VALÈNCIA. Les Corts Valencianes retomarán en los próximos días la reforma de la Ley del Juego de la Comunitat Valenciana. Una normativa para modernizar la regulación actual -la norma vigente es de 1988- cuya principal pretensión es poner freno al auge de la ludopatía en la autonomía y que no pudo llegar a validarse el pasado mes de marzo a pesar de que tan sólo quedó un trámite para que viera la luz, su votación en pleno. La crisis de emergencia sanitaria ocasionada por la covid-19 obligó a cerrar el Parlamento valenciano y cancelar el periodo de sesiones, y, con ello, la tramitación de la ley quedó paralizada.
Ahora, la cámara trata de volver poco a poco a la normalidad. La Junta de Síndics aprobó el pasado martes reanudar de nuevo la actividad y el calendario que había quedado suspendido, por lo que la intención de los grupos parlamentarios -al menos los que integran el Botànic II- es la de retomar los proyectos legislativos que quedaron pendientes de aprobar antes de que estallara la pandemia. Un contexto en el que primará la Ley del Juego. La intención, según aseguran desde Compromís y PSPV, es introducir el debate para dar luz verde a esta norma en el próximo pleno, que previsiblemente se celebrará la última semana de mayo.
Con este escenario, conviene recordar que los grupos parlamentarios ya votaron las enmiendas que plantearon a la ley, por lo que tan solo quedaba por votarse la normativa en pleno para que se publicara en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV) y entraran en vigor los nuevos cambios. Las principales modificaciones que ya quedaron aprobadas en comisión eran los siguientes:
-Distancia a los colegios. Uno de los principales acuerdos alcanzados por el tripartito es el que se refiere a la distancia mínima que deben respetar los nuevos salones de juego respecto a los centros escolares o centros de salud. Socialistas, valencianistas y morados aprobaron en la comisión antes de que estallara la pandemia que el espacio que deberán respetar los operadores es de 850 metros, tal y como anunciaron semanas antes. Ahora bien, con un matiz significativo: el método para medir esta distancia no será radial, sino de dominio público -es decir, por trayecto peatonal-, con lo que se reduce considerablemente el espacio afectado por esta nueva cláusula.
-Licencias. Una vez se apruebe la ley, esta parte del articulado no solo afectará a locales de nueva apertura, también a los salones ya operativos una vez caduquen sus licencias. Es decir, aquellas casas de apuestas que ya se encuentren en funcionamiento porque obtuvieron la licencia de apertura y actividad con la ley actualmente en vigor de 1988, podrán seguir operando hasta que finalice su permiso. Pero una vez venza, si desean renovar la licencia, deberán cumplir lo que dice la nueva normativa. O lo que es lo mismo, si se encuentran a una distancia inferior a la que marque la nueva legislación, tendrán que traspasar el local.
-Excepciones. El tripartito eximirá de cumplir este trecho de 850 metros a los colegios a los casinos y bingos. En el primer caso, explicaron en su día que tenían una serie de controles muy estrictos de acceso y no era un tipo de negocio al que solieran tratar de entrar menores. Respecto al segundo, consideraban que ya contaban per se con una baja afluencia de público. Por otra parte, tampoco se tendrá en cuenta esta distancia en el caso de las tragaperras de los locales de hostelería.
-Publicidad. En un principio, Compromís había propuesto prohibir la publicidad institucional de la Generalitat en los medios que incluyeran anuncios de apuestas entre sus páginas. El PSPV, por su parte, puso encima de la mesa la posibilidad de que la Generalitat otorgara "ayudas, subvenciones y/o incentivos fiscales para clubes deportivos y medios de comunicación (especialmente online) que rechacen financiarse a través de publicidad vinculada con el juego con los operadores de juego". Ninguna de estas finalmente se llevó a la comisión. Las pretensiones fueron rebajadas sustancialmente: el tripartito aprobó una enmienda que establecía simplemente que la Generalitat concedería subvenciones a aquellos medios de comunicación y clubes deportivos que hicieran campañas contra la ludopatía.
Con todo, conviene recordar que los grupos parlamentarios del Botànic II validaron durante la tramitación de la Ley de Acompañamiento de 2020 una enmienda a la Ley del Juego de 1988 que, en la práctica, suspendía la concesión de licencias de apertura de nuevos locales de apuestas en la Comunitat Valenciana hasta que no se aprobara la nueva normativa. Ahora bien, esta moratoria tenía un plazo máximo de seis meses, periodo que terminaba el próximo mes de junio.
Esto es porque el tripartito daba por hecho que la nueva Ley del Juego se aprobaría en un plazo menor. No obstante, la crisis del coronavirus trastocó los planes, ya que Les Corts se cerraron sin que existiera horizonte claro de cuándo se podría retomar la actividad y validar la nueva normativa. Con este escenario, Compromís estuvo barajando la posibilidad de ampliar dicha moratoria a través de un decreto ley. Pero, finalmente, desde el grupo parlamentario aseguran que no será necesario.
La Junta de Síndics se reunirá el próximo martes para establecer el orden del pleno del pleno de la última semana de mayo. En él, ya está previsto que se celebre la sesión de control al president de la Generalitat, pero los grupos deberán decidir qué iniciativas encajan en el resto de jornadas, puesto que ahora las sesiones durarán tres días y solo se celebrarán en horario de mañana. PSPV y Compromís dieron este jueves por hecho que se introducirán algunas proposiciones no de ley y la Ley del Juego.