VALÈNCIA. Tras padecer las dos primeras embestidas del coronavirus con una incidencia menor a la de muchas otras regiones, los efectos de la tercera ola han convertido a la Comunitat en una de las autonomías más golpeadas por la covid-19. Una situación que no solo se refleja en el volumen de fallecidos por coronavirus o en su alta incidencia acumulada, sino también en el número de sanitarios contagiados desde que los casos detectados volvieran a crecer en la segunda semana de diciembre. Desde entonces, las autoridades valencianas han notificado al Ministerio de Sanidad más de 5.800 positivos en su personal sanitario, la segunda cifra más alta tras Cataluña.
Así lo demuestran los datos ofrecidos por Sanidad cada semana desde el mes de mayo, que proceden de la declaración de casos que todas las comunidades autónomas realizan a través del Sistema de Vigilancia de España (SiViES), gestionado por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE). De este modo, desde hace justo dos meses el total de nuevos positivos en el personal sanitario se ha disparado un 145 %, un porcentaje que se sitúa también entre los más destacados del país mientras regiones como Asturias, Madrid o Navarra obtienen algunos de los registros más bajos en esta tercera ola.
“En la Comunitat Valenciana, afortunadamente, no hemos tenido el nivel de incidencia de otras comunidades hasta ahora. Esta tercera ola ha sido un tsunami, porque la subimos sin haber bajado la segunda”, confirma la secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO-PV, Rosa Atiénzar. Así, la autonomía valenciana ha sido siempre, desde mediados de diciembre, la primera o segunda región que más nuevos contagios entre sanitarios ha reportado.
Sin embargo, desde los sindicatos médicos aseguran que, al contrario de lo que ocurrió en los meses de marzo y abril, no se ha acusado falta de material de protección, sino ausencia de previsión por parte de las autoridades y mucho cansancio acumulado. “Una vez se confirma que la transmisión del virus se produce por aerosoles, se deberían haber reevaluado con antelación los puestos de trabajo para comprobar que se cumplían los requisitos de renovación de aire, organización o aforo máximo permitido, sobre todo cuando se han habilitado espacios no pensados para la atención asistencial”, mantiene Atiénzar.
Según comenta, estas tareas requieren de “un esfuerzo por parte de los servicios de prevención para poder adoptar medidas” que garanticen la seguridad, algo que la Conselleria no habría realizado con tiempo suficiente. Además, el intenso ritmo de trabajo y las jornadas prolongadas han provocado también que el personal sanitario se agote, y ello “puede conducir a errores” que propicien un contagio.
De esta forma, y si se atiende a los casos diagnosticados en los últimos 14 días entre el personal sanitario, se aprecia cómo los momentos más intensos de esta última ola, enmarcados a finales de enero, coinciden con las mayores cifras de contagios. De hecho, en la semana del 25 al 31 de enero, cuando se alcanzó el que hasta ahora es el pico de ingresos en hospitales y de ocupación en UCI, se llegaron a comunicar 1.319 positivos en trabajadores sanitarios en los últimos 14 días en la Comunitat. Una cifra que incluso podría haberse incrementado con posterioridad, ya que como ha confirmado el Ministerio de Sanidad a Valencia Plaza, las comunidades pueden añadir nuevos positivos a días sobre los que ya han informado, y que por lo tanto solo se reflejarían en el total acumulado.
Sobre esa presión durante la tercera ola de la covid-19, Atiénzar sostiene que en los instantes de mayor tensión “solo en cuanto a casos covid estuvimos a más del doble de la ocupación de la primera ola”, así como que casi se duplicaron “las camas UCI que de forma ordinaria tiene la Sanidad valenciana”.
Por otro lado, y si se tienen en cuenta los datos de contagios entre el personal sanitario que la Conselleria de Sanidad elabora con cifras que abarcan toda la pandemia, se observa cómo la enfermería es el colectivo más afectado por los positivos. Hasta el pasado viernes se habían contagiado unos 3.355 profesionales de esta especialidad, lo que supone más del 34 % de todos los casos en sanitarios. La tercera ola, además, ha contribuido a incrementar con creces esta cifra.
“En dos meses, el número de profesionales de enfermería contagiados se ha duplicado”, denuncia la secretaria general autonómica de SATSE, María Luz Gascó. Una situación que, tal y como explica, se produce por una convergencia de motivos. “Las enfermeras y enfermeros están dedicados al paciente los 365 días del año durante las 24 horas del día, no se mueven de allí en toda su jornada laboral, y los espacios comunes son lugares cerrados sin ningún tipo de ventilación”, apunta.
Además, señala que los hospitales no están equipados con sistemas de ventilación natural, y que en muchos espacios no hay purificadores de aire con filtros HEPA. “Tampoco en las habitaciones de los pacientes se pueden abrir las ventas para prevenir accidentes”, agrega Gascó, quien critica que, a pesar de que su sindicato realizó una denuncia ante Inspección de Trabajo, todavía hay hospitales “donde los profesionales utilizan la mascarilla quirúrgica en lugar de la FFP2, como está estipulado”.
De igual manera, la secretaria general autonómica de SATSE expone que los datos de esta tercera ola “han sido muchísimo peores”, así como que se ha padecido la falta personal debido al importante número de compañeros que está en cuarentena. Tras la enfermería, el segundo colectivo que más contagios presenta es el de los facultativos, que con 2.341 profesionales afectados desde el inicio de la pandemia representan el 24 % del total de positivos. Les siguen los auxiliares de enfermería, con el 20 % de los casos.
Los datos recopilados por la Conselleria de Sanidad también desagregan las cifras de contagios por departamentos de Salud, con las áreas de La Fe (1.021 profesionales afectados), el Hospital General de Alicante (973 casos), Castelló (599 casos) y Clínico-la Malvarrosa (588 casos) como las zonas que más positivos han padecido. No obstante, si se tiene en cuenta el número de contagios en relación al personal ordinario de estos departamentos, algunos de los más afectados serían los de San Juan, Elda y el Hospital General en la provincia de Alicante, y Gandia y el Hospital General en Valencia.
Del mismo modo, fuentes sindicales apuntan a que en esta última ola centros como el Arnau de Vilanova han estado expuestos a una gran presión asistencial, ya que tiene mucha población asignada al ser un hospital comarcal. “Había dificultades para habilitar nuevos espacios”, indican.
A su vez, y según las últimas estadísticas de la Conselleria de Sanidad, unos 810 sanitarios se encuentran de baja por coronavirus, un 41,8 % menos que hace una semana y un 61,6 % menos que hace catorce días. La tendencia es por tanto a la baja, como reconocía este viernes a Europa Press el secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en la Comunitat, Víctor Pedrera, quien apuntaba que esta reducción obedece sobre todo al paulatino descenso de la incidencia acumulada, aunque también “a los efectos de la vacunación”.
Así, ha destacado que “casi la totalidad” de los sanitarios de la red pública ya están vacunados después de que el pasado 8 de enero arrancara la vacunación al personal de primera línea de la red pública.