El portavoz socialista en Les Corts, Manuel Mata. EVA MÁÑEZVALENCIA. Sin duda, una de las figuras más brillantes y desconcertantes del PSPV-PSOE en los últimos tiempos es el actual portavoz socialista en Les Corts, Manuel Mata. Abogado de prestigio, una de las caras visibles durante años de la corriente Izquierda Socialista y aspirante en diferentes congresos sin éxito a la Secretaría General del partido o a la candidatura para la Alcaldía de Valencia.
Buen estratega y excelente orador, se ha caracterizado por exhibir posturas críticas hacia varias de las direcciones que han controlado el PSPV. De hecho, Mata dio un paso adelante para optar al liderazgo del partido en el congreso de 2012, cónclave en el que se alzó con el triunfo el ahora presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Tres años después de aquel congreso, el líder de los socialistas valencianos repescaba a Mata ofreciéndole figurar en puestos de salida en la lista a Les Corts y el cargo de portavoz parlamentario. Una decisión que llamó la atención en algunos sectores del partido pero que no sorprendió los estrechos colaboradores del secretario general, sabedores de su deseo de promover la integración de determinados dirigentes que estaban fuera de su órbita. En cualquier caso, el análisis objetivo generalizado respecto a la incorporación de Mata como diputado y portavoz fue positivo dado que las cualidades del abogado se ajustaban al puesto.
No obstante, año y medio después de esta decisión, las dudas sobre la fidelidad y compromiso del síndic del grupo socialista hacia Puig han comenzado a aflorar entre varios colaboradores del presidente, que durante un tiempo ha sumado a Mata incluso al grupo de sus consejeros áulicos. Así, la desconfianza que algunos ya le profesaban por lo que consideran "excesiva complicidad" con Compromís y su amistad con Mónica Oltra, hay que sumar algunas de sus decisiones dentro del partido.
Así, el portavoz del grupo socialista, también miembro del Comité Federal elegido en el congreso del PSPV ganado por Puig y en el que él mismo fue rival, votó diferente al presidente de la Generalitat en las dos citas más polémicas e importantes que ha vivido la formación socialista en los últimos años. En la primera, donde se decidía la salida de Pedro Sánchez, Mata respaldó las tesis del líder madrileño y, en la segunda, respecto a la abstención que permitiera el gobierno de Mariano Rajoy, el síndic también se desmarcó de Puig votando en contra.
Semanas después, se hizo público que Mata remitió un escrito de dimisión al jefe del Consell por "coherencia" y "lealtad", una renuncia que Puig no aceptó pero que causó cierto malestar en el entorno del presidente, que consideró que el propio síndic se había encargado de difundir. "El cargo de portavoz siempre está a disposición de Puig", comentó a este diario un alto cargo de la cúpula socialista al rememorar este episodio.
No quedan ahí los movimientos que han sembrado la desconfianza en Blanquerías. Concretamente el 26 de noviembre, Mata se dejó ver en las primeras filas del mitin que Pedro Sánchez, el ex secretario general del PSOE, dio en Xirivella ante más de mil militantes en lo que era su vuelta a escena tras su caída como líder. Entre los acompañantes de Sánchez, se encontraba el secretario general provincial, José Luis Ábalos, o el ex eurodiputado Andrés Perelló, compañero de Mata en Izquierda Socialista.
A ello hay que sumar que, en ocasiones, algunos de los acuerdos impulsados por el portavoz en Les Corts se producen sin que exista una comunicación previa con Presidencia, lo que ha dado lugar a algunas situaciones de descoordinación entre ambas instituciones, señalan fuentes de la Generalitat.
Unos movimientos que no han gustado a los miembros de la dirección del PSPV más próximos a Puig y que atribuyen a un intento de posicionamiento por parte de Mata de cara al futuro. En cambio, el síndic ha reiterado como ya hizo en una entrevista concedida a Valencia Plaza en marzo de este mismo año que sus aspiraciones estaban colmadas siendo portavoz en Les Corts, descartándose para intentar se candidato a la Alcaldía de Valencia o a la propia Generalitat. En el PSPV, no son pocos los que no acaban de creérselo.
