Este 2021 será un año de congresos en el PSOE. Un año de renovación, de mejora de proyectos políticos y equipos, de participación de la militancia. Un año en el que avanzar en democracia interna. Este será un año en el que seguir reforzando nuestro partido para seguir mejorando nuestra sociedad.
Afirmaba el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, ante el Comité Federal el pasado sábado que somos la izquierda que “persiste en sus sueños sin dejar de avanzar en la realidad". Es, sin duda, uno de nuestros grandes valores como socialistas: soñamos con un partido mejor, y lo hacemos posible en los congresos; soñamos con una sociedad mejor, y lo convertimos en realidad desde nuestros gobiernos.
Es lo que hicimos con nuestro partido en el 39 Congreso del PSOE, cuando la militancia socialista dio muestra de su determinación por renovar nuestro partido y nuestro proyecto político. La gran mayoría de los socialistas -especialmente en la Comunitat Valenciana- apostamos aquel 2017 por un proyecto participativo frente a quienes querían un congreso de aclamación, apostamos por un proyecto netamente de izquierdas y de futuro frente a quienes querían anclarnos en las formas de hacer partido y política del pasado. Entonces aposté por ese modelo de partido y por ese proyecto político de futuro en todos los congresos que celebramos, porque entendía que necesitábamos renovar proyectos, equipos y formas de entender el funcionamiento interno del partido. Y el tiempo ha demostrado que acertamos porque fue esa capacidad de la militancia socialista de imaginar la renovación de nuestro partido la que nos llevó a convertirlo en realidad y recuperar así la credibilidad de la sociedad española.
Ese debería ser el valor con el que debemos afrontar el proceso congresual que se abrirá a finales de año para el PSOE y sus federaciones autonómicas. Debemos ser capaces de imaginar el futuro que queremos para nuestro partido para poder convertirlo en realidad en España y en nuestras autonomías. Debemos ser capaces de impulsar con nuestra participación como militantes un proyecto político para el PSOE y sus federaciones que nos permita afrontar los nuevos desafíos de nuestra sociedad, consolidar gobiernos y ampliar mayorías. Debemos ser capaces de imaginarlo y convertirlo en realidad en los próximos congresos desde el debate sosegado, desde la aportación ideológica de toda nuestra militancia, porque solo desde la participación y la conexión con nuestra sociedad seguiremos siendo el partido que mejor representa a la ciudadanía.
Todavía tenemos un largo camino por delante para llegar a celebrar nuestros congresos, puede que ante la situación sanitaria actual nos resulte imposible ni siquiera vislumbrar un futuro próximo en el que volver a reunirnos en nuestras sedes. Puede que para muchas compañeras y compañeros sea casi una quimera imaginar la celebración de un Congreso Federal en octubre y congresos regionales antes de que acabe el año. Pero también para esto queda menos. También para esto debemos mantener la esperanza.
Este será “el año de la vacunación, la recuperación y la esperanza” defendía Pedro Sánchez en el pasado Comité Federal. Este será el año en el que logremos doblegar al coronavirus gracias a la investigación científica, nuestro sistema sanitario y la responsabilidad ciudadana; será el año en el que comience la recuperación económica y social. A eso dedicamos todos nuestros esfuerzos las socialistas y los socialistas: a trabajar sin descanso para poner freno al virus y sentar las bases para lograr una salida justa para esta crisis.
Habrá tiempo de llenar de actividad y debate las Casas del Pueblo, de analizar el cumplimiento de las ponencias y resoluciones aprobadas en los Congresos. Habrá tiempo entonces de analizar las razones por las que algunas estructuras del partido han funcionado y otras no, de valorar la acción o inacción de cada una de las ejecutivas, de cambiar aquello que la militancia considere que no ha funcionado. Habrá tiempo entonces de escuchar y plantear propuestas para lograr un proyecto político centrado en un modelo de sociedad sostenible, con mayores cotas de protección y justicia social, que incorpore al feminismo al centro de todas sus políticas, que impulse todo el talento que tenemos para afrontar la digitalización pendiente, que proteja su territorio, que defina políticas claras para apoyar la transformación y modernización del sector industrial. Habrá tiempo entonces de trabajar por un proyecto de cogobernanza y participación de la militancia.
Parece todavía lejano, pero llegarán los congresos. Y será el momento como socialistas de imaginar el mejor proyecto político posible y convertirlo en realidad.