VALÈNCIA (EP). El coste por hora trabajada aumentó un 3,1% en el cuarto trimestre de 2020 respecto al mismo periodo de 2019, ampliando en ocho décimas su crecimiento respecto al trimestre anterior, según los datos provisionales del Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con el repunte del periodo octubre y diciembre, el coste laboral encadena diez trimestres de alzas interanuales.
Por componentes, el coste salarial se incrementó un 2,3% en relación al cuarto trimestre de 2019, en tanto que los otros costes se dispararon un 5,5%. El coste laboral, excluyendo pagos extraordinarios y atrasos, creció un 3,6% interanual en el cuarto trimestre de 2020.
Eliminando los efectos estacionales y de calendario, el coste laboral por hora trabajada avanzó un 3,5% en el cuarto trimestre de 2020 en relación al mismo periodo de 2019, en contraste con el crecimiento anual del 2,8% que experimentó en el trimestre anterior.
Con este repunte, se encadenan 14 trimestres de tasas positivas en la serie corregida.
En tasa trimestral (cuarto trimestre de 2020 sobre tercer trimestre del mismo año), el coste laboral por hora trabajada aumentó un 1,4% en la serie corregida de efectos estacionales y de calendario, volviendo a tasas positivas tras el desplome del 4,3% registrado en el tercer trimestre.
Sin tener en cuenta ambos efectos, el coste laboral subió un 2,2% entre octubre y diciembre del año pasado debido, fundamentalmente, al mayor peso de los pagos extraordinarios en relación al tercer trimestre.
Por componentes, el coste salarial se incrementó un 3,9% trimestral, mientras que los otros costes bajaron un 2,5%. En cambio, el coste laboral, excluyendo pagos extraordinarios y atrasos, descendió un 4,1% en relación al tercer trimestre de 2020.
Las secciones que registraron los mayores incrementos anuales del coste laboral en el cuarto trimestre fueron las industrias extractivas (+16%), actividades artísticas y de entretenimiento (+9,3%) y otros servicios (+9,2%).
Por su parte, las variaciones interanuales más bajas se dieron en transporte y almacenamiento (-1%), seguido de suministro de energía eléctrica (+0,2%) y la hostelería (+0,6%).
Si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, las actividades donde más aumentaron los costes laborales en el cuarto trimestre de 2020 en relación al mismo periodo de 2019 fueron también las industrias extractivas (+13%), actividades artísticas (+10,9%) y otros servicios (+9,7%).
Las tasas anuales más bajas del coste laboral en la serie corregida las experimentaron transporte y almacenamiento (-0,3%), suministro de energía eléctrica (+0,8%) y actividades financieras y de seguros (+1,7%).
En cuanto al coste salarial, industrias extractivas fue la que registró el mayor repunte interanual, un 8,9%, seguidas de las actividades inmobiliarias (+8,9%) y de las actividades artísticas (+7,7%).
Por contra, la hostelería fue la actividad donde más bajaron los salarios en relación al cuarto trimestre de 2019, con una caída del 4%. Es además el único sector, junto a transporte y almacenamiento (-2,3%), que en el cuarto trimestre recortó sus salarios en tasa interanual.
Según explica el INE, la evolución de las distintas secciones de actividad refleja el grado de afectación de la situación derivada de la pandemia y de las medidas puestas en marcha para su contención.
La hostelería continúa siendo la sección de actividad más afectada por la situación. El descenso del coste salarial en este sector ha sido superior al del número de horas trabajadas en el cuarto trimestre, dando como resultado una disminución salarial del 4% respecto al mismo trimestre de 2019. Por su parte, el pago de parte de las cotizaciones sociales e incapacidades laborales, junto a la bajada de las horas trabajadas, provocan que los otros costes presenten un crecimiento anual del 13,5%.
Las secciones que en su mayor parte incluyen actividades consideradas esenciales, como el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación, información y comunicaciones, actividades financieras y de seguros, Administración Pública, educación y sanidad, se han visto poco afectadas por la situación actual, según Estadística.
El resto de secciones comprenden combinaciones de actividades económicas que dan lugar a distintos niveles de afectación. Las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento y los otros servicios se encuentran entre las más afectadas, mientras que la industria manufacturera, la construcción, las actividades profesionales, científicas y técnicas y las actividades administrativas y servicios auxiliares han tenido una menor repercusión.