Con una población de 3 millones y medio de habitantes, Berlín es la ciudad más poblada del país y de Europa Central.
La historia mundial y la influencia política se respira en unas calles que queremos transitar corriendo.
Oportunidades para los runners en Berlín hay muchas. Recogemos algunas de las más destacadas.
El Tiergarten es una de las mejores rutas de la capital alemana. Desde las estatuas y su rica arquitectura histórica hasta los densos bosques, lagos, estanques, jardines y su césped impoluto, el recorrido está plagado de estímulos. Antiguamente era un coto de caza, pero ahora es una zona verde reservada al público con más de 22 kilómetros de caminos asfaltados. Entre su repertorio de estatuas y edificios, pasaremos corriendo por la Cancillería Federal, el zoo de Berlín, o el lago Neuer.
En el lado este del parque se encuentra el monumento conmemorativo a la Guerra Soviética, la puerta de Brandenburgo, el Reichstag y los restos del Muro de Berlín.
Vale mucho la pena correr a través de la puerta de Brandenburgo y explorar el Unter den Linden en el distrito de Mitte. Este pasaje es un recorrido por la historia de Berlín a través de sus legendarias estatuas, su solemne arquitectura y los restos del pasado que permanecen como un icono del antiguo bloque del Este.
Otra de las opciones que nos ofrece Berlín es el Tegeler Forst. Esta vuelta empieza en el pintoresco Schloss Tegel y nos conduce en un precioso viaje a través del bosque Tegeler Forst a lo largo del Tegeler See.
También se pueden hacer varios ascensos que nos dejarán sin aliento. Fácil de acceder en transporte público, es una deliciosa escapada dentro de los confines del mismo Berlín.
Por otro lado el Volkspark Friedrich-shain es el parque más antiguo de Berlín. Tiene unos 150 años de edad, y es un destino esencial para los corredores de Berlín. La conocida fuente situada justo en la entrada, le añade al parque un atractivo mágico. Puedes correr durante kilómetros sin repetir el mismo sendero y nunca te alejarás demasiado del Mitte y de sus servicios para recuperarte tras la carrera.
Podemos correr además por el Rorbruchpark. Esta ruta, ligeramente más larga, nos conduce por la parte noreste de la ciudad. El punto más destacado se encuentra a algo más de la mitad del trayecto: el monte Kienberg, al que merece la pena subir por sus espectaculares vistas sobre el Mitte.
Historia, arte y running. Un combinado perfecto.