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DISEÑO PARA EL PENSAMIENTO

Consejos de 10 diseñadores (no sólo aplicables a diseñadores)

Una serie de profesionales valencianos del diseño nos ayudan a recopilar consejos desde su experiencia, no sólo aplicables a otros diseñadores, sino útiles también para otros sectores

27/06/2016 - 

VALENCIA. El pensamiento de diseñador consigue muchas veces solucionar los problemas de una manera diferente, tal vez más creativa o desde otro punto de vista. Posiblemente por estar acostumbrados a dar tantas vueltas a los proyectos, y casi a buscar problemas donde otros no los detectaron.

De ahí que nos guste escuchar consejos de otros diseñadores. Consejos poco relevantes con la manera de diseñar, y que son absolutamente prescindibles cuando entran en el plano técnico. No hemos venido a hablar de tutoriales ni de mockups, sino a compartir experiencia. Así que preguntamos a diez diseñadores o estudios de diseño cuál sería su consejo para compañeros de profesión pero también aplicable a otros sectores, ya que muchas veces lo mejor que hemos aprendido no es sobre cómo diseñar, sino desde trucos de reuniones, trato con clientes, procesos previos al diseño, el tema económico o dejar de usar Word.

¿Sobre qué aconsejarían estos diseñadores? ¿Puede adaptarse el enfoque creativo de una solución de diseño a otras profesiones o situaciones cotidianas? 

Las diseñadoras gráficas María Pradera y Lorena Sayavera son YINSEN, el estudio que desde Vila-real ha realizado recientemente la imagen de la Gran Fira de València, la marca del Pla Valencià de Foment del Llibre i la Lectura o la campaña gráfica Dones en la ciència para el Ayuntamiento de Valencia. Aunque llevan una década en el sector del diseño y creativo, crearon la fórmula YINSEN en 2012, y estos años les han dado la experiencia para, al ser preguntadas por un consejo a partir de lo aprendido, llegar a enumerar casi un decálogo propio: “Desarróllate en lo que te guste y se te dé bien. Conoce tus superpoderes y encuentra tu manera de comunicarlos. Escucha con mucha atención al cliente. Cobra siempre un porcentaje para empezar a trabajar. Es muy difícil conseguir un buen trabajo de un mal cliente, no malgastes tu energía.  Trabaja con personas que te hagan sentir bien. Sigue tu intuición. Prueba cosas nuevas. Viaja, haz deporte y desconecta de tu rutina.” Todo un guión para una inspiradora conferencia para creativos.

Clara del Portillo, diseñadora industrial co-fundadora del estudio valenciano YONOH (que en estas fechas celebran su 10º aniversario con una trayectoria y proyección envidiable), no duda con la sugerencia que daría: “Es mejor recopilar toda la información antes de empezar a resolver”. Todo un aviso para cuando parece que el tiempo apremia y por adelantar terminaremos por tirar todo ese tiempo invertido a la basura. “No es la primera vez que empezamos a trabajar bajo unas premisas sin esperar a tener una reunión por agilizar y avanzar el trabajo y después de eso te das cuenta que tu trabajo ha sido en vano”.

Pedro González empezó en el diseño hace dos décadas, tras las cuales está posicionado como uno de los referentes a nivel nacional en diseño de envases (imparte dicha materia en el Máster Universitario en Diseño y Comunicación Gráfica del CEU-UCH), especializado en el mundo del vino. Su consejo, después de años obervando cómo funcionan sus diseños, se basa en el éxito de comprobar cómo el buen diseño ha ayudado a sus clientes y lo resume en el “zapatero a tus zapatos”, y es que considera que los años dan un criterio, y una experiencia una y formación que sólo se consigue trabajando. “Somos autoridad en una profesión difícil, poco reconocida en España y en la que que hay mucho intrusismo”. González afirma que hay que escuchar y respetar la opinión de los que saben por encima de nuestras pequeñas vanidades, en alusión a que parece que todos llevamos dentro a un entrenador de fútbol, a un médico, a un asesor político o a un diseñador por tener un Mac en casa: “Que Vicente del Bosque haga lo que crea que debe hacer, que si estamos malos no nos tomemos lo primero que se nos pase por la cabeza y que si queremos que nuestras empresas triunfen, invirtamos en diseño”. 

