CASTELLÓ. Se definen como "frikis apasionados de la informática", "artesanos del gaming" o "enamorados del hardware". Coolmod, una empresa tecnológica del gaming creada hace más de veinte años en Castelló por dos compañeros de FP y de carrera, Francisco Fábrega y Mario Hellweg, han cumplido su sueño: hacer algo grande "que cambiara la vida de otros frikis" creando equipos que revolucionaran el mercado de la informática. Hoy venden por 30 millones de euros, emplean a más de medio centenar de personas y se preparan para dar el salto a Francia, Alemania e Italia. Desde su sede en Almassora plantan cara a compañías como Amazon. "A día de hoy competimos cara a cara, siendo más pequeños", explica Fábrega.
Coolmod nació en 2002 con el lanzamiento de una web especializada en una época en la que las compras por internet eran algo más que poco común para la población en general. "No hacía falta estar en Silicon Valley para que aquí se empezara a gestar un proyecto tecnológico de lo más loco y rompedor", explican desde su web.
En un principio, la idea de estos dos compañeros era la de crear equipos de refrigeración líquida y de ensamblado personalizado. Ofrecer a los usuarios lo que necesitaban y no lo que las multinacionales vendían en ese momento. Francisco explica que su primera sede fue un local de 60 metros debajo de la casa de sus padres que despertó sospechas entre el vecindario "porque allí solo entraban y salían cajas".
Allí comenzaron con lo que ahora definen como "artesanía del gaming". Fábrega explica que lo que empezaron a hacer en 2002 era algo que hoy está extendido y normalizado, pero que hace 25 años era toda una innovación. Habla del overclocking y el watercooling, técnicas para mejorar el rendimiento de los ordenadores y para refrigerar esos procesadores forzados para ganar en velocidad. "Hoy en día esto es automático pero entonces había que hacerlo de forma muy manual y artesanal, conseguir piezas era muy complicado y había que importarlo todo", apunta.
Y nació Coolmod. "Cool de refrigeración y Mod de modding (técnica de modificar estética o funcionalmente partes de un ordenador), como el tunning de los coches; hoy en día esto se llama gaming", afirma.
"Nuestro objetivo era tener seis ventas al día, en esos inicios no mirábamos lo que ganábamos, el margen era muy alto y con eso mi socio y yo pagábamos todo y nos sobraba para ir creciendo", relata. A los tres meses de la creación de la empresa contrataron a su primer empleado, que aún continúa. A los seis meses ya eran 6 personas trabajando en Coolmod, habían triplicado la facturación y se habían mudado a un local más grande. "En los primeros años el crecimiento era de más del 200%", afirma.
Ahora, esta firma tecnológica tiene a 56 personas trabajando en sus instalaciones de Almassora (a donde se trasladaron en 2004), venden unos 14.000 ordenadores al año (el 90% de las ventas son online pero también venden en grandes superficies) y este 2024 prevén cerrar con una facturación de entre 28 y 32 millones.
Las ventas, salvo un "nefasto" 2022, han ido en constante crecimiento: 9,2 millones en 2018; 13 millones en 2019; 23,8 millones en 2020; 36 millones en 2021 y 21,7 millones en 2022. Ese año Coolmod cerró con pérdidas por 140.000 euros. Fábrega explica que fue el ejercicio más duro para la compañía por los problemas derivados del arranque de una nueva web. "Cualquier cambio de web es duro, en nuestro caso fue nefasto, pero nos ha servido para aprender y mejorar", asegura. De hecho, además de las previsiones para este año, esperan que 2025 sea "excelente".
Los productos de Coolmod se venden mayoritariamente en España, pero también en Portugal. "Pronto empezaremos a vender en Francia, Alemania e Italia", asegura.
Fábrega explica que el gran salto para la empresa llegó cuando empezaron a vender hardware. "Ahí empezamos a jugar en primera división, pegándonos cara a cara con Alternate y MediaMarkt, entre otros. Luego llegó Amazon, PcCompomentes... Como toda competencia es buena, aprendimos a ser más rápidos y ágiles en muchos ámbitos y hoy en día competimos cara a cara, siendo más pequeños", detalla. También, reconoce, el crecimiento les llegó porque el comercio online comenzó cuando ellos lanzaron la empresa. "Era raro vender por internet, pero no paramos de crecer nunca, salvo en la crisis del 2008 al 2010", recuerda.
Coolmod forma parte de Xarxatec, la Asociación de Empresas Tecnológicas de Castellón, desde hace tres años. Desde la compañía ven el proyecto del futuro 'hub' tecnológico como un "enclave necesario para que mucho del talento que se produce en Castellón no busque otras opciones fuera", sostiene Fábrega.