VALÈNCIA. La instalación de un monolito para conmemorar el décimo aniversario del movimiento 15-M continúa generando fricciones en el seno del gobierno municipal de València, que volvieron a hacerse públicas este miércoles a través de diferentes comunicados a lo largo del día.
Compromís aseguró este miércoles que el planteamiento que presentó "hace días" al PSPV para la Plaza del Ayuntamiento es un texto para homenajear a los movimientos sociales de la ciudad "sin desdeñar el 15M" y como "fórmula de agradecer y reconocer el trabajo constante de la ciudadanía por mejorar la ciudad". En este sentido, definió su propuesta como "inclusiva" y "sin sectarismos" porque incluía todos los movimientos sociales y también los del 15M.
Entre ellos, la coalición valencianista que lidera Joan Ribó citaba desde los que reclamaron la democracia durante la Transición y el autogobierno con el Estatut, a la lucha feminista, la defensa del territorio y la huerta, la igualdad LGTBI, las víctimas del accidente de metro de 2006, la memoria histórica, "y por supuesto, también el movimiento 15M, al que algunos han querido despreciar y humillar públicamente durante estos días, con polémicas estériles".
Sin embargo, entre las filas de sus socios de gobierno rechazaron que hubieran recibido una propuesta formal en este sentido. El comunicado del partido que dirige la vicealcaldesa Sandra Gómez destacaba que su formación no había tenido "conocimiento formal" e incidía en que "lo más importante es que no lo tiene el pleno". "Si se propone un texto unilateral por un partido no se está entendiendo el significado del 15M en cuanto a la no patrimonialización de lo público", dijo el portavoz del partido en la ciudad y edil de Hacienda, Borja Sanjuán.
De hecho, Sanjuán se había reunido por la mañana con la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María José Broseta, precisamente para converger en el criterio de que la propuesta de monolito no debía ceñirse exclusivamente al 15M como se había planteado en un principio. Broseta dijo que "no es momento para monolitos" y que "hay movimientos sociales en València que actúan desde hace más de 40 años, tan reivindicativos o más que un movimiento político concreto".
Desde el grupo municipal 'popular', su portavoz, María José Català, lamentó que se siga adelante con esta iniciativa "mientras siguen pendientes otros reconocimientos más importantes, en concreto, al gran arquitecto valenciano Rafael Guastavino o la calle a Miguel Ángel Blanco, concejal del PP asesinado por ETA, y cuya rotulación fue aprobada en el Pleno municipal el mandato pasado". Català anunció que va a presentar una moción para solicitar que "no se politice la plaza del Ayuntamiento" y que se elimine el monolito.
Mientras, los técnicos municipales continúan con la tramitación administrativa de la propuesta y una de las cuestiones que este jueves se volvió a modificar es la de la ubicación. Según el expediente administrativo al que ha tenido acceso este diario, el servicio de Patrimonio ha vuelto a modificar el enclave en el que se emplazará el elemento conmemorativo.
Un "error material" en un informe precedente ha obligado a rechazar la alternativa que se había elegido para la colocación del monolito, en la parte derecha de la fachada del ayuntamient, entre dos de los naranjos plantados en el extremo de la acera. El servicio de Jardines considera que "no se puede proceder a la instalación del monolito ya que está junto a dos ejemplares de naranjos".
Por ello, finalmente se ha optado por otra ubicación, muy próxima, en el extremo de un saliente de la acera, más alejado de los naranjos. Aunque aquí el servicio de Jardines asegura que "provocará una competencia visual con los ejemplares de naranjos", lo cierto es que "esta apreciación no es determinante" y finalmente se optará por este emplazamiento.