MADRID. Las cosas pintan bien para los mercados de renta fija. A medida que aumentan los rendimientos, el potencial de ingresos está en máximos de más de dos décadas, y conforme la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) se acerca al final de su campaña de incremento de tipos, la volatilidad ligada a estas subidas puede disminuir. A pesar de todo, la economía estadounidense ha sorprendido para bien.
En un mundo ideal, conseguir ingresos elevados en este contexto sería tan fácil como aparcar el efectivo en fondos del monetarios de riesgo relativamente bajo y esperar que crezca. La realidad tiene más matices: es probable que los tipos bajen a partir de ahora, por lo que no es realista esperar que los rendimientos del efectivo y de las inversiones similares se mantengan en los niveles actuales a largo plazo.
De hecho, es probable que el potencial de rentabilidad de los 5,5 billones de dólares que se encuentran en fondos monetarios disminuya a medida que baje la inflación y la Reserva Federal concluya sus subidas de tipos. Aún no se sabe con exactitud con qué rapidez o cuándo bajarán los tipos, pero los bonos han registrado históricamente rentabilidades superiores al efectivo y a las inversiones similares en los años posteriores a alcanzar un máximo del tipo de los fondos de la Reserva Federal.
Aunque las perspectivas son más halagüeñas, la economía no está fuera de peligro, ya que las subidas de tipos siguen imponiendo a empresas y consumidores unos costes de endeudamiento mucho más elevados.
1) Intentar captar rendimientos atractivos antes de que bajen los tipos
A pesar de las incertidumbres que persisten sobre la economía, una cosa está clara: la subida de los tipos ha creado muchas vías para obtener unos ingresos y un potencial de rentabilidad sólidos en los mercados de renta fija. Y es que los rendimientos iniciales han sido un buen indicador de las expectativas de rentabilidad a largo plazo.
Llegar hasta a este punto ha sido doloroso, pero los bonos ofrecen ahora un fantástico potencial de ingresos. Una asignación estratégica a sectores de rentas más elevadas puede ayudar a impulsar el potencial de rentabilidad a largo plazo, con una volatilidad menor que la renta variable, lo cual es un elemento importante para los inversores que buscan rentas. Los sectores que buscan mayores ingresos incluyen bonos corporativos con grado de inversión y de high yield, así como los bonos de mercados emergentes y la deuda titulizada.
Si la inflación continúa disminuyendo y el crecimiento económico sigue siendo lento, es probable que los tipos bajen algo a partir de ahora, aunque seguirán teniendo niveles más altos que a los que los inversores se han acostumbrado en los últimos años. En ese contexto, los sectores de renta fija pueden resultar atractivos, ya que los precios de los bonos suben cuando bajan los rendimientos. Y puesto que la rentabilidad total de un fondo de renta fija se compone de ingresos y variaciones de precios, la caída de los rendimientos sería un viento de cola para la rentabilidad, además de los abultados pagos de cupones de los bonos.
El camino más seguro hacia la caída de los rendimientos -y la posible revalorización de los precios- pasa por un recorte de los tipos por parte de la Reserva Federal. Eso podría ocurrir si la inflación sigue cayendo, la economía entra en una recesión significativa o los bancos centrales buscan un tipo de interés "neutral" que no restrinja ni estimule el crecimiento económico. La caída de los rendimientos del Tesoro ayudaría a compensar el impacto negativo de la ampliación de los diferenciales de crédito, o los rendimientos incrementales que los bonos suelen pagar sobre los bonos del Tesoro.
2) Considere los bonos con grado de inversión siempre que los fundamentales sean positivos
La recesión que debería haber llegado ya parece estar en suspenso. Es cierto que hay puntos débiles en varios sectores de la economía, pero incluso sectores sensibles a la subida de tipos, como la vivienda, podrían estar estabilizándose. Los consumidores siguen siendo el motor de la economía estadounidense y, aunque se ha producido cierta suavización, hay tendencias que siguen siendo alentadoras, como un firme mercado laboral y el gasto constante de los consumidores en actividades de ocio y viajes.
