VALÈNCIA. El exconcursante del popular concurso de Telecinco Mujeres y Hombres y Viceversa (MyHyV), Javier Cohen, ha aceptado una pena de nueves meses de cárcel, dos años y medio de prohibición de tenencia de animales y un curso de reeducación en materia de animales, así como el pago de las costas del juicio por un delito de maltrato animal. Javier C. Dejó morir de hambre a su perro ‘Mack’. Cohen deberá pagar 117 euros en concepto de responsabilidad civil a la protectora Modepran representada por el letrado Rafael Soriano Montoro.
El ahora condenado ha podido evitar entrar en prisión al aceptar el curso de reeducación, ya que tenía una condena previa pues fue condenado por la Audiencia Provincial de Toledo a varios meses de prisión como autor de un delito de violencia de género, lo que dejaba antecedentes computables en este procedimiento.
El exconcursante ha aceptado lo que la magistrada instructora y el fiscal Eduardo Olmedo decían en sus escritos. Según recogían la juez en su auto y el fiscal en su escrito de acusación a los que ha tenido acceso Valencia Plaza, “el acusado poseía un perro de raza bulldog americano, de nombre ‘Mack’, de unos tres años y sin el chip reglamentario”. Javier Cohen dejó de prestar la atención y el cuidado necesarios al animal. Por ello, según expone el fiscal, “el animal presentaba unas pésimas condiciones de salud, con anemia y ganglios aumentados. Asimismo se encontraba deprimido y desorientado, con dificultades para levantarse y sin poder caminar debido a la desnutrición, con una infección renal grado IV (la más grave). También padecía Leishmaniosis.”
Y prosigue explicando que “a pesar de todo ello, el acusado omitió proporcionar al animal el adecuado tratamiento veterinario, limitándose a llevar al mismo al centro Modepran (la protectora)”. En dicho centro, y debido a que el perro llevaba meses en ese estado hubo que practicarle la eutanasia para evitarle mayores sufrimientos.
A todo ello, y tal como ya publicó este periódico, hay que sumar que Javier Cohen se presentó con el animal en la puerta de la protectora diciendo que se lo había encontrado cerca del tranvía y que no podía cuidarlo. Al llegar dio un DNI y un número de teléfono, el primero falso y el segundo el suyo. Fueron las casualidades de la vida las que le han llevado al banquillo de los acusados. Un colaborador vio al animal y lo conoció. El perro tenía un ojo de cada color y el voluntario dijo: “yo a este perro lo conozco”. Tras una movilización sin precedentes de los miembros de la protectora Modepran consiguieron encontrar al ‘famoso’ dueño del can y denunciarlo.