VALÈNCIA. Se va, se queda. Consol Castillo deshoja la margarita. Anunció a sus allegados que se iría, pero ahora deja la puerta abierta a un segundo mandato y no descarta presentarse a las primarias de Compromís si se dan las circunstancias adecuadas. “Cuando dije que estaría dos mandatos no expliqué si eran en el gobierno y oposición o sólo gobierno”, sonríe. Convertida en la voz de referencia del Bloc dentro de Compromís, junto al president de Les Corts, Enric Morera, Castillo tiene que lidiar con la incomprensión dentro de su misma coalición.
—¿El liderazgo de Joan Ribó no ha sido excesivamente bondadoso y comprensivo? A veces da la impresión de que le ha faltado mano dura con sus concejales y con otros socios de gobierno.
—Estamos en un gobierno que participan tres partidos diferentes y además en Compromís hay cuatro sensibilidades distintas. Su bondad es la que ha hecho que cuaje esa salsa política tan difícil de cuadrar. Creo que si llegaremos a final de mandato con una estabilidad y una aprobación de presupuestos, que es la reválida, será gracias a eso. Puede ser que si sólo hubiera habido un partido habría tenido una actitud distinta, pero yo creo que en este mandato lo que ha hecho es dar un poco de juego a todo el mundo.
—Parece que nunca pase nada en el Ayuntamiento de València, pese a los graves conflictos que se generan.
—Bueno, hay reuniones internas que no transcienden pero dónde se han puesto las cosas claras. Tú al final ves el resultado final, pero no cómo se ha hecho la coca. Y yo hay cosas con las que no he estado de acuerdo pero no voy a decirlas públicamente precisamente para que no se publiquen (ríe).
—Se habla de que Ribó está buscando un independiente para reforzar las listas.
—No tenía ni idea (sonríe).
—¿Cree que es una medida posible? ¿Hace falta refrescar con nuevas ideas, traer alguien de fuera?
—No lo sé. Tendremos que esperar a la elaboración del reglamento de Primarias y ver cuáles son los parámetros que se establecerán. El alcalde de Sagunto [Quico Fernández] propuso que para la elaboración del reglamento se reuniera el Consell General para ordenar este tipo de cosas. Es que en las poblaciones pequeñas es más fácil: se junta la gente y se buscan personas para completar las listas. Pero las grandes ciudades es otra cosa. Ahí necesitamos el reglamento que es el que plantearía estas cuestiones [la incorporación de independientes]. No me parecería ni mal ni bien. La tradición de la que vengo es siempre buscar gente que pueda aportar a las listas. Después de estar en la gestión, le aseguro que lo que hace falta es gente que tenga formación en aspectos muy específicos. Un reglamento de Primarias que permitiera a la gente presentarse también daría pie a la consolidación de una figura como la del independiente.
—Y usted no descarta presentarse.
—Hemos de ver como queda el reglamento, insisto. Es como si me preguntaran: ‘¿Te comprarías un piso?’. Bueno, a ver las condiciones.
—¿Está indecisa?
—Estoy esperando. Sólo eso.
—¡Qué intriga!
—(Ríe) Es que de verdad que dependerá mucho del reglamento. Yo vengo de una formación política que lo que quería era juntar el máximo de sensibilidades de la ciudad de València, en el sentido de que debes gestionar diferentes intereses. Se hablaba de sumar. Si esa política de suma es la que se continúa plasmando en el reglamento, no le digo que no me presente. Si se convierte en otra cosa, en el instrumento de un que-me-quede-como-estoy, y no avanzar dentro de Compromís para dejar de ser una coalición de partidos y convertirnos en un partido, a mí no me interesara. El origen de Compromís nace con la idea de construir un partido. Hemos de redefinir el marco. Si vamos hacia eso, con coherencia, con Compromís convertido en una suma de sensibilidades, a mí me interesa el proyecto y me presentaría. Si continuamos como estábamos, siendo única y exclusivamente una coalición, con cuotas, puede ser que me cuestione seguir. Yo lo que quiero es que al final se haga un buen trabajo y tú sólo lo puedes hacer si pones los mecanismos para que estén las personas competentes. Si al final lo que hacemos es repartirnos los cargos y las sillas, esto no tiene ningún sentido. Sobre todo porque habíamos venido a hacer una política diferente.
—¿Cómo vería una coalición con València En Comú?
—Lo descarto completamente. Ahí sí que veo yo imposible llegar a un acuerdo, aunque la relación en el Ayuntamiento de València ha sido buena y he trabajado muy cómoda con ellos.
—¿También se lleva bien con el PSOE?
—En mi caso, sí. El haber tenido una larga experiencia profesional fuera de la política te ayuda a ser más comprensiva. Desde los 15 años he trabajado con gente que no pensaba como yo y eso te hace ser más abierta a otras sensibilidades. En términos generales, si he de valorar, he tenido más colaboración por parte del PSPV que desinterés. Por ejemplo, he tenido una receptividad por parte de la Concejalía de Desarrollo Urbano [que lidera Vicent Sarrià] muy destacada; no puedo decir que se me haya entorpecido.