VALÈNCIA. Las próximas elecciones europeas que se celebrarán el 9 de junio resultan fundamentales para que las distintas fuerzas políticas puedan llevar sus políticas y reivindicaciones a Bruselas, pero también se interpretan como una suerte de gran sondeo que sirve para determinar el estado de salud de las distintas formaciones políticas.
No obstante, también hay una letra pequeña no menos relevante para los partidos que se enfrentan a esta cita con las urnas: los beneficios económicos que se obtienen por lograr representación en el Parlamento Europeo. Así, el Estado pagará a los partidos políticos 32.508,74 euros por cada escaño que consigan en estos comicios. Además, aquellos que alcancen representación en la Eurocámara recibirán también 1,08 euros por cada voto cosechado.
Un reparto más que interesante para las formaciones políticas, en especial para aquellas que no siempre pueden contar con ese plus de ingresos que sí logran partidos como PP y PSOE. Es el caso de Compromís, cuya alianza con diversas formaciones políticas en 2019 logró casi 300.000 votos, una cifra insuficiente para alcanzar un escaño por lo que quedó fuera del Parlamento Europeo y de los beneficios económicos de entrar en la institución.
Unos beneficios que, en esta ocasión, son especialmente interesantes para la coalición valencianista respecto a una decisión importante en materia organizativa: la continuidad o no en la sede que actualmente ocupan en la céntrica plaza del Pilar de València. Tal y como informó este diario a finales del pasado año, en Compromís se había puesto sobre la mesa la posibilidad de cambiar de emplazamiento. Una decisión basada en el alto alquiler que abona la coalición, la necesidad de menor espacio y la disminución de ingresos tras perder el gobierno de las instituciones más importantes en las elecciones de pasado año.
No obstante, en la coalición valencianista han decidido esperar el resultado de los comicios europeos para tomar una decisión definitiva, dado que los ingresos que se perciban de estas elecciones podrían ayudar a sostener la sede. Cabe recordar que Compromís concurre aliado con Sumar y, tras arduas negociaciones, logró situar en el puesto número 3 al exconseller Vicent Marzà, por lo que las expectativas -y así lo indican la mayoría de sondeos-, es que esta posición debería permitir lograr escaño a la coalición. Esto, además de los ingresos ya citados, podría combinarse con el aumento de la cuota que todos los cargos pagan al partido (suele ser entorno a un 10% de su remuneración), además de la posibilidad de poner en alquiler el local en propiedad que Més (antiguo Bloc), pata mayoritaria de Compromís, posee en la calle San Jancito de València.
Así, existen todavía opciones de mantener la sede en la plaza del Pilar si es que la formación así lo desea. Sin embargo, fuentes del partido señalan que, a día de hoy, la mayoría de cargos se inclina por la búsqueda de un local más económico incluso aunque la salud financiera de Compromís mejore con el resultado de las europeas. Los partidarios de quedarse, insisten en la importancia simbólica de contar con una sede a pie de calle tan céntrica, algo no tan fácil de lograr, tal y como se ha visto en otros partidos como el PSPV-PSOE, que desde 2018 ha cambiado dos veces de sede tras vender su histórico edificio de la calle Blanquerías.