La diseñadora Inma Bermúdez creó su propio estudio homónimo, centrado en mobiliario e iluminación, hace casi una década. En Studio Inma Bermúdez, junto a Moritz Krefter, diseñan desde Valencia colaboraciones para IKEA o Lladró, entre otras empresas internacionales. Trabajar para diversos países ha dado a Inma y a Moritz muchas tablas a la hora de realizar presentaciones, que es sobre lo que tratan de aconsejar al ser preguntados sobre el tema: “Por experiencia, se evita perder mucho tiempo si cuando mandas presentaciones y pdfs numeras bien las páginas. Puede quedar de principiante, pero a la hora de comentar y hacer referencias posteriormente al envío es muy útil”, aseguran. “Además, puede parecer una chorrada, pero también incluimos nuestro nombre y fecha en todas las páginas ya que no sabes quién se encontrará esa presentación por el camino”. Sin salir de la relación a distancia con clientes y sobre el trato a nivel internacional, Bermúdez destaca el buen humor: “Intentamos fomentarlo, que es algo que nos caracteriza a la gente del sur (de Europa). Somos amables incluso en las despedidas por mail, somos gente con la que puedes irte a tomar una caña, nada encorsetados en contraste con otros países”.

Carmina Ibáñez es socia del estudio de diseño gallén+ibáñez, aunque su formación comenzó en el mundo publicitario. Junto a Marisa Gallén fueron las autoras del cartel del 9 d’Octubre y de la imagen y el diseño expositivo de la muestra del 30 aniversario de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana, entre otros trabajos recientes. Carmina lleva cerca de diez años como profesional, y reconoce que su iniciación real no llegó hasta que no tuvo como primer maestro a Daniel Nebot, quien le dió este consejo: “Cada proyecto es un reto y conlleva una problemática que el diseñador debe de solucionar. Es como si te meten en una habitación con un gran montón de basura en el centro y te encierran. La llave está en lo más profundo. Puedes hacer dos cosas: dar vueltas al montón lamentándote del olor o zambullirte, como un valiente, y salir cuanto antes”. Ibáñez reconoce que este consejo siempre la acompaña y es lo que la envalentona con cada proyecto: “Ante la dificultad puedes hacerte pequeño y lamentarte o crecer y arrancar con todas tus fuerzas”, añade. 

También con sus orígenes en la publicidad (difícil encasillar a este polifacético perfil), MacDiego ha estado siempre rodeado de diseñadores, ilustradores y dibujantes de cómic. Liado estos últimos días con las V Jornadas de Cómic de Valencia, este detector de talentos plantea una duda antes de regalarnos su consejo: “¿Qué hay más, malos clientes o malos diseñadores?” Y es que con esta pregunta trampa MacDiego quiere evidenciar que a los diseñadores demasiadas veces nos sale el soberbio que llevamos dentro, una actitud soberbia con la que a menudo nos escudamos en que el cliente no tenía razón. Así, el consejo de este provocador nato es “Escucha al cliente. Él es quien mejor conoce su producto”.

Otro diseñador valenciano con años de bagaje a sus espaldas es Modesto Granados, gran aficionado al rugby, también docente en el Máster Universitario en Diseño y Comunicación Gráfica del CEU-UCH y quien recurre como no podía ser de otra manera a su deporte favorito (de hecho acaba de realizar la marca para el Torneo Pantera, una competición internacional de rugby infantil) a la hora soltar su sentencia como consejo de diseñador: “Se juega como se entrena”. Con esto hace referencia a que la constancia y el esfuerzo son trascendentales. Modesto es célebre por su especial empatía con las nuevas hornadas de diseñadores, y por su trato y carisma le resulta tremendamente fácil ser escuchado por los diseñadores noveles, de ahí que su recomendación está sobretodo dirigida a nuevos profesionales, aunque aplicable a muchas facetas de la vida diaria. Como Granados añade, “esto de diseñar no va de un talento oculto o de estar tocado por la mano de un dios, y los trabajos de los que estoy más orgulloso son a los que más horas dediqué”. “Cuando he conocido a alguno de mis ídolos del diseño, he descubierto que al fin y al cabo eran unos currantes, no seres divinos, y hay que saber rodearse de esa gente que es mejor que tú”.

