VALÈNCIA. El sector de la distribución se prepara para consolidar algunos de los cambios que han venido forzados por la pandemia. Además del despegue definitivo de la venta online en alimentación, la crisis sanitaria ha provocado nuevos hábitos en los consumidores algunos de los cuales permanecerán en el futuro. Uno de ellos es la reducción del tiempo medio de permanencia en los supermercados y una menor frecuencia en el número de visitas, lo que indirectamente ha repercutido en un aumento del ticket medio en cada una de ellas.
Para adaptarse a estos nuevos hábitos, la cooperativa valenciana Consum ha puesto en marcha durante 2020 varias iniciativas con una inversión asociada de 19,4 millones en Innovación, casi un 45% que en el ejercicio anterior. Al margen de los proyectos de transformación digital, la cooperativa ha probado algunas innovaciones en tienda como el control digital de aforo, el ticket electrónico o las cajas de autoservicio que han venido para quedarse.
En el caso de las cajas de autocobro, la empresa ha decidido apostar por este modalidad tras una primera fase piloto en dos tiendas. Según explicó su director general, Juan Luis Durich, en la presentación de los resultados económicos de la cooperativa, el buen funcionamiento de este modelo hará que se extienda a más establecimientos, fundamentalmente de zonas turísticas, con el objetivo de evitar esperas al agilizar el paso por caja de los clientes con menos artículos.
El plan es instalar este mismo año cajas de autocobro en otros veinte establecimientos, sobre todo en localidades vacacionales, e invertir en ello alrededor de un millón de euros. "Estamos en periodo de adaptación, pero está funcionando muy bien. Lo implantaremos en una parte importante de nuestras tiendas, pero es más complicado en tiendas pequeñas porque requiere espacio", explicó Durich, quien descartó en todo caso la sustitución completa de las cajas tradicionales ya que las cajas de autocobro se contemplan como complementarias de estas.
Estas estaciones de autoservicio están orientadas a compras pequeñas y pagos con tarjeta. Su funcionamiento se basa en que sea el propio cliente quien escanee los productos y después realice el pago de forma autónoma, sin necesidad de que ningún trabajador intervenga.
Además de las cajas de autocobro, otro de los proyectos que la Oficina de Transformación Digital de Consum ha finalizado en 2020 es el de la implantación del ticket electrónico tanto en supermercados como en la tienda online. De momento, la opción electrónica convive con el ticket en papel, pero se está trabajando para dejar de imprimirlo siempre que el cliente lo solicite, evitando así el consumo innecesario de papel.
Por lo que se refiere al sistema digital de control de aforo que empezó a implantar en junio para evitar aglomeraciones y garantizar la distancia entre clientes, este está presente ya en todas sus tiendas propias.
Mediante el uso de sensores en todos los accesos a los supermercados, el sistema regula de manera autónoma el flujo de clientes a través de unas pantallas con un semáforo en rojo o verde ubicadas en las entradas. El sistema de control digital de aforo monitoriza casi mil puntos de acceso en total entre puertas de entrada de la calle y de acceso de aparcamientos y permite una gestión automatizada en tiempo real, tanto en local como en remoto.
Otra de las medidas encaminadas a reducir esperas que la cooperativa ha puesto en marcha en los últimos meses es el gestor del turno mediante la aplicación móvil Mundo Consum. Esta innovación, que ya se encuentra implementada en 182 tiendas y se extenderá a más supermercados, permite a los clientes coger turno para los mostradores de productos frescos, lo que agiliza las compras y mejora la seguridad ante la pandemia.
Por lo que se refiere a proyectos innovadores aún en fase de desarrollo, entre los proyectos iniciados el año pasado por Consum destaca el denominado como SPIRA, una herramienta para la gestión de precios y del nuevo modelo de pricing que permitirá "seguir mejorando" su posicionamiento competitivo.
Respecto a la guerra de precios que él mismo previó el año pasado como consecuencia de la pandemia, Durich admitió este miércoles que se ha retrasado respecto a sus estimaciones, pero sí aprecia ya movimientos de precio en los discounters alemanes, seguidos por algunas organizaciones.
Ante la perspectiva de que las ventas del conjunto del sector de la distribución se contraigan este ejercicio en comparación con el ascenso del año pasado marcado por la pandemia, Durich aclaró que Consum no provocará guerras de precio, pero se adaptará a la situación del mercado.
En ese sentido, dijo que Consum no será proactiva, pero sí reaccionará a los movimientos de los competidores. "Nosotros no entramos en guerras de precio en el sentido que no las provocamos, pero sí nos adaptamos de forma seguidista, porque no podemos permitimos vender más caro que nuestros competidores", explicó.
El directivo justificó esta estrategia en el hecho de que Consum tenga entre sus prioridades "la calidad y el respeto al medio ambiente", dos aspectos incompatibles con la entrada en una espiral de precios a la baja y en un descenso de los márgenes, pero eso "no significa no vender barato". "Nosotros estamos en el mercado y vamos a tener que competir", subrayó.