Hoy es 7 de octubre
VALÈNCIA. Si Compromís denunció hace unas semanas la supuesta financiación ilegal de la Iglesia a través del pago de profesores de religión que trabajaban en la diócesis y no en los colegios, la coalición ha ido más allá. Según apuntó Levante EMV hace unos meses, la Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà detectó un sobrecoste anual de 4 millones de euros por la duplicación de las horas destinadas a impartir religión. Unos hechos que la diputada de Compromís, Isaura Navarro, ha llevado a la Fiscalía para que sea esta quien determine si ve indicios de delito o no durante la etapa de María José Catalá (PP).
Las prácticas que reveló Educación en septiembre de 2016 apuntaban a que "más de 2.000 horas duplicadas resultaban innecesarias" debido a que alumnos con un mismo nivel podrían concentrar la clase de Religión, tal y como sucede con las optativas, con el fin de no tener aulas con menos de 10 niños por cada profesor. De hecho, Educación detallaba que hasta el momento se habían dado situaciones en las que en un mismo curso de Primaria "cinco alumnos estudiaban Religión en un aula y 10 alumnos optaban también para estudiar dicha asignatura" hallándose en el mismo nivel. Pese al poco ratio de las dos, las clases se impartían por separado.
Este criterio, supuestamente "irregular", ha sido modificado por el departamento de Marzà. Para el presente curso 2016-2017, esos 15 alumnos recibirían la misma clase de religión católica "juntos". Un cambio que ha permitido corregir el presunto sobrecoste que se había generado "durante la época del PP", según fuentes de Compromís.
Las duplicidades, sin embargo, no se limitaban a las horas. También se desdoblaban profesores de religión. Con la intención, según la coalición, de conseguir más fondos para nutrir las arcas de la iglesia valenciana, las clases de esta materia se dividían en dos. Y todo pese a que se podía contar con un solo profesor.
Las irregularidades fueron, si cabe, más amplias. Ya en su momento la diputada de Compromís denunciaba que en algunos colegios de educación especial "donde no se pide religión" contasen con "dos y tres profesores". O que en centros con cuatro alumnos de religión se hicieran "dos grupos" y llegasen a haber "tres profesores, casi uno por alumno". Unas prácticas que, según Navarro, "evidencian un exceso salvaje de profesorado que ha sido un robo de dinero a las arcas públicas" debido al sobrecoste generado en gasto de profesorado.
Navarro, además, censuraba que la legislación española vigente estableciera "la religión católica como una asignatura optativa para el alumnado, pero de oferta obligatoria para los centros educativos públicos". Y que con esa cobertura legal, el Partido Popular habría creado un "sistema para duplicar innecesariamente las horas del área de religión que se impartían en los centros educativos públicos".
La diputada también alabó el trabajo del actual conseller de Educación. Con su mandato, Navarro señalaba que se iniciaba una "gestión eficiente y responsable de los recursos públicos". Una etapa que, a la vez, ponía fin a los "privilegios injustificables" de los que gozaba el profesorado. Es decir, se enterraba "el consentir un uso incorrecto y nada ético del dinero público".
Navarro apuntó en septiembre hacia los máximos responsables de Educación y del Arzobispado de Valencia en el período 2009-2015. "Se trata de un caso de corrupción orquestado mano a mano entre Catalá y el arzobispo Santiago Cañizares", criticó. Las revelaciones de Compromís, en plena batalla educativa, golpean con fuerza, de nuevo, a un PP que ha querido contraatacar censurando las ayudas dadas a la entidad civil Escola Valenciana.