Subraya que en Feria Valencia "no hubo corrupción" y elude rechazar las preguntas para no perjudicarse en otras causas abiertas
VALÈNCIA. (EFE). Francisco Correa, considerado uno de los cabecillas de la trama Gürtel, ha asegurado este jueves que esta trama es "un montaje para hacer daño a un partido" y ha defendido que los trabajadores de Orange Market "son personas honradas, normales" y sin antecedentes penales.
Correa ha comparecido desde la cárcel madrileña de Valdemoro por el sistema de videoconferencia ante la comisión de Les Corts Valencianes que investiga la gestión de Feria Valencia, en calidad de expropietario de la empresa Orange Market, y se ha acogido a su derecho a no declarar por consejo de su abogado.
Sin embargo, en un momento de la sesión ha asegurado que las cosas no son como de dicen y que ni él ni sus socios son delincuentes, sino profesionales del marketing y su "desgracia" fue llegar a trabajar para un partido (el PP) y emplear "la misma estrategia comercial" que utilizaba en las multinacionales para la que había trabajado.
"Cómo no voy a hacer un regalo a un cliente fantástico mío. Cómo no voy a regalar unos payasos a Ana Mato o a Sepúlveda que son amigos míos", ha dicho Correa, quien ha señalado que es algo que hacen las grandes empresas y se ha mostrado seguro de que los diputados también habrán recibido regalos en su vida.
Ha afirmado que Iberdrola "invitó a 150 periodistas con sus mujeres al Mundial, que una empresa de porcelana "alquiló el Queen Elisabeth e invitó a los mejores constructores porque eran sus mejores clientes" y que los laboratorios farmacéuticos invitan a los médicos a congresos en Tokio, Nueva York o Río de Janeiro. "Esto en marketing es una práctica habitual", ha explicado, y se ha mostrado convencido de que si "en vez del PP esto fuera una multinacional", él no estaría aquí sentado (en prisión).
Ha explicado que hace regalos a sus clientes "como hace cualquier empresas de este país y del mundo entero" y ha considerado que si mañana alguno de los diputados de la comisión tiene un restaurante, reglará una cena a un amigo, y si tiene una tienda de ropa, le regalará un traje.
"La desgracia", ha afirmado, es que "llegamos a un partido y empleé las misma estrategia comercial", y ha señalado que el político es el que tendría que haberle dicho que no podría admitir eso, aunque ha apuntado que durante muchos años las personas con las que tenía relaciones en el PP no ocupaban un cargo político.
Ha explicado que él no es abogado sino profesional del marketing y ha destacado que hace unos años no era cohecho hacer un regalo a un empresario.
Para Correa, todo esto es "un montaje para hacer daño a un partido por otro partido a través de nuestro trasero" y ha asegurado que "en este famoso caso Gürtel no existe tanta corrupción, es mentira", sino que se trataba de "una estrategia comercial", y no entiende que hacen ni él ni Pablo Crespo ni Álvaro Pérez aquí sentados.
Sobre el objeto de investigación de la comisión, ha dicho que cuando acaben los procesos judiciales que tiene abiertos no tendrá problema en comparecer para explicar que en Feria valencia "no hubo corrupción", aunque en esa época su actividad empresarial estaba centrada en América y su estancia en España era mínima.
Ha manifestado que la gestión de Orange Market la llevaba Álvaro Pérez, "el Bigotes", y que no tiene ni idea de lo que hacía, pero ha insistido en que ni una sola persona en esa empresa "tiene antecedentes penales" y todos son "personas honradas, normales y corrientes que han trabajado en empresas sin problema".
Correa, quien ha comparecido solo, ha dicho que se siente fuerte tanto física como mentalmente, pues en prisión hace "mucho deporte" y ha bajado de peso. "Me siento fuerte, mejor que cuando entré", ha informado a los parlamentarios.