LA UV CELEBRA UNAS JORNADAS SOBRE LA SELECCIÓN DE EMPLEO PÚBLICO

Contra la memorización: los expertos proponen alternativas al sistema actual de oposiciones

14/12/2021 - 

VALÈNCIA. Tras la reciente aprobación por parte del Congreso de los Diputados del proyecto de ley que tiene como objetivo reducir la temporalidad en el empleo público, la Universitat de València (UV) celebra unas jornadas sobre sistemas innovadores en la selección y consolidación del funcionariado. La problemática, según manifiestan los expertos y las expertas, no es nada reciente, ya que la temporalidad es uno de los déficits más latentes en la actual coyuntura del trabajo público.

Es por esto que desde la facultad de Derecho se han propuesto ver qué alternativas hay frente al modelo por el que se rigen la mayoría de administraciones actualmente. Así, en la primera de las ponencias de las jornadas tanto el ámbito académico como el profesional se han dado cita para debatir sobre sistemas innovadores en estos procesos de selección del empleo público. No obstante, para saber qué mejorar y sobre qué innovar, en primer lugar se debe plantear qué problemas hay sobre la mesa.

El encargado de esta tarea ha sido el catedrático de Derecho Administrativo Gabriel Doménech, que a lo largo de su exposición ha desarrollado lo que muchas personas que se examinan para una plaza pública denuncian: el actual sistema de oposiciones es principalmente memorístico. No solo eso, sino que además el docente ha señalado los dos objetivos que, bajo su criterio, debe tener el sistema de selección: elegir a los mejores aspirantes y minimizar los costes sociales.

Lo que no se ve: los costes

El sistema actual de oposiciones no solo tiene costes para las personas que se examinan prueba tras prueba. Como ha argumentado Doménech, también es la sociedad general la que se ve afectada por el modelo, aunque no tenga relación directa con él. "Muchas veces oímos que el sistema de oposiciones es muy barato, y puede serlo para la administración en términos monetarios, pero para la sociedad es enormemente costoso porque los opositores emplean un tiempo y dejan de ganar un dinero por estar preparándose. Además, hay que tener en cuenta ese tiempo que no lo está utilizando para otras actividades que podrían proporcionarle una mejor formación, o el coste en salud emocional que supone estar cuatro o cinco años para enfrentarte a las oposiciones", ha expresado.

 

Pese a que la ponencia ha empezado en términos generales, cabe destacar que el acceso a la función pública es muy heterogéneo. Por este motivo, el catedrático se ha centrado en la selección de las profesiones jurídicas como ejemplo. La fórmula, como ha puesto de manifiesto Doménech, es de sobra conocida: "se trata de cantar de carrerilla a una velocidad asombrosa un montón de temas, hay que entrenarse para recitar en muy poco tiempo mucho contenido y que exigen años de preparación. Por ilustrarlo rápidamente, en notarías son en torno a cinco años lo que necesitan para superar el examen porque los temarios son realmente extensos, además de que la competencia es muy dura y parece que si no apruebas está todo perdido". 

Los posibles horizontes

Frente a este modelo, ¿qué alternativas se presentan? El profesor ha querido reconocer la labor de dos de sus compañeros de la UV -Alba Soriano y Andrés Boix- en este sentido, ya que el año pasado publicaron un libro sobre propuestas de mejora en el acceso al empleo público. En la misma línea, el catedrático de Derecho ha dado unas pinceladas sobre el sistema de examen estatal, una de las opciones que él plantea y que está en marcha en algunos países europeos como Alemania.

"Este modelo no nos es totalmente desconocido, ya que funciona de forma similar al MIR o a las PAU. Estas pruebas no son memorísticas y no llevan mucho tiempo de preparación: alrededor del año". Pero lo que más puede interesar en relación al sistema actual español es que esta alternativa no implica un todo o nada. Según ha detallado Doménech, los aspirantes eligen entre distintos puestos públicos y, si no les llega la nota, tienen otras opciones. "A lo mejor con este modelo a una persona no le llega la nota para ser notario, pero sí para ser fiscal, por ejemplo, con lo cual el riesgo se disminuye bastante", ha indicado.

 

Aunque en España esta experiencia no se ha llevado a la práctica como tal, lo cierto es que para la universidad algunas administraciones públicas han intentado mejorar e innovar en los procesos de selección en el empleo público. Por eso, el comité organizador ha contado con la presencia de dos mujeres al frente de estas áreas en diferentes consistorios. Por un lado, Amparo Mateu, jefa del Servicio de Personal del Ayuntamiento de València, ha esbozado el plan del equipo de gobierno en este ámbito subrayando la importancia que tiene planificar estratégicamente las medidas para "afrontar el reto de la selección de personal, que pasa por decidir qué vacantes tengo que reponer, que perfiles tengo que rediseñar, etcétera".

La otra experiencia práctica de la sesión ha venido de la mano de Trinidad Martínez, jefa de Recursos Humanos y Organización del Ayuntamiento de El Campello (Alicante). En la misma línea que Mateu, Martínez ha señalado que es necesaria la modernización del personal de la administración. De esta forma, ha ejemplificado a través de una experiencia piloto cuál es la hoja de ruta que sigue su equipo, en este caso sobre una de las bolsas de trabajo donde se han introducido pruebas de competencias a funcionarios de carrera. "La selección se puede hacer bien o mal con estas pruebas de evaluación, pero es evidente que tenemos un trabajo muy arduo y seguimos en ese camino, aunque ahora el escenario se plantee con muchas dudas por el nuevo proyecto de ley", ha concluido la responsable de recursos humanos de la localidad alicantina.

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