Vallisoletana de nacimiento y valenciana de adopción (tras estudiar diseño gráfico en la Escola d’Art i Superior de Disseny), Sara de la Mora se mudó hace algo más de cinco años a Londres donde pasó por Qype y Yelp para actualmente trabajar como Marketing Communications Designer en Facebook. Su recomendación, por experiencia propia, se centra en la adaptación y el cambio que supone trabajar en otros países o con clientes extranjeros, y la ha dividido en tres puntos. En primer lugar dice que “no hay que aprender a hablar en inglés, también hay que aprender a hablar en su idioma”, ya que al trabajar en un mercado extranjero hay que saber adaptarse no sólo al idioma, sino a la cultura y manera de hacer las cosas. “Con la industria inglesa, una de las cosas que priman es la de hablar las cosas sin ser demasiado directo, es decir, que hay que aprender a escribir para  que todo se entienda leyendo entre líneas, y aquí también es donde entra el usar acrónimos a tutti”, comenta Sara. 

“Contestar siempre” es su segundo punto, en el que plantea el contraste de culturas ya que estamos acostumbrados a no contestar un correo si no es necesario, mientras que, según su experiencia “trabajando fuera te das cuenta de lo necesario y eficaz que es enviar un pequeño email simplemente diciendo que lo has leído, y ya responderás cuando tengas que contestar en detalle más adelante. De lo contrario, seguramente puedas generar una impresión de descuido o improductividad que no beneficia en absoluto”. Para concluir, Sara de la Mora recuerda la primera vez que estaba escribiendo a una imprenta de allí, y su compañera por aquél entonces miró a su pantalla y le paró nada más empezar el correo: “¿Pero qué haces? ¡Necesitas poner un please para empezar!”. Por tanto aconseja que hay que “dar las gracias por todo” (en la anécdota también recuerda que tuvo que incluir unos cuantos thanks en el resto del correo, y desde entonces no se le ha olvidado). “A la hora de trabajar con ingleses esta cortesía es muy importante, así que más vale que no se te olvide incluir Thank Yous y Pleases en casi cada frase de un email, o incluso en notas de corrección de algo que estés revisando, aunque haya que repetirlo en cada página”.

Los jóvenes diseñadores María Kim y Agus García Valverde llevan desde 2013 emprendiendo bajo el nombre TOTPOC, luchando para ser un estudio de diseño. Desde esta posición novel, sus consejos van dirigidos a quien comienza una nueva etapa profesional, y reconocen que nacen de sus padres que les inspiran cada día y les han apoyado desde los inicios. Por ejemplo el padre de María, el maestro Kim, les decía: “Para tener éxito en la vida se necesita un 5% de inteligencia y un 95% de sudor y lagrimas”, y es que por mucho conocimiento que tengas si no tienes interés en hacer las cosas no evolucionas. Un mantra, el del tesón, esfuerzo y ganas, repetido por bastantes diseñadores al tener que rememorar cuál es la clave de su oficio. Otro consejo que a TOTPOC le gusta recordar es de Miguel, el padre de Agustín: “Los monos también caen de los arboles”. “Es decir, que por mucho que sepas hacer bien algo, tienes que estar atento porque te puedes equivocar”, apuntan María y Agus.

Los padres, nuestros primeros mentores. Y es que todos hemos tenido maestros, aunque a veces eso se aprecia tiempo después de haber compartido determinados momentos con ellos. A mí me viene a la cabeza cada reunión con clientes que compartí hace años con Pepetono Ortiz, de la agencia valenciana Efectiva Creatividad, y como de vez en cuando al envalentonarme con los tiempos o procesos de los proyectos me recordaba aquello de “sé dueño de tus silencios y no esclavo de tus palabras”.

Una vez recorridos los consejos de esta decena de diseñadores o estudios, y ya para cerrar (¡bonus track!), tal vez el mejor consejo que recuerdo y que más me ha servido como profesional nada tenga que ver con el diseño. Me lo dio el publicista (definición que le quedaba corta a este ambicioso precursor en Valencia) Jordi de Lama, fallecido este año y quien ensalzaba siempre la relación con sus clientes: “La diferencia entre conseguir o no al cliente está en la empatía que llegues a tener con él, y no tanto en tu portfolio de trabajos, que podrá no ser tan diferente al del resto”. No se me olvidará jamás.

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