Compromís propone crear dos nuevos ‘Centre del Carme’

VALÈNCIA. Que el Centre del Carme (CCCC) de José Luis Pérez Pont es el modelo a seguir en el materia cultural de acuerdo con Compromís no es ningún secreto. Tanto es así, que el renovado espacio -que ha pasado en esta legislatura a ser un centro de cultura contemporánea- ha sido utilizado en numerosas ocasiones como ejemplo del camino a seguir, tanto el centro como tal como el Consorci de Museus (CMCV) como institución encargada de vertebrar la oferta cultural de la Comunitat Valenciana. El modelo, que ha resultado en un éxito en el número de visitantes, encarna una filosofía que el partido naranja espera calcar en las provincias de Castellón como Alicante, donde el CMCV actúa en colaboración con otros museos pero no cuenta con un espacio propio. 

De esta forma, la actual vicepresidenta de la Generalitat y candidata de Compromís, Mónica Oltra, ha confirmado a este diario su intención -en el que caso de que formen parte del gobierno autonómico tras las elecciones- de generar dos espacios a imagen y semejanza del Centre del Carme. Así lo afirmó durante uno de los almuerzos organizados por Valencia Plaza con los candidatos a las elecciones, cuya crónica completa podrán leer próximamente. “La idea es, en la siguiente legislatura, a imagen y semejanza del Centro del Carmen, tener uno en Castellón y Alicante. Un espacio de vanguardia pero también muy polivalente”, aseveró Oltra quien, ante las preguntas sobre cómo se configurará, aseguró que se tratará de “generar espacios” y no solo de trasladar la experiencia del CCCC.

“Ha habido mucha efervescencia en cuanto a contenidos, que yo creo que es lo importante, pero no renunciamos desde luego a la ampliación de contenedores”, añadió Oltra, quien destacó que el centro se haya convertido en un “pulmón” cultural de la ciudad. El Centre del Carme ha cambiado de manera radical su perfil desde que Pérez Pont accediera a la gerencia, una programación basada en la cultura contemporánea que se nutre principalmente de proyectos surtidos de convocatorias públicas y que ha ampliado de una manera notable su oferta de eventos culturales y/o de ocio, una transformación que ha derivado en un aumento significativo de las visitas. Así, el espacio se ha convertido en seña de la actual gestión. De hecho, como curiosidad, fue la propia Oltra la que optó por el antiguo convento como sede del 'Imparables Fest’, un acto en el que se presentaron los candidatos de la coalición al público más joven.

El cambio, en cualquier caso, no ha sido del agrado de todos. En el terreno político ha sido Ciudadanos el partido que más ha criticado el nuevo camino del centro, especialmente tras la actuación de los artistas urbanos Pichiavo en el claustro. “El Consell ha convertido el Centre del Carme en un pub, con fiestas que se alargan hasta la medianoche, barras de bar improvisadas en las ventanas e incluso grafitis en las paredes”, afeó la diputada de Ciudadanos Mercedes Ventura. Sobre las críticas que ha recibido el espacio, Oltra se muestra tajante: “las críticas han venido por donde han venido... de gente que, probablemente, si los sacas del teatro de Shakespeare, les parece todo disruptivo y poco adecuado. Lo que más críticas ha tenido ha sido los grafitis de Pichiavo, pero es que la vanguardia es así”. 

Esto, por supuesto, lleva consigo una ampliación de plantilla -demandada en numerosas ocasiones por Pérez Pont- que está maniatada, unas “dificultades burocráticas que no permiten avanzar”, explicó Oltra, en referencia a la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y la dificultad para ampliar el número de trabajadores en instituciones públicas. De igual forma, Oltra también avanza que, una vez solventada esta cuestión, “se quiere reestructurar” la arquitectura interna del Consorci, mientras que sobrevuela la idea de que exista un director del Centre del Carme y un gerente el Consorci, frente al modelo actual en el que solo existe la figura del gerente. Esta idea iría en la línea de lo que el actual equipo de gobierno ha estado impulsando, con el objetivo de no concentrar todo el poder en un solo gestor cultural. Así se hizo en el Palau de Les Arts, que pasó de una figura de intendente a una de dirección artística, o en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), cuya nueva ley contempla que a al existente figura de director se sume una de nueva creación, la de gerente del museo.