Muchas empresas han podido trasladar los costes a los consumidores, lo que ha reforzado los fundamentales de las empresas, incluidos los beneficios. Además, las compañías han trabajado para reducir los gastos de explotación y están gestionando su tesorería de forma conservadora. Esa estrategia debería permitirles seguir refinanciando o amortizando su deuda cuando el crecimiento de los beneficios se ralentice o caiga durante una recesión.
Están surgiendo más oportunidades en los bonos con grado de inversión de todos los sectores. Un área de valor potencial son los grandes bancos, donde los diferenciales están muy por encima de las medias históricas y la calidad crediticia es excelente. Los recientes problemas del sector parecen estar contenidos, y aunque los bancos en general han reducido los préstamos concedidos, la contracción aún no ha sido lo suficientemente grave como para llevar a la economía a una recesión.
3) Busque bonos de alto rendimiento donde las estrellas parezcan alineadas
Para los inversores con un horizonte temporal de al menos un año, puede parecer que merece la pena asumir algunos riesgos. En lo que va de año, los rendimientos iniciales en torno al 8% han amortiguado la volatilidad del mercado de renta fija ligada a la senda de tipos de la Reserva Federal. Muchas empresas del mercado de alto rendimiento se han adaptado con bastante facilidad a la subida de tipos. Por ejemplo, varias han amortizado deuda, reduciendo así los gastos por intereses. El menor apalancamiento y la mejora de las operaciones han incrementado el número de 'estrellas ascendentes', o empresas que han salido del territorio de alto rendimiento. Es probable que esta tendencia continúe.
Uno de los retos para el futuro son las posibles consecuencias que pueden tener los elevados costes de los préstamos para las empresas. En algún momento, el aumento de los tipos puede dar lugar a perfiles crediticios más débiles y valoraciones más bajas. Este proceso podría ser gradual en lugar de abrupto e invertir hoy en bonos de alto rendimiento podría ayudar a compensar la volatilidad futura asociada a una desaceleración.
Cualquier emisor que se enfrente a una combinación de mayores costes de financiación y un deterioro de los beneficios tendrá probablemente dificultades para refinanciar su deuda, lo que subraya la importancia de una estrategia de inversión selectiva. En realidad, no se trata de un fenómeno sectorial, aunque hay emisores del sector de las comunicaciones que parecen especialmente expuestos.
4) Diversifique sus inversiones de renta
Aunque los tipos sean tan elevados, se aplica una estrategia de inversión común: diversificar las inversiones. Para los inversores que buscan ingresos, esto incluye invertir en sectores de renta fija que se han visto muy afectados, como los mercados emergentes y la deuda titulizada. Los rendimientos de la deuda con grado de inversión, de alto rendimiento, de mercados emergentes y titulizada varían con el tiempo. Creo que un enfoque diversificado y multisectorial puede ayudar a los inversores a sortear los vientos en contra que afectan a partes de la economía de forma desigual.
En este entorno de tipos de interés altos y crecimiento lento, varios países lo están pasando mal, pero la amplitud de la red en los mercados emergentes es grande y muchos emisores han sabido sortear estas circunstancias. Mientras los mercados siguen reaccionando a los movimientos de la FED, la inflación y los cambios de discurso sobre la economía, los inversores deben centrarse en los objetivos financieros a largo plazo.
No se puede predecir el futuro, por lo que siempre abogo por un enfoque multisectorial y una perspectiva a largo plazo. Soy optimista, ya que las subidas de tipos han sentado las bases para que los ingresos y la rentabilidad de los bonos sean mucho mayores en los próximos años.
Damien McCann es gestor de renta fija en Capital Group
Informe elaborado por Julian Abdey, Justin Toner, y Damien J. McCann