VALÈNCIA. La primera fuerza del gobierno de València, Compromís, ha manifestado este martes su enfado ante el plan hecho público por la portavoz de sus socios de gobierno, Sandra Gómez, edil de Urbanismo en el consistorio, para modificar el PAI de Benimaclet. Unas directrices que marcó la concejala de Desarrollo Urbano para el barrio y que no han agradado nada en la coalición valencianista que lidera el alcalde Joan Ribó.
La ejecutiva de Compromís remitió este martes un comunicado cargando contra la "unilateralidad" de Gómez y lo que consideran una "cesión" del departamento de Urbanismo ante los intereses de la promotora que busca desarrollar este suelo, Metrovacesa, y exigiendo la convocatoria urgente de una comisión de los negociadores del acuerdo de gobierno, la comisión del Rialto.
"Nos sorprende muy negativamente la actitud de nuestros socios de gobierno, que justo después de la reunión de coordinación de gobierno, han abandonado una negociación y han hecho un anuncio unilateral que no habían manifestado en la reunión en un tema fundamental para la ciudad como es el PAI de Benimaclet", explica el escrito de Compromís, una actitud que se tilda en Compromís de una "irresponsabilidad política".
Según la coalición valencianista, "se ha puesto en entredicho la gobernanza" por parte de los socialistas y su portavoz, por lo que exigieron volver a la senda de la negociación entre ambas fuerzas de gobierno, y por ello instaron a convocar "de manera urgente" la comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno, el acuerdo del Rialto.
Sandra Gómez anunció este lunes que Urbanismo iba a inadmitir el proyecto presentado por Metrovacesa, constituida en Agrupación de Interés Urbanístico, para desarrollar el suelo del PAI de Benimaclet. Las directrices que marcó el área de Gómez para que la compañía presente un proyecto adaptado si así lo desea contemplan el intercambio de suelo residencial -bajar las viviendas de 1.345 a 1.000- por suelo terciario, con lo que no se modificaría la edificabilidad de los promotores y, por ende, no conllevaría una indemnización millonaria.
Es esto precisamente uno de los puntos que no agradan a la formación que encabeza Joan Ribó, que exige en su comunicado expresamente "la reducción de la edificabilidad" y el "respeto a las actuales zonas de huerta productiva". "Valoramos muy negativamente la cesión ante los intereses de una empresa constructora por parte del grupo socialista en la no reducción de la edificabilidad, en contra de lo que piden los colectivos vecinales y el grupo municipal de Compromís", asegura la coalición.
Otro de los aspectos fundamentales que rechaza Compromís es que el desarrollo urbanístico sea gestionado por la compañía privada, por lo que reclama la gestión directa del PAI por parte del Ayuntamiento de València y "nunca por parte de una empresa constructora".
Entre las reclamaciones de Gómez a la constructora también se encontraba la reducción de alturas en la zona centro y la parte que conecta con la Ronda Norte gracias a la eliminación de espacios privativos de los edificios, algo que conectaría con dos de los puntos clave que Compromís pone sobre la mesa: la concentración de la edificabilidad en los laterales del PAI y un "modelo de transición huerta-Ciudad".
Con todo, una de las pegas que pone Compromís y que no tiene nada que ver con el proyecto en sí, sino con la forma de llevarlo a cabo, es que no ha habido suficiente participación del vecindario, pese a tomar parte en el primer proceso participativo cuyas conclusiones, en buena parte, fueron incluidas en el proceso de Metrovacesa. "Valoramos de manera especialmente negativa la exclusión del diálogo con el vecindario del barrio de Benimaclet en la decisión de cómo tiene que ser el PAI que presenta el grupo socialista", reza el comunicado.
Por su parte, el portavoz de los socialistas de la ciudad de València, Borja Sanjuán, manifestó su rechazo al modelo propuesto por Compromís y alerta de que se dejaría "sin dotaciones públicas a los vecinos y vecinas", pues, subrayó, es un modelo "elitista de chalés de lujo". Así, comparó el modelo socialista de "un barrio con dotaciones y vivienda pública" y el de Compromís, de "adosados para unos pocos", y señaló que lo más importante es primar el interés general.
Asimismo, señaló que la reducción de la edificabilidad o la desclasificación de suelo supondría "indemnizaciones millonarias para las constructoras a costa del dinero público". "Es inconcebible que alguien pueda estar pensando en coger el dinero de los valencianos y las valencianas para regalárselo en indemnizaciones a una constructora y condenar a la parálisis a un barrio", concluyó.
Además, cargó duramente contra Compromís al decir que la inadmisión del proyecto presentado por Metrovacesa y el reparto de competencias "respetan el pacto del Rialto", por lo que emplazó a la coalición valencianista a fijarse "más en aquellas competencias que ellos gestionan, porque el problema no está aquí".
Fuentes de Metrovacesa señalaron que se está estudiando la propuesta realizada por la edil de Urbanismo, la socialista Sandra Gómez, si bien todavía no hay una decisión tomada al respecto.
Por su parte, la portavoz del PP en el Ayuntamiento, María José Catalá, reclamó al gobierno municipal de Compromís y PSPV conocer "el criterio definitivo" del PAI de Benimaclet y que haya "seguridad jurídica para no espantar a más inversores". Por ello, lamentó el "grave desgobierno" municipal y el "fracaso" de la política urbanística del consistorio.
A juicio de la popular, València "está paralizada por un gobierno que está formado por dos partidos que piensan distinto, actúan distinto y son muy desleales" y ha afirmado que la ciudad "no puede dar esa imagen". "Se les puede llamar de todo pero no gobierno porque no puede el PSPV presentar un plan por la mañana y por la tarde Compromís decir que es insuficiente", agregó.
"La situación financiera del Ayuntamiento no está para pagar indemnizaciones por culpa de las desavenencias de Compromís y PSPV", añadió, para censurar más tarde que el consistorio mantenga "grandes proyectos paralizados como los PAI de Benimaclet y el del Grao o la ampliación del puerto". "Valencia no avanza en sus grande proyectos de ciudad por la deslealtad y el enconamiento entre Compromís y PSPV", dijo.
La Asociación Vecinal de Benimaclet valoró el paso dado por el Ayuntamiento al desestimar la propuesta de Metrovacesa pero tampoco quedaron convencidos con el planteamiento de Gómez y piden, como Compromís, una "rebaja sustancial" de la edificabilidad. A su juicio, Gómez "habla de un nuevo barrio ecológico, de proximidad, de acuerdo a la Agenda 2030 y que sea transición con la huerta; pero todo esto sólo será real y no serán sólo palabras huecas si desterramos la falsa disyuntiva entre ciudad, equipamientos, progreso, riqueza por un lado y protección de la huerta y recuperación del paisaje por otro", señaló la asociación.
Según la plataforma vecinal, es posible reducir la edificabilidad porque "no hay derechos adquiridos por los propietarios" y "no se han patrimonializado los mismos". Plantean además una urbanización con "una reducción muy fuerte de los viarios y una urbanización low cost para los espacios parque-huerta, que permite reducir los costes de ejecución considerablemente". Además, continúa exigiendo el soterramiento parcial de la Ronda Norte "de forma que la Huerta entre en la ciudad y los caminos históricos recuperen su trazado y su uso". Proponen así financiar esta actuación con fondos estatales y europeos.