VALÈNCIA. Las condiciones laborales en el Hospital de Salud Mental de Bétera, dependiente de la Diputación de Valencia, han alcanzado un límite insostenible. La reciente dimisión del jefe de personal y su equipo directivo, el pasado 10 de diciembre, ha congelado de nuevo las negociaciones para renovar un convenio colectivo que lleva obsoleto desde 2007 y establecer un sistema de carrera profesional que reconozca el trabajo del personal sanitario.
El Comité de Empresa, compuesto por los sindicatos CSIF, Comisiones Obreras y UGT, denuncia un prolongado abandono institucional que afecta tanto a los trabajadores del centro hospitalario como a sus pacientes. "Catorce años de promesas incumplidas han dejado a la plantilla en una situación de precariedad intolerable", asegura a Valencia Plaza la delegada sindical de CSIF en el hospital, Sara Occhipinti.
Desde 2023, el Comité de Empresa ha intentado retomar las negociaciones con la Diputación de Valencia. Sin embargo, los avances han sido prácticamente inexistentes. "A pesar de nuestros intentos por dialogar y presentar propuestas, solo hemos recibido silencio como única respuesta", afirma Occhipinti. En febrero de 2022, el entonces presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, envió un correo electrónico informando sobre la implementación de un reglamento que regularía la carrera profesional y la evaluación del desempeño.
En ese mensaje, Gaspar destacó la importancia del cambio como un "paso fundamental" hacia la profesionalización del capital humano de la Diputación y un instrumento clave para la modernización de los servicios públicos. Sin embargo, dicho reglamento excluye al personal sanitario, que constituye el núcleo operativo del Hospital Psiquiátrico de Bétera. "Para nosotros, estas palabras son una muestra clara del doble rasero aplicado por la Diputación", señala Occhipinti.
Y, en ese sentido, añade: "Mientras el resto del personal avanza en su desarrollo profesional, nosotros seguimos relegados, sin acceso a formación, sin reconocimiento y trabajando bajo un convenio colectivo que lleva 17 años sin renovarse". El correo, al que ha tenido acceso este diario, también hacía referencia al amplio consenso político y sindical que respaldaba esta medida. "Ese consenso del que habla no incluye al sector sanitario. Somos empleados de la Diputación, pero no somos tratados como tales", enfatiza la delegada del CSIF en este hospital.
Desde 2007, distintos comités de empresa han tratado de negociar con la Diputación de Valencia sin éxito. Aunque en varias ocasiones se ha prometido reactivar el diálogo, la única respuesta ha sido un "silencio administrativo" que perpetúa aún más la precariedad. "Llevamos años insistiendo en la necesidad de un convenio que regule nuestra carrera profesional y garantice derechos laborales básicos, pero las negociaciones se quedan en un limbo", añade la delegada del CSIF.
El Comité de Empresa denuncia a este diario que las condiciones actuales son nefastas. Las bajas laborales prolongadas no se cubren, los turnos se alargan de manera excesiva y los trabajadores acumulan horas extras que tardan meses en compensarse. A esto se suma la exclusión de beneficios sociales básicos y la falta de recursos formativos, un aspecto que debería ser central en el desarrollo de una carrera profesional sanitaria. "Trabajamos cinco noches al mes, con jornadas de más de 12 horas y las pagas correspondientes se retrasan hasta tres meses", explica Occhipinti.
Los profesionales sanitarios, por tanto, enfrentan condiciones laborales que comprometen tanto su salud mental como la atención a los pacientes. "Muchos se han cogido la baja por ansiedad. Hemos solicitado reiteradamente pruebas psicosociales para el personal, pero la Diputación no ha dado respuesta", añade la delegada del CSIF.
El hospital, ubicado en un entorno natural idóneo para el tratamiento de pacientes con trastornos mentales, enfrenta la paradoja de tener camas vacías en un momento de creciente demanda de atención en salud mental. Además, la falta de personal durante turnos nocturnos y fines de semana obliga al hospital a trasladar los pacientes a otros centros, comprometiendo su autonomía y continuidad asistencial.
Ante la dimisión del jefe de personal y la ausencia de avances en las negociaciones, el Comité de Empresa anuncia que retomarán las movilizaciones acordadas el pasado mes de junio si no se obtienen respuestas antes del 20 de enero de 2025. Estas acciones buscarán visibilizar una problemática que, según los sindicatos, ha sido ignorada durante demasiado tiempo.
"Queremos diálogo, pero si no nos escuchan, nos movilizaremos para exigir soluciones", señala Occhipinti. En los últimos años, el Comité de Empresa ha remitido informes a la Inspección de Trabajo y presentado tanto escritos individuales como colectivos sobre riesgos laborales, sin obtener respuesta. Entre sus principales demandas, se encuentran la regularización del convenio colectivo, la implementación de la carrera profesional y la estabilización del personal interino, que constituye el 80% de la plantilla.