(EP). El Comité Olímpico Internacional (COI), que ha anunciado este martes el aplazamiento de Tokyo 2020 por la expansión del coronavirus, empezó a tomar medidas por el Covid-19 por primera vez a finales de enero, después de las primeras noticias de contagios, enfermos y muertes por el nuevo coronavirus en la ciudad de Wuhan, en la China central.
La siguiente cronología es cómo se fueron encajando los distintos sucesos y gestando la suspensión definitiva del mayor evento del mundo del deporte.
24 de enero.
El primer torneo de clasificación que se vio afectado por el virus fue el de boxeo para la zona de Asia y Oceanía, Preolímpico de Wuhan que tuvo que moverse a Amman. Del mismo modo se trasladaron partidos de fútbol y el Preolímpico de baloncesto femenino que debía jugarse en la localidad china de Foshán se pasó a Belgrado. Solo eran los primeros de muchos cambios de sede y fecha en las siguientes semanas, en aumento al mismo ritmo que la propagación global del Covid-19.
29 de enero.
Su expansión fuera de China rápido llegó a Japón, lo cual obligó a la primera reacción oficial, a través de un comunicado, del comité organizador. "Las contramedidas contra las enfermedades infecciosas constituyen una parte importante de los planes de Tokyo 2020 para organizar unos Juegos seguros", fue el mensaje de tranquilidad, dejando clara la consulta continua con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su propio equipo médico de expertos.
31 de enero.
Apenas unos días después, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, salió al paso de las primeras noticias que hablaban ya del peligro de suspensión de los Juegos. "Nunca se ha discutido la opción de cancelar los Juegos", dijo, cuando en la capital japonesa apenas había una docena de casos confirmados de Covid-19.
5 de febrero.
Sin embargo, el director del comité organizador, Toshiro Muto, reconoció a principios de febrero que el escenario no era el ideal para el evento ni para la preparación de los deportistas de elite. "Estoy muy preocupado de que la propagación del virus sea un jarro de agua fría al impulso hacia los Juegos. Confío en que pare cuanto antes", dijo en la cadena estatal japonesa NHK.
13 de febrero.
Los positivos en Japón ya pasaban los 200 y el virus afectaba a más de 20 países. Con todo, el COI veía aún como único damnificado al deportista chino que estuviera en su territorio, aunque el jefe de la Comisión de Coordinación de los Juegos, John Coates, reconoció que estaban ante un "problema inesperado".
21 febrero.
El COI se hizo eco de sus conversaciones con la OMS para mantenerse firme en su camino hacia la gran cita del deporte "sin escatimar en precauciones con atletas y asistentes para la celebración del evento". Y es que dentro del gobierno japonés, a pesar de la corriente de seguir los preparativos "con normalidad", el Ministro de Salud, Katsunobu Kato, pedía reconsiderar el asunto.
25 de febrero.
Ante el inicio de la avalancha de suspensiones en el mundo del deporte, las miradas se centraron cada vez más en Tokyo 2020. Dick Pound, el miembro más antiguo del COI, explicó que se apuraría una "ventana de tres meses" para tomar una decisión.
27 de febrero.
Pese a ese intento por ganar tiempo, lógico por una parte ante lo impredecible de la situación, Thomas Bach, presidente del COI, tuvo que tomar la palabra a finales de febrero. "No echaré combustible a las llamas de la especulación", dijo en un encuentro con medios japoneses, "totalmente comprometido" con que se celebrasen "con éxito" los Juegos. Japón llegaba ya al millar de casos de Covid-19.
3 de marzo.
Leña al fuego echó poco después el ministro olímpico de Japón, Seiko Hashimoto, quien reveló un contrato firmado con el COI que permitía posponer los Juegos a finales de año para evitar que fueran cancelados. "El COI tiene el derecho de cancelar los Juegos solo si no se llevan a cabo dentro de este año", dijo Hashimoto.
4 de marzo.
"Las palabras cancelación o suspensión ni siquiera se han mencionado en el comité ejecutivo", respondió el presidente del comité olímpico después de una reunión del comité ejecutivo en Lausana (Suiza). Bach admitió que su organismo afrontaba "el reto de los muchos torneos de calificación" afectados por el coronavirus.
6-12 de marzo.
Ante la crisis en Europa, en especial en Italia y España, el comité organizador decidió no enviar, como estaba previsto, a 140 niños a Grecia para la ceremonia de encendido de la llama olímpica el 12 de marzo, la cual se cerró a un aforo de 100 personas. La OMS declaró entonces el Covid-19 pandemia global.
La rápida propagación del virus y los malos pronósticos en cantidad de casos, muertes y países afectados era algo que "podía afectar" a los Juegos, según Yuriko Koike. Sin embargo, la gobernadora seguía más firme en la idea de que "de ninguna manera" se iban a cancelar después de "todo" el trabajo "de los japoneses".
13 de marzo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, añadió más presión sobre Tokyo 2020 cuando entre "quizás", "es posible", "o no", apuntó a que los Juegos no debían celebrarse este verano. El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, respondió a su colega: "Frenaremos la propagación y organizaremos los Juegos sin problema".
En España, el vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch Salisachs, fue también muy contundente: "Los Juegos se van a celebrar sí o sí". Mientras, el relevo de la antorcha olímpica se detenía ese 13 de marzo un día después de su encendido, ya que cientos de espectadores acudieron a la ciudad de Esparta ignorando el consejo de las autoridades de quedarse en casa para evitar la propagación del coronavirus.
17 de marzo.
El 70% de los japoneses creía que los Juegos Olímpicos se iban a aplazar, según una encuesta realizada por Kyodo News, pero en el COI aún mantenían su "total compromiso" con Tokyo 2020". "No hay necesidad de tomar decisiones drásticas", destacó el comunicado del organismo, después de una reunión telemática con representantes de comités olímpicos, federaciones internacionales y deportistas.
18 de marzo.
Un día después, Thomas Bach, se dirigió a los deportistas. "Como olímpico, sé cómo os sentís estos días. Queréis centraros en la competición y en entrenar, sin nada que os distraiga de vuestra preparación. Desafortunadamente, el coronavirus supone una gran preocupación para todos nosotros. Seguid adelante a toda máquina", dijo el presidente del COI, confiando en una pronta solución.
20 de marzo.
La llama olímpica aterriza en Japón para comenzar el día 26 en Fukushima los 121 días de relevo en un recorrido por todo el país en medio de una escueta y discreta ceremonia afectada por la crisis del coronavirus.
22 de marzo.
El COI aplaza cuatro semanas su decisión sobre la suspensión de los Juegos. "Estamos en un dilema, una decisión sería prematura", dice Bach. El presidente del COE, Alejandro Blanco, se felicita por que se baraje la suspensión de Tokyo 2020 y pide una decisión rápida para acabar con la "incertidumbre" que sufren los deportistas.
23 de marzo.
El vicepresidente del COI, el español Juan Antonio Samaranch, afirma que "es muy probable" el aplazamiento de los Juegos. El Comité Olímpico Canadiense anuncia que no enviará a sus deportistas a Tokyo el próximo verano y el Comité Olímpico Australiano informa a los suyos que se entrenen pensando en el de 2021.
24 de marzo.
Mientras varios comités olímpicos como el de Estados Unidos piden oficialmente el aplazamiento del evento, el Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe, y el presidente del COI, Thomas Bach, mantienen una reunión por videoconferencia y finalmente se decide el aplazamiento de los Juegos "para una fecha posterior a 2020, pero no después del verano de 2021".