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Consuelo Císcar, procesada por comprar obras falsas de Gerardo Rueda

Foto: EFE/Manuel Bruque

Las defensas anuncian que recurrirán la decisión de la juez

5/10/2019 - 

La exdirectora del Instituto Valenciano de Arte Moderno Consuelo Císcar recibió este viernes lo que más temía, el auto del Juzgado de Instrucción número 21 de València que la procesa como presunta autora de un fraude millonario con la adquisición de obras supuestamente falsas del escultor fallecido Gerardo Rueda. La juez confirma también la existencia de indicios criminales en la actuación de otros dos investigados: el exdirector económico administrativo del museo Juan Carlos Lledó, y el hijo y heredero del artista, José Luis Rueda. La magistrada los procesa por tres delitos: malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental.

Las defensas recibieron el auto como un jarro de agua fría. Según explicaron a Valencia Plaza algunas de ellas, no entienden que la juez haya notificado el auto quedando pendientes de resolución varios recursos por parte de la Audiencia Provincial. De hecho, recordaron que en el caso de la construcción del circuito de la F1 la magistrada proveyó tanto el auto de procesamiento como el de apertura de juicio oral sin esperar a la Audiencia y que, la sala, finalmente tumbó lo dicho por la juez y archivó la causa.

Con respecto al auto de procesamiento, todas y cada una de las defensas han anunciado que recurrirán la decisión de la juez tanto en reforma como en apelación. De hecho, una de las defensas no salía de su asombro, pues según explicaron faltan periciales por solicitar y practicar. Tanto las defensas, como la acusación popular ejercida por el PSPV y la Fiscalía tienen un plazo de diez días para acusar o pedir el sobreseimiento.

El auto

Expone la magistrada en su auto, que pocierto no ha llegado completo a las defensas, que un informe pericial realizado por la subdirectora general de promoción de la Bellas Artes del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, Begoña Torres, y por la responsable del Área de Colecciones del Reina Sofía, Rosario Peiró, indicaba que las obras debían haber sido hechas por el autor o bien existir una autorización de éste. Hecho que no se cumplía con las adquiridas por el IVAM.

La magistrada cree así a estos peritos y no al exdirector del Reina Sofía Tomás Llorens, que declaró que "el valor y la autenticidad de una obra de arte se basa en la idea original y en los derechos de autor de esta" y, por tanto, el hecho de que el hijo de Rueda realizara esculturas después del fallecimiento de su padre con los moldes y dibujos originales no supone que las esculturas sean falsas.

Dice la juez que "existió un fraude cometido por la cúpula del IVAM mediante el cual, con cargo a fondos públicos, se adquirieron un total de 98 obras de arte, siendo 58 de ellas reproducciones póstumas de Gerardo Rueda, a sabiendas de que lo eran, a precio de obra de arte original, contraviniendo lo suscrito en los contratos y enriqueciendo de forma ilícita al hijo de Rueda en más de tres millones de euros". Una cantidad que se vio incrementada en otros 700.000 con las exposiciones de la colección privada de éste a cargo sufragadas por el IVAM.

A sabiendas

Sobre el hecho de que la cúpula del IVAM supiera que las obras eran falsas expone la juez que, 'El gran relieve' se adquirió sabiendo que el original había sido donado al Museo Reina Sofía, y que existen correos electrónicos advirtiendo a Lledó que las obras se habían hecho a posteriori de la muerte del autor, y que las mismas se pagaron mientras las estaban haciendo en la fundición, es decir, con anterioridad a ser recibidas por el museo.

Explica la juez que desde el IVAM se utilizaron diferentes mecanismos para dar apariencia de legalidad a la adquisición de obras. Dice que utilizaron la figura de la donación, pero que una donación debe ser "gratuita" y el museo pagó, a lo que habría que sumar que no es legal la donación de bienes a futuros y que, en el momento en que se hizo, las obras ni siquiera estaban hechas.

También añade el auto que "se pagó un precio desorbitado" por obras post mortem a sabiendas de que lo eran, lo que llevó a "un saqueo de los fondos públicos", pues se abonaron casi tres millones y medio de euros "por simples reproducciones". Y al respecto dice el auto que, "es evidente que tanto Rueda como la cúpula del IVAM eran conscientes de que las obras eran copias póstumas, lo cual no se acomoda a lo pactado en los contratos en los que se transmiten las obras como 'originales' de Gerardo Rueda".

Es más, la juez añade la declaración de uno de los testigos que dijo: "después de la llegada de Consuelo Císcar a la dirección del IVAM se empezaron a adquirir obras de arte a precio superior al precio de mercado...eso que hay en la puerta de la Ciudad de la Justicia, que fue objeto de donación al IVAM se pagó por 200 o 300.000 euros, y es chatarra. Gerardo Rueda es un artista que tiene una cotización baja, y el IVAM ha hecho adquisiciones como si fuera un artista de cotización alta". Para sustentar esta parte de la acusación, la juez cita, uno por uno, los informes que acreditarían el pago de precios desorbitados.

Este es el primer auto de procesamiento del caso IVAM, que investiga el saqueo del museo valenciano y, salvo que la Audiencia Provincial dé la razón a las defensas, será la primera vez que Consuelo Císcar se siente en un banquillo.

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