la Fundación Asindown trasciende las barreras sociales y promueve un mensaje de inclusión y respeto. La hostelería se convierte en un vehículo para la formación, la integración y la celebración de la diversidad, demostrando que todos, independientemente de sus habilidades, tienen un lugar valioso en la sociedad y contribuyen de manera significativa al bienestar común.