Con potencial; sin manos ni incentivos: examen a la oficina de fondos europeos de València

VALÈNCIA. La captación de fondos europeos ha constituído en los últimos años un reto fundamental en la administración, y se proyecta hacia el futuro como uno de los ámbitos que habrá que mejorar para sacarle el máximo provecho. Es por ello que el Ayuntamiento de València pretende darle un impulso al considerar, en un análisis interno, que su departamento de fondos europeos tiene una gran potencialidad pero le faltan empleados formados e incentivos, entre otras cosas.

Son algunas conclusiones a las que ha llegado la propia Oficina de Ayuda Técnica para Proyectos Europeos, el área municipal de València dependiente de la concejalía de Innovación que se encarga de captar y gestionar las ayudas procedentes de la Unión Europea en la ciudad. En su Plan Estratégico, la oficina ha elaborado un análisis de debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades.

Así pues, entre las debilidades halladas en la Oficina destaca el "poco personal especializado en proyectos europeos" y la "débil captación en gestión de proyectos", así como la existencia de "contra incentivos y falta de reconocimientos".

Asimismo, el examen apunta que los diferentes departamentos municipales muestran un "desigual desempeño" en proyectos europeos y que se carece de "una herramienta TIC" para coordinar, gestionar y desarrollarlos. También faltan "datos específicos" y un sistema de control, y se explicita que la "carga burocrática superflua" dificulta los procedimientos.

Por contra, entre las fortalezas de la Oficina se expone la existencia de personal "experto en ámbitos específicos" y de algunas unidades expertas en gestión de proyectos europeos. La capitalidad de València, la redacción de la Estrategia 2030, el gran abanico temático de proyectos a los que puede optar el consistorio y la presencia de empresas y organismos municipales especializados son otros puntos fuertes del Ayuntamiento, que ya lleva al menos seis años trabajando desde la Oficina en planes europeos.

Con la mirada puesta en el futuro, los técnicos de la Oficina señalan como amenaza la posible disminución del presupuesto municipal por una hipotética bajada de recaudación, así como el impacto de la covid 19, que puede afectar a las prioridades de la administración. La burocracia y la inestabilidad del equipo implantador se dibujan como un obstáculo para la Oficina, y la falta de una estrategia clara y la competencia de otras ciudades similares a València pueden trastabillar la consecución de los objetivos municipales.

Pese a ello, la propia irrupción de la covid ha traído consigo la puesta en marcha de los fondos europeos de recuperación Next Generation UE, que puede suponer una oportunidad extra para el Ayuntamiento. La posible bajada presupuestaria municipal también puede suponer un revulsivo, al reducirse la financiación de proyectos locales y requerir de ayudas europeas en este sentido. La existencia de una "gran red" de colaboradores, la colaboración con otros ayuntamientos, diputaciones y la Generalitat Valenciana y el teletrabajo cierran la lista de factores positivos para la Oficina.

Esa es la radiografía de la situación, en base a la cual el departamento que depende de la concejalía de Innovación, que dirige Carlos Galiana, se ha fijado tres objetivos: aumentar los ingresos de ayudas europeas y el valor de cada proyecto, y "mejorar el alineamiento y la participación" para que los proyectos tengan "un carácter de ciudad y no sólo municipal". Se trabaja en vistas a que en 2023 todas las tareas vinculadas a estos objetivos estén ya en funcionamiento.

El Ayuntamiento busca apoyo externo

Para todo ello, el consistorio se ha lanzado a la búsqueda de apoyo externo. Por ello, el mes de agosto sacó a concurso público el servicio de apoyo a la Oficina municipal por valor de más de 240.000 euros. Entre las funciones del futuro adjudicatario estarán la ayuda a la captación, gestión y justificación de financiación europea, la gestión del conocimiento, la comunicación y la divulgación, la gestión de los actores involucrados, la estrategia local y su alineamiento con las políticas europeas.

Los pliegos obligan a que la adjudicataria del contrato cuente con un equipo multidisplinar que ayudará al consistorio con formación en "diferentes especialidades técnicas". Deberá haber un jefe de proyecto con 10 años de experiencia como mínimo en consultoría y asistencia en proyectos europeos, y al menos cuatro personas que conformen el equipo de trabajo.