Hoy es 10 de octubre
VALÈNCIA. Compromís ha registrado una iniciativa en Les Corts para pedir explicaciones a la consellera de Economía, Hacienda y Presupuestos, Ruth Merino, y conocer las medidas que se tomarán para corregir "la morosidad creciente del Consell".
En un comunicado, el diputado Carles Esteve muestra su preocupación por los datos publicados el pasado martes que sitúan a la Comunitat Valenciana como la autonomía con el periodo medio de pago a proveedores más alto de España, con 43 días.
"En solo un año, hemos pasado de ser uno de los territorios que pagaban más rápidamente a las empresas, pymes y autónomos a ser los últimos de la cola. Esto no es un simple dato; implica que las empresas que trabajan con nosotros no cobran a tiempo, convirtiéndonos en sus morosos. Estamos hablando de más de 43 días de retraso en los pagos", expone.
Además, Compromís lleva desde el pasado marzo solicitando "sin éxito" que Merino comparezca en Les Corts para dar respuesta a esta situación: "La consellera de Hacienda parece que no tiene intención de abordar esta cuestión más allá de sus ruedas de prensa en las que se limita a repetir las palabras eficiencia y eficacia sin aterrizar en su acción de gobierno, sin explicar este desastre, burlándose de las valencianas y los valencianos".
Todo ello cuando el diputado subraya que una de las obligaciones de los poderes públicos es facilitar que las pymes y los autónomos trabajen con la administración, como establece la ley. "Esto se justifica porque se busca generar un ambiente de competencia y garantizar que las empresas de menor tamaño puedan mantener su actividad e incluso crecer --argumenta--. Esto tendría que ser una prioridad en una autonomía como la nuestra, donde más del 90% del tejido empresarial son pymes y autónomos".
Según advierte, "la morosidad del Consell de Carlos Mazón puede llevar a muchas pequeñas empresas a la ruina, puesto que no tienen la capacidad de aguantar periodos sucesivos tan largos sin cobrar por los trabajos realizados": "Si el gobierno no paga, las empresas pueden optar por no trabajar con la administración o, peor todavía, cerrar sus puertas".
Finalmente, el representante de Compromís critica que "esta situación beneficia a las grandes empresas en detrimento de las pynmes, reduciendo la competencia y afectando negativamente la economía local". "Mazón y Merino, que alardean de su liberalismo, tendrían que ser los primeros en defender este fundamento básico de su doctrina", concluye.