Génova da luz verde pero, al no concretar fechas, deja el anuncio de Bonig en un peligroso standby: si la idea del cónclave no se plasma con éxito, la dirección regional quedará en entredicho
VALENCIA. El PP de la Comunitat Valenciana dio este viernes un nuevo paso adelante en su camino hacia un congreso extraordinario de la formación popular. La líder regional, Isabel Bonig, escudada por los tres presidentes provinciales, expuso ante los medios de comunicación su hoja de ruta inmediata para tratar de sacar al partido de la dinámica negativa en la que se encuentra desde el estallido de la operación Taula.
Así, la presidenta del PPCV anunció una Junta Directiva Regional para la próxima semana en la que se aprobará la solicitud a Génova para celebrar el citado cónclave extraordinario y, por otra parte, se procederá al nombramiento de la gestora del PP local de Valencia tras la disolución del partido después de la imputación del grupo municipal casi en pleno.
Pese al habitual aplomo de Bonig durante la rueda de prensa, el anuncio del congreso extraordinario con la "autorización" de Madrid sigue generando demasiadas dudas e incógnitas por despejar. La propia líder del PPCV admitió que continúa sin haberse concretado una horquilla de fechas para su celebración. De hecho, reconoció que el proceso de las negociaciones en el ámbito nacional para la investidura de Pedro Sánchez puede afectar a la exigencia valenciana de cónclave en la Comunitat. Es decir, no se aclaró este viernes si el congreso se celebrará antes de unas hipotética reedición de las elecciones.
De la misma manera, tampoco se afirmó con rotundidad si el congreso valenciano tendrá lugar previamente al nacional. Generalmente, el orden es el inverso, por lo que si el PPCV lo consiguiera celebrar antes, podría hablarse de una prerrogativa especial para Bonig y los suyos. Si no está asegurado que se celebre antes que el nacional y tampoco puede confirmarse que vaya a tener lugar antes de una hipotética repetición de elecciones, el resultado final de la iniciativa puede quedar descafeinado.
Más aún cuando, pese a que Bonig insistió este viernes en su deseo de participación 100% de la militancia, tampoco se ha asegurado todavía que pueda celebrarse un cónclave en el que cambien las reglas del juego en este apartado. Es decir, se desconoce si Génova querrá admitir por primera vez que se aplique la fórmula 'un militante, un voto'. Esto sería importante para el PPCV dado que, tras los numerosos desaires recibidos por los presuntos casos de corrupción, empezaría a darse una proyección estatal de epicentro de cambio dentro de la formación popular valenciana.
En definitiva, la iniciativa planteada por Bonig y los presidentes provinciales puede ser interesante si no se queda en un paripé. Y, a día de hoy, todavía no hay garantías de que el congreso extraordinario que vende la dirección regional como motivo de reconstrucción y relanzamiento, no se quede en un mero congreso ordinario con alguna característica especial de carácter simbólico.