VALÈNCIA. La unión de Podemos y PPCV para tumbar la posible privatización del Puerto de Dénia ha dejado un escenario complejo para el PSPV. El Consell introdujo -a propuesta de la Conselleria de Vivienda de María José Salvador- en la Ley de Acompañamiento de 2019 una disposición adicional para permitir que un municipio que cuente con un puerto gestionado por la Generalitat pueda solicitar al Consell el traspaso de dicha la gestión a un organismo autónomo.
Una posibilidad a la que Podemos se opone en rotundo después de que puertos como el de Dénia, de gestión mixta y con un beneficio de 3,9 millones de euros anuales, ya hayan presentado la solicitud para crear el mencionado órgano. Así, la formación que lidera Antonio Estañ pide "suprimir" este artículo en una de sus enmiendas a la ley y los populares de Isabel Bonig están dispuestos a respaldarla, según informaron fuentes oficiales este jueves a Valencia Plaza, después de que su grupo en el Ayuntamiento de Dénia se opusiera a que el consistorio solicitase la creación de dicho organismo.
La decisión de aquel pleno estuvo motivada por la reciente incorporación del exalcalde de Gandia y ex asesor de Presidencia de la Generalitat José Manuel Orengo como director de Expansión de Baleària -principal naviera en el puerto de Dénia y cuya sede se encuentra también en este puerto-. El fichaje se produjo apenas un mes después de que se presentara la Ley de Acompañamiento que incluía este cambio normativo en la Ley de Puertos. En caso de constituirse un órgano autónomo, también lo haría su propio consejo de administración, donde Baleària tendría un peso considerable al ser uno de los mayores operadores del puerto.
La suma de los 44 diputados de ambas formaciones, deja en una posición de desventaja a los socialistas, ya que éstos sólo cuentan con el apoyo de Ciudadanos para votar contra el texto de los morados. El grupo que lidera Manolo Mata y del que es portavoz Mari Carmen Sánchez, aúnan 36 escaños junto a los cuatro diputados no adscritos. No obstante, el obstáculo para los del puño y la rosa de estar en minoría se hizo aún mayor este viernes: tampoco Compromís está dispuesto a ponerse del lado de su socio del Botànic, el PSPV, en esta ocasión.
La coalición valencianista tiene en su ADN una férrea oposición a cualquier tipo de privatización. Si bien el grupo parlamentario que lidera Fran Ferri todavía no ha adoptado una postura firme sobre la enmienda de Podemos, ni tampoco sobre el artículo introducido por los socialistas en la Ley de Acompañamiento, sí trabajan ya en una solución intermedia que evite la ruptura en una votación con los socialistas, pero que a su vez tampoco conlleve un respaldo al texto fijado en la ley actualmente.
Es decir, si Compromís se abstuviera a la enmienda de Podemos, ésta saldría adelante igualmente por el amplio respaldo parlamentario con el que cuenta. Y si votaran a favor de la propuesta de los morados, el resultado sería el mismo: la supresión de esa posible privatización del Puerto de Dénia. Lo que no contemplaría la coalición sería votar directamente en contra sin ningún tipo de matiz, ya que esto supondría sacar adelante el texto de los socialistas, del que, cabe señalar, la coalición valencianista recela, pero a la vez asegura que no tendría por qué suponer una "privatización" directa del recinto portuario de la capital de la Marina Alta porque "tan solo abre la puerta a que el Consell cree un órgano autónomo si un municipio con puerto lo pide". "En ese caso la Generalitat siempre podría pedir tener una mayor participación en el Consejo de Administración del órgano que se crease de manera que la última palabra sobre cualquier cuestión siempre la tendría el Ejecutivo valenciano", razonan.
No obstante, y pese a esta explicación, los valencianistas trabajan sobre una enmienda de Ciudadanos para buscar una solución intermedia que ni suprima el artículo, ni lo apruebe. En esta se pretende que el 40% del beneficio que genere el puerto de Dénia anualmente, revierta directamente en el mismo recinto portuario. Una propuesta nada desdeñable, ya que actualmente la Ley de Puertos de la Generalitat Valenciana establece en su artículo 85 que el 40% de los beneficios que generan todos los puertos de la Comunidad Valenciana que son de gestión mixta, se repartirán entre todos los recintos portuarios de la autonomía independientemente de la rentabilidad que tengan para "satisfacer las inversiones de mantenimiento de las instalaciones portuarias de competencia autonómica".
Con esto, si el Puerto de Dénia tuviera un retorno del 40% de sus beneficios llegaría a obtener 1,6 millones de inversiones al año, ya que genera una media de 4 millones de euros de ganancias. Con el escenario actual, según los datos que maneja el diputado de Ciudadanos Tony Woodward, el puerto de Dénia recibió una inversión de la Generalitat de 260.000 euros en 2016 -de los cuales se ejecutaron 63.502 euros-; 45.000 euros en 2017; 95.000 euros en 2018; y está previsto que sean 103.000 euros en 2019. Unas cifras muy por debajo del 40% que se pretende establecer.
Una fórmula -la actual- que desagrada especialmente en la capital de la Marina Alta, ya que es el puerto comercial que más beneficios obtiene anualmente (3,9 millones de euros en el último año) de todos los recintos autonómicos al ser el municipio desde el que parten más barcos a las Islas Baleares.
Con esta propuesta, los valencianistas plantearían un escenario más amable con el que acudir a un pleno de Les Corts. Por una parte, esta enmienda podría ser incluso respaldada por el propio PSPV al ver peligrar su pretensión inicial, ya que su minoría parlamentaria con Ciudadanos impediría que su artículo de la discordia saliera adelante. Mejor eso que nada. Sumarse a la enmienda de Compromís y Ciudadanos garantizaría que el Puerto de Dénia se quedara el porcentaje de beneficio que actualmente la Generalitat Valenciana reparte entre el resto de puertos.
De darse esta situación, Podemos podría sumarse también a dicha enmienda porque no implicaría ningún tipo de privatización sino salvar un malestar que existe actualmente entre los operadores del recinto portuario. Con esto, además, los morados se sentirían más cómodos porque no tendrían que alinearse con el PPCV para aprobar su propuesta, sino que se 'reconciliaría' con sus socios naturales y parlamentarios en esta legislatura: PSPV y Compromís.
En definitiva, una vía intermedia que podría generar consenso por ambas partes y evitaría la división del Botànic. Podemos podría renunciar a su enmienda en una negociación de textos transaccionales y los socialistas desistir en su empeño de habilitar al Consell para que este pueda regular "los supuestos y el procedimiento tendente a establecer nuevas formas de gestión de puertos de titularidad de la Generalitat Valenciana".