VALÈNCIA (EP). Todos los grupos del Congreso, salvo Vox, han respaldado este martes la tramitación de una proposición de ley de reforma del Reglamento de la Cámara formulada por el PNV para que se examine periódicamente el cumplimiento por parte del Gobierno de las iniciativas parlamentarias no legislativas que se vayan aprobando, fundamentalmente proposiciones no de ley, mociones y resoluciones.
Es la misma iniciativa que presentó por última vez en 2017, cuando fue tomada en consideración pero no pudo completar su tramitación, y que ahora los nacionalistas vascos han vuelto a rescatar para someterla a debate de la Cámara Baja en esta legislatura.
El PNV, a través de su diputado Mikel Legarda, ha pedido apoyo para "perfeccionar" el sistema de control de la oposición al Gobierno y paliar el "déficit" que actualmente tiene el Reglamento del Congreso, con el que es "imposible" constatar si el Ejecutivo toma o no en cuenta los mandatos sin rango de ley del Congreso.
En concreto, el PNV propone que, durante el primer mes hábil de cada periodo de sesiones, el Gobierno remita a la Cámara "un informe detallado relativo a la situación y grado de cumplimiento de cada una de las proposiciones no de ley, mociones y resoluciones aprobadas tanto en Pleno como en comisiones en el periodo de sesiones anterior, así como las pendientes de cumplimiento de periodos anteriores".
Y en la quincena posterior a la entrada en Registro del Congreso del informe, añade el texto, "comparecerá en la Comisión del Reglamento un representante del Ejecutivo para explicar el citado informe y responder a los requerimientos de los grupos parlamentarios".
El PSOE, por boca de Isaura Leal, ha dicho que "siempre" estará en todas las iniciativas que "refuercen" el papel del Parlamento y hagan "más robusta" la democracia en una intervención que no ha desaprovechado para presumir de que su Gobierno es "el que más se ha sometido al control parlamentario en más de 40 años de democracia".
De su lado, la diputada del PP Isabel Borrego, ha justificado su apoyo a la ley del PNV en la necesidad de poner al Parlamento en la centralidad política, sobre todo teniendo en cuenta que el Ejecutivo pretende reducir el Congreso "a una mera cámara de opiniones políticas" entorpeciendo así la acción de control de la oposición.
El resto de grupos, salvo los de Santiago Abascal, han utilizado parecidos argumentos para explicar su respaldo a la idea del PNV para obligar al Ejecutivo a dar cuenta sobre el grado de cumplimiento de las iniciativas sin rango de ley.
En Unidas Podemos, Roberto Uriarte la juzga "muy pertinente" y sólo espera que el Gobierno muestre "receptividad" y "colabore" con los grupos; en Ciudadanos, Juan Ignacio López-Bas la ve "estupenda" para que el Gobierno "se tome en serio" su función para con el Parlamento; y en Bildu, Jon Iñarritu cree que será bueno que existan mecanismos de control sobre el grado de cumplimiento de los mandatos del Congreso a los gobiernos que, a su juicio, no suele estar "a la altura de los mecanismos de transparencia".
En esta misma línea se ha manifestado Junts, que cree que esta propuesta "básica y de mínimos" supone "una mejora incuestionable" para que los mandatos parlamentarios sean "vinculantes"; el BNG, que ve necesario articular una nueva herramienta del control al Gobierno; o Foro Asturias, que dice que ésta es una reforma "buena, se mire por donde se mire".
Vox ha sido el único grupo en rechazar la proposición de ley de los nacionalistas vascos pero no para hacer un "favor" al Gobierno "ilegítimo" de Pedro Sánchez, como ha explicado su diputado Eduardo Luis Ruiz Navarro, sino porque su tramitación sólo conseguiría "hacer perder a todos aún más el tiempo".