VALÈNCIA (EP). Los contactos entre el PSOE y Junts se han enfriado y mantienen las discrepancias sobre el alcance de la amnistía y su redactado, empezando por la exposición de motivos, según han indicado fuentes de Junts.
Por su parte, el PSOE confirma que este viernes se ha producido una reunión entre el secretario de Organización socialista, Santos Cerdán y el expresidente catalán, Carles Puigdemont, e indican que las conversaciones continúan.
El número tres del PSOE se reunió este viernes en Bruselas con Puigdemont para desencallar las negociaciones para una ley de amnistía, condición de Junts para apoyar la investidura del candidato socialista, Pedro Sánchez. Sin embargo, las versiones entre las partes difieren y algunas fuentes de Junts incluso niegan el encuentro con Cerdán y sostienen que solo celebraron una reunión de carácter interno.
"El problema está en cómo se aborda la amnistía y el motivo por el que se otorga", han precisado otras fuentes de Junts consultadas por Europa Press, que ven las posiciones entre socialistas y Junts aún más distantes.
También avisan de que Puigdemont no está dispuesto a ceder en determinadas cuestiones, con lo que alejan la posibilidad de un acuerdo con el PSOE y de que se pueda celebrar un pleno de investidura la semana que viene.
Desde el partido de Puigdemont dieron por terminada la reunión entre Cerdán y el expresidente alrededor del mediodía -después de algo más de dos horas de reunión- y sin lograr un acuerdo sobre el alcance de la ley de amnistía.
Sin embargo, en el lado socialista sostenían que solo se había producido un receso, pero que la reunión continuaba y todavía no se daba por finalizada.
Después de ese parón, Puigdemont; el secretario general de Junts, Jordi Turull, y la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, volvieron a reunirse en un despacho y afirmaron que se trataba de una reunión de carácter interno. Finalmente, alrededor de las 13.30 horas, salieron de la sala, y abandonaron el edificio.
Por otro lado en Madrid la portavoz adjunta de Sumar y dirigente de En Comú Podem, Aina Vidal, ha garantizado que la futura Ley de Amnistía no va a beneficiar a causas relacionadas con presunta corrupción, como supuestos de posible blanqueo de capitales, al ser una "línea roja" que no se va a traspasar.
Tanto ella como la portavoz parlamentaria, Marta Lois, ha minimizado los escollos con Junts y se han mostrado confiadas en que el acuerdo sobre la norma es inminente y está en los "últimos metros" para formalizarse, aunque toca discreción.
Eso sí, Vidal ha advertido que el único riesgo en este tramo final es caer en el "partidismo" en vez de mantener la responsabilidad que se ha desplegado hasta ahora, para instar a Junts y a ERC que dejen de "mirarse de reojo" y dejen su pugna para colaborar en favor de los intereses del país.
En la coalición de izquierdas hay voces que piensan que estos últimos escollos tienen que ver más con una estrategia de escenificación de Junts, al aludir a una carrera con los republicanos por gozar de protagonismo sobre la norma.
Al respecto, están convencidos de que lo que se discute ahora no es nada insalvable ni que no se haya puesto antes encima de la mesa. Es decir, aseguran que no se va a traspasar ninguna línea roja fijada por la amnistía y descartan que la demora tenga que ver con la casuística, con personas que se beneficiarán de la